Demonios de mar

Pueblo de Roros -Noruega

-Año 2003-Casa de los Adels-

-Eran las 3 am y Lucinda despertó sobresaltada por los gritos de su hija, se levanto y corrió a su habitación , desde el dia que cumplio 12 años tenia unas terribles pesadillas, la primera vez que ocurrio se asusto muchisimo y corrió desesperada a la habitacion de su hija pensando que alguien habia entrado en la casa, pero cuando llego a la habitacion no habia nadie solo estaba Nereida, tenia los ojos completamente blancos y entre gritos decia palabras en otro idioma, le llevo un mes descubrir que era griego antiguo. Sacudió la cabeza para depejar la mente y se acerco para abrazar a la pequeña, cada noche dormia menos, habian dejado de llevarla al colegio por el momento, por recomendación de un psiquiatra habían probado diferentes terapias para ver si le ayudaban y nada habia funcionado, salvo las pastillas pero se negaban a medicar a su hija, esa misma mañana habian ido al mercadillo a comprar algunas hiervas para hacer te para ver si dormia mejor, la vendedora del puesto se quedo mirando a la niña y sin decir nada cogio un papel , pero anoto una dirección y se la dio a Frank diciendo que ahi les iban a ayudar, en cuanto las dejo en casa se fue y de eso hacia ya muchas horas estaba muy preocupada de que le hubiera pasado algo.
La niña empezó a despertar asustada

-Shh mi niña solo es una pesadilla, nada malo te pasara, mama esta aquí.. Decía desesperada

La voz de la niña la saco de sus pensamientos.

-¿Mama, algo malo me pasa?- Dijo la niña con la voz entrecortada por el llanto.

-No cariño, todo esta bien es normal, solo estas creciendo, le dijo Lucinda mientras en su cabeza deseaba que esas palabras fueran ciertas.

Poco a poco la niña se tranquilizo y se abrazo a su madre para pasar el resto de la noche no podia parar de pensar que habia algo malo en ella y con ese pensamiento se volvió a dormir, pero el descanso solo le duro un par de horas, pues el sonido del timbre la volvió a despertar

-Mama Mama, están llamando a la puerta, decía la niña mientras sacudía a su madre por el hombro para despertarla, pues sabia que tenia prohibido abrir la puerta si no estaba uno de sus padres.
-Voy Luci se levanto a duras penas hacia semanas que ninguno de ellos conseguía dormir mas de dos horas seguidas, cuando volvio a sonar el timbre se le pasaron un montón de malos pensamientos pues no habia tenido noticias de Frank desde el dia anterior y si le ha pasado algo?se puso muy nerviosa y empezo a bajar las escaleras de dos en dos, cuando llego a la puerta pego a la oreja para ver si escuchaba algo, tenia miedo

-¿Quien es? pegunto a través de la puerta

-Soy yo cariño ábreme voy cargado

Respiro calmandose y se apresuro en abrir a su marido, llevaba desde el día anterior sin saber de el y estaba muy preocupada cuando abrio la puerta se lo encontró cargado con una caja llena de diferentes tarros y hiervas desconocidas, le ayudo a dejarla en el suelo y le abrazo con fuerza a la vez que le preguntaba que habia pasado y lo que le habia ocurrido sin darle pie a hablar, cuando Frank la vio tan agobiada solo pudo reir y mirar a su pequeña que estaba asomada por el hueco de la escalera

-Tranquila cariño, te lo contare todo, solo déjame dejar esto lejos de los curiosos ojos de Neri, ya sabes como es.

-Esta bien yo haré café.

Cuando Frank dejo a resguardo la misteriosa caja se acerco a su mujer que estaba en la cocina

-La e encontrado cariño. Dando a entender que es una mujer lo que habia encontrado en la dirección que le dio la chica del mercado

-Como? Has encontrado a una mujer? ¿Que te ha dicho? Quien es?

-Si, creo que nos va ha ayudar, al principio dudaba pero me ha dado esperanzas, ella... es.. una hechicera, una Vrachka, vendra esta noche a las 00:00

Lucinda se congelo , como que una hechicera, solo pensaba que Frank se habia vuelto loco, la ira crecia en su interior, esa mujer del mercado se habia reido de ellos, les habia dado falsas esperanzas y cuando se dio cuenta se le vino el mundo encima y comenzó a llorar
-shh cariño tienes que creerme al principio yo tampoco me lo creia pero por intentarlo no perdemos nada yo tengo la esperanza de que esa señora nos ayudara

Lucinda no dijo nada solo asintio no muy convencida y decidio esperar a ver que ocurre.

Faltaban 5 minutos para las 12 y Lucinda no paraba de caminar nerviosa por el pasillo esperando escuchar el timbre de la puerta, ya tenían preparado todo lo que la hechicera le  había pedido a Frank, tenían el fuego de la chimenea encendido, el carbón ardiendo en ella, el plomo preparado para fundir y el agua bendita para sabe dios que cosa, no paraba de pensar que era una tontería y entre tanto pensamiento caotico ni se dio cuenta cuando pasaron esos interminables 5 minutos hasta que sonó el timbre se sobresalto y de repente le pesaron las piernas y las manos se le llenaron de sudor, se las limpio rápidamente en el pantalón y llamo a Frank avisándole que ya había llegado, tenia miedo de abrir la puerta por lo que espero a que llegue Frank.

-Buenas noches señora.

-Mi nombre es Abelia, dijo la anciana

-Pase Abelia bienvenida, esta es mi mujer Lucinda y la niña esta arriba en su habitacion

Lucinda solo asentio con la cabeza mientras la miraba la tal Abelia era una una anciana de aura algo oscura, de pelo canoso y arrugas muy marcadas, tenia un cuerpo menudo esquelético.

La anciana se dirigió hacia la parte de la casa donde realizarían el ritual, se movía por la casa como si conociera el lugar, lucinda la miro extrañada produciendole un escalofrio le daba muy mala sensación esa mujer pero no le quedaba otra era ese ritual, fue a por Neri a su habitación para ir juntas al salon.
Un ves ahi apagaron las luces y encendieron todas las velas Nereida se abrazo a su madre tenia mucho miedo, sentia un cosquilleo en las puntas de los dedos de los pies y manos y eso la ponia muy nerviosa

-Shh tranquila cariño, no te pasara nada ya sabes que mama esta contigo -le decía a la niña mientras le acariciaba el pelo, la pequeña enseguida relajo los hombros y sonrió a su madre,

Frank se acerco y la cogió en brazos

-Ven cariño sentémonos juntos

La anciana empezó a fundir el plomo en el fuego y echo agua dentro de un cuenco, entonces todo comenzó.

Empezó con un cántico druida dando vueltas alrededor de la niña, con cada vuelta que daba mas se avivaba el fuego parecía que todo se detenía a excepción de la mujer estaban como hipnotizados no eran capaces de moverse todo era muy vibrante con muchas luces y sombras por lo menos fue asi mientras la anciana cantaba luego todo quedo tranquilo, la anciana coloco el cuenco de agua encima de la cabeza de la niña y vertió el plomo dentro, entonces chispeó y empezó a salir humo la anciana espero a que se enfrie y entonces saco la figurita de plomo que se habia formado dentro del agua cuando la saco se acerco con ella a la luz para verla mejor pero entonces algo paso que alerto a los padres, la anciana que se había mantenido seria en todo momento con un semblante de tranquilidad lo había cambiado por uno de terror entonces Frank decidió preguntar

-¿Sucede algo Abelia? -
La anciana al escucharle rapididamente cambio la cara

-Que va a suceder muchacho? Que el ritual esta completo
Frank no dijo nada pero les quedo esa espinita de que no todo estaba bien, pero no tenia tiempo de pensar el ritual no habia terminado.
La anciana se se acerco a ellos y aproximo el cuenco del agua a la niña y pronunciando unas palabras en su lengua druida y la hizo beber.

-Listo ahora solo tenéis que envolver la figura de plomo en una tela y hacerla dormir con ella bajo la almohada y al día siguiente tirarla en un rió y todo volverá a la normalidad debeis saber que ella no recordara nada pero llegara el día que me necesitara, Frank tu le dirás donde encontrarme le dijo la anciana en un tono misterioso, acto seguido recogió sus cosas y desapareció dejando a un matrimonio con la duda de a que se refería la anciana.

Esa noche la pequeña Neri durmió del tirón. Pero solo era la calma antes de la tormenta.