- ¿No vas a responder? -Apenas alcanzó a decir el magnate mientras se acercaba a su hija. -Parece que hablas sola o te volviste lo...ca.
Se detuvo al final de las escaleras, fue cuando tragó un poco y su sonrisa se alzó en una un tanto llena de malicia. Aquellos colores, esa piel, ese cabello, era él y su "gusto" por verle no estaba de más pues le traía viejos recuerdos. El mexicano pareció quedarse sin habla, habían pasado tantos años y aquel alto y fornido hombre parecía no haber cambiado nada en tanto tiempo.
Pasó su mano diestra por el cabello, jugando con este un tanto nervioso, cosa que pasó desapercibida por Bielorrusia, quien solo se mantenía mirando a su padre a la espera de sus ásperas palabras.
-Que grata sorpresa, México. ¿Qué hace en mi hogar? Y mucho más importante ¿Qué hace en mi hogar a estas horas?
No sabía que decir, apenas si la presencia de URSS le dejaba pensar, aquella figura tan imponente se encontraba frente suyo y pese a la distancia su sola mirada parecía penetrar en lo más hondo de su ser. Recordaba que así siempre fue su carácter, siempre frio, directo y hostil. A veces rencoroso y vagas veces amable, día tras día desde que se había aliado con él durante su residencia y participación en el escuadrón 201 lo había conocido en todo su ser, le temía pero no siempre fue así, por lo menos no a solas.
-Pues... ay patroncito, pus vine a ver la chamacota... ire que esta re grandota, hoy la encontré por ahí y me dijo que la visitara... -pensó con ingenio en una gran excusa, digno rasgo de él. -¿verdad que sí chamaca?
El nerviosismo se notó en la voz del moreno, quien solo pasaba una y otra vez su mano por sus cabellos cafés y movía la pierna un poco. A Bielorrusia le costó asimilar lo que decía el mexicano, pues le desconcertaron sus palabras, su rostro dejaba en claro que no entendía hasta que la idea hizo clic en su cabeza y prosiguió a seguir el plan.
-Es cierto папа... le dije al señor México que viniera, quería invitarlo a cenar, todavía hay comida ¿no?
La sonrisa fingida de ambos no pasó desapercibida por URSS, quien solo se limitó a intentar tragarse aquella excusa pues quizás para otro pareciera cierta, él sabía que no era así.
-Siendo así porque no llevas al señor México al comedor, todos estamos ahí, que disfrute un poco.
Los grandes y afilados dientes de la Unión se asomaron cuando sonrió malicioso, su mente comenzaba a idear algo, se giró quedando de lado y señalando con la mano hacia las escaleras, cediendo el paso a los menores para que caminaran hacia el comedor. Bielorrusia y México tragaron un poco de saliva al avanzar y evitaron a toda costa el contacto visual con el magnate, quien les miraba divertidamente insano.
Parecía que a cada paso que daban se acercaban más a su muerte, México sentía la pesada mirada de URSS quemar en su nuca mientras que se aferraba al barandal continuando con su destino. Suspiro y entró al comedor en donde, por suerte de este no había nadie. Bielorrusia y México agradecieron a Dios por ello y solo ambos se quedaron viendo.
-Bueno папа, creo que ya no hay comida, llevaré al señor México a ...ver mi habitación ¡adiós! -Ambos emprendieron su camino hasta la habitación de la chica sin que URSS se opusiera.
-Por poco y la cagamos chamaca -expresó aliviado el mexicano -ponte más lista pa la otra chamaca.
-Señor México, ¿yo que iba a saber? No leo su mente.
Ante aquello el moreno solo se limitó a reír más tranquilo, por un momento se quedó mirando la habitación de la joven notando como se veía tan ordenada y femenina que le causaba extrañeza. Los colores pastel y sobre todo el rosa abundaban, no a tal grado de generar un vómito de arcoíris, más bien en un conjunto y equilibrio perfecto.
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DESEOS DEL CORAZÓN
FanfictionRusia es un joven que ha vivido con un trauma desde su infancia y esto le ha causado desde entonces incontables pesadillas que lo hacen pasar las noches en vela. Una noche tiene un sueño en donde alguien se hace presente y termina por obsesionarse c...