Cuando Katie fue Lena

Lena Luthor

Lena había despertado en una cama que no era la suya, en una habitación que no era la suya. Miró hacia su izquierda, Kara no se encontraba ahí. Sintió algo removerse a sus pies y estuvo a punto de dar un grito cuando sintió algo cálido lamiendo su mejilla. Un perro gris y delgado estaba a un lado de ella. Se sorprendió tanto que casi cae de la cama en un intento de alejarse de él. No odiaba a los animales, pero tampoco estaba acostumbrada a tener o estar cerca de uno.

Se levantó de la cama, el perro -Oisin, leyó en su placa de identificación- le siguió. Salió de la habitación solo para encontrarse con un lugar completamente nuevo para ella. Era sencillo a comparación con el departamento que ella tenía en Nacional City. Miró por la ventana y una ciudad que no conocía le recibió. Había nieve por todas partes y, hasta ese momento, no había notado lo frío de la habitación. Estaba a punto de regresar a la habitación a buscar algo de ropa más apropiada cuando alguien llamó a la puerta.

Oisin comenzó a mover su colita mientras caminaba hacia la puerta, una sonrisa se posó en su rostro. Abrió la puerta sin comprobar quien era, había tres chicas y las conocía a la perfección. Kara, Kelly y Nia le sonreían. Sin pensarlo, se acercó a su novia y le besó, contenta de ver a alguien que sí reconocía. Sin embargo, se separó a los pocos segundos, cuando ella no le regresó el beso.

— Eso... has sido nuevo — dijo Nia con sorpresa.

— ¿Te encuentras bien? — preguntó Kelly.

— ¿Katie, estás bien? — preguntó su novia, sus mejillas sonrojadas.

Lena no sabia de que hablaban. Ellas le habían visto besar a Kara cientos de veces. Aparte, ¿quién rayos era Katie y porqué su novia le había llamado así?

— ¿Quién es Katie? — preguntó, apartándose de las tres chicas.

— ¿Tú? — respondió Nia claramente confundida.

— Yo soy Lena Luthor — dijo, mostrando el porte que tantas veces había usado en el pasado al decir su nombre.

— Vaya — dijo Kelly con una sonrisa, entrando en el departamento —, creo que de verdad estabas cansada anoche. Hola Oisin — terminó con una sonrisa, acariciando al perro que ahora se encontraba en el sofá de la sala.

— En fin... — comenzó Kara —, Chy no tarda en llegar...

— ¿Chy? — preguntó confundida.

— Chyler, está estacionando el auto. ¿Te parece tener un día de chicas y celebrar que por fin terminamos?

— ¿Terminamos? — preguntó, sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas —. Kara... ¿qué estás...?

— ¿Kara? — preguntó Alex entrando por la puerta —. Vamos, Katie, las grabaciones terminaron. ¿Podemos tomarnos el descanso qué merecemos?

— ¿Por qué siguen llamándome Katie? — preguntó molesta.

— Cariño, es tu nombre — dijo Kelly, mirándole confundida.

— Mi nombre es Lena — dijo con convicción.

— Te ayudo — Alex se acercó a su hermana y le ayudo a deshacerse de su abrigo.

Lágrimas comenzaron a correr por su rostro cuando vio el vientre abultado de Kara. Cuatro pares de ojos se posaron sobre ella cuando un gimoteo salió de su pecho. ¿Cuándo había ocurrido eso? ¿Desde cuándo? ¿Cómo es que no lo había notado? ¿Cómo había logrado ocultarlo?

— ¿Cuánto tiempo? — preguntó, las lágrimas corrían por sus mejillas —. ¿Cuánto tiempo has estado engañándome, Kara?

— Katie... — su novia comenzó a acercarse a ella.