19. Visita a Liam

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*No les mentiré, este es uno de mis caps favoritos, UNA DISCULPA CHASE*

☁︎︎Narra Noen

Había salido de clases y apenas salí del aula me encamine hacia la casa de Liam, me había mandado ayer la ubicación, pero no fue necesario ya que recordé cómo llegamos aquel día de la fiesta.

Cuando llegue era la misma grande casa, blanca, con un jardín lleno de flores de todos los colores, era muy linda, y por dentro era demasiado espaciosa.

Toque el timbre y al minuto ya estaba en el cuarto de Liam viendo pedazos de papel higiénico regados por todo el piso con mocos y la cama de Liam destendida mientras él se hundía de nuevo en sus mantas.

Su voz sonaba más ronca de lo que ya es y rece a jesucristo para poder sostenerme de pie.

—Estoy muriendo lentamente—dijo con un pedazo de papel en su nariz, atorándolo en una de sus fosas nasales.

—Si, ya vi—dije mientras iba al baño y agarraba una bolsa de plástico, empezando a recoger todo el papel higiénico tirado en el piso.

—Eso tiene mocos, que asco, déjalo ahí—dijo mirándome con desagrado.

—Son tus mocos, no me desagrada—dije casi sin pensarlo mientras seguía recogiendo.

—¿No te desagrado?—pregunto con un tono más lento, casi sensual.

—No—dije terminando yendo al baño para depositar ahí la bolsa.

—Lo sabía—dijo el sonriendo.

Mientras lo veía, rojo de las mejillas con papel higiénico en su nariz, mientras que se enrollaba en una manta negra de peluche supe que Liam podía ser demasiado tierno cuando se lo propusiera.

Demasiado.

¿ESPERA, MEJILLAS ROJAS?

Me acerqué a pasos rápido hasta a un lado de la cama y con mis manos comencé a tocar la frente de Liam, y efectivamente tenía fiebre.

—Liam, debemos ir a un hospital, estás ardiendo—dije quitando mi mano.

—Es por ti—dijo dándome un guiño.

No pasaron ni dos segundos cuando mi respiración se atoró en la garganta y la sangre subió hasta mis mejillas.

—Estoy....hablando en serio Liam—dije intentando sonar lo menos dañado por su comentario.

—Yo también.

Es que, si su voz ya es sensual todos los días, imagínense como se escucha aún más ronco de lo normal.

Jesús.

—¿Ya tomaste algo?—dije acercándome hasta la cama de nuevo y comenzando a doblar las sábanas que estaban hechas un lío, intentando ignorar su anteriores comentarios.

—Me tome una pastilla—dijo él acostándose más.

—¿Comiste algo?—volví a preguntar.

—Una manzana—dijo mientras se ponía una almohada en la cara.

—Liam, ya son las jodidas tres de la tarde, no pudiste solo haber comido eso—dije quitándole la almohada de la cara.

—No estoy para reproches, quiero dormir—dijo enrollándose en una sábana.

¿Este es Liam?

Ahorita se ve completamente indefenso y tierno.

—Quítate de encima todas esas sábanas.

—Tengo frío Noen—dijo haciendo un puchero.

LIAM
HIZO
UN
PUCHERO
LIAM
HIZO
UN
PUCHERO
ME VOY A DESMAYAR.

NOEN, TRANQUILÍZATE.

—No te estoy preguntando Anderson—dije mirándolo fijamente aunque mis piernas aún temblaban.

Él rodó los ojos y se quitó las sábanas de encima y ahí supe que era bastante probablemente que me desmayara.

El abdomen de Liam estaba descubierto mostrando su marcado cuerpo.

Su anchos brazos.

Su piel blanca y brillosa.

Su espalda.

Noen, pareces un adolescente hormonal.

—Todo esto podría ser tuyo pero te aferras a un imbecil—dijo parándose de la cama.

—Metete a bañar, con agua fresca—ordené ignorando su comentario que había hecho que algo se removiera en mi estómago.

—Como quieras—dijo bufando y entrando a pasos lentos al baño.

Su espalda se marcaba a cada paso.

MIERDA.

𝗟𝗲𝘁'𝘀 𝗳𝗮𝗹𝗹 𝗶𝗻 𝗹𝗼𝘃𝗲 𝗳𝗼𝗿 𝘁𝗵𝗲 𝗻𝗶𝗴𝗵𝘁 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora