42.Un favor

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*Cap tranqui por que el que se viene.......*

*MAN, me acuerdo que leí que ustedes se imaginaban a Mike moreno y ahora no puedo sacarme esa imagen de la cabeza, así que sí, ahora es moreno uwu, eso es todo bai*

☁︎︎Narra el amor de sus vidas, Liam


—Mierda, mierda, mierda—repetí mientras caminaba hacía los vestuarios con Gio a mi lado.

—Recuerda, una buena causa—amenazó.

Una buena causa, una buena causa, me repetí.


—Estaré esperándote aquí—dijo mientras se recargaba en una pared.


Asentí y me metí a los desolados vestidores.

Tuvimos que esperar 30 jodidos minutos para que todos salieran y Mike fuera el último.


Respiré hondo y entre.

Barrí el lugar pero no vi nada, hasta que el sonido del agua cayendo se hizo presente.


Espere unos minutos para hablar.


—Necesito un favor—no le daré tantas vueltas al asunto.

Él cederá.

Sabía que no era necesario alzar la voz por qué el sonido chocaba con las paredes haciéndome escuchar fuerte y claro.

No se oyó voz alguna, hasta que uno segundos después Mike salió con una toalla amarrada en la cintura.

Y bueno, el agua escurriendo por todo su cuerpo.

No me detuve en eso, me detuve en su estupida sonrisa socarrona.


—¿Qué necesitas, rey?—sonrió mientras me miraba de arriba abajo.

Rodé los ojos.


—Solo dime, ¿me ayudarás o no?—pregunté fastidiado.

—Depende, no creo que sea un favor diminuto.

—Necesito que me consigas que varios de tus chicos dejen sus celulares en los casilleros hoy—sin rodeos, no eran nunca necesarios conmigo.


Mike soltó una carcajada.

—No puedes hablar en serio—y bueno, su risa cesó cuando se dio cuenta de que hablaba muy en serio.

—¿Qué mierda planeas hacer?—preguntó.

—Algo, ¿me ayudaras o no?.

—Si me llegarán a descubrir...—lo corté.


—No lo harán, necesito el teléfono de Zack, Lucas, Diego y Austin—hablé.


Mike soltó un largo suspiro.

—Los haré entrenar hoy, a las 5:00 pm, tienes 30 minutos—se volteó caminando hacia su locker.


Sonreí.


—Gracias—me dirigí hacia la salida cuando Mike me llamó.


—¿Qué ganare yo?—habló.

—Que te tenga un por ciento menos de odio—me volteé hacia él.

Él sonrió y se remojó los labios.

—Te ayudó con esto a cambio de algo, sencillo—habló caminando hacia mi.

Bufé.

—Suelta.

—Ve mañana al partido.

—Qué ¿quieres que te eche porras?.

—Si puedes....

—Veremos.


El asintió y ahora si salí de ahí, soltando un suspiro,

Fue jodidamente fácil.

—¿Y?—dijo Gio mientras se comía unas frituras.


—Se supone que ya está.


Ella sonrió mientras aplaudía.


Y comenzamos a idear todo el plan de hoy.

𝗟𝗲𝘁'𝘀 𝗳𝗮𝗹𝗹 𝗶𝗻 𝗹𝗼𝘃𝗲 𝗳𝗼𝗿 𝘁𝗵𝗲 𝗻𝗶𝗴𝗵𝘁 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora