- Bien, sí, sí es importante no podemos rechazar... Si bien- Había respondido Rogers con total destemple, dejando en claro la tonalidad frustrada de su voz.
Dejó la almohada azarcón que estaba colocando en ese sofá, el cual ahora y desde hace unos meses parecía que era su cama, decidieron no dormir juntos hasta que todo se terminará o arreglará.
Rogers se sentó en el sofá y miró a Tony, quizás era otra noche en la que no hablarían respecto a nada de lo que estaban pasando como familia.
Solo pudo mirar al frente y tomar unos papeles que había dejado hace horas ahí, no se sentía cómodo con todo ese ambiente.
¿Qué podía decir?, Jamás se esperó esto cuando estaba en el altar al lado del hombre que comenzó a amar con locura, creyó de buena fe que terminarían juntos, ancianos disfrutando de ver a los nietos, pero ahora estaba casi seguro que no podría ser así.
Después de todo Tony no perdona fácilmente, quizás hablarlo sea adecuado ¿Pero como sí por dentro te comen los nervios? ¿Cómo sí tienes miedo de lo que podrían volver a hacer tus palabras?.
El miedo se lo comía vivo por eso no deseaba hablar ni siquiera estaba seguro sí su cabeza estaba donde debía estar o sus pensamientos. Todo estaba revuelto.
No sabía que pasaría con Peter o con sus amigos, agradecía que estos pese a lo que está pasando no tomen ningún bando.
Miró a Tony y suspiró.
No sabía sí le dolía ver al hombre que ama o amó ahí parado mirándolo, o le gustaba.
Quizás el miedo combinado hacía que se sintiera de esa forma.
-¿No vas a decir nada más?.- Respondió Tony, con ciertos nervios recorriendo su cuerpo.
Tony en parte sabía que su Steve jamás sería alguien malevo, y sí, le decía "su Steve" pues en su corazón aún quedaba aquella pizca de franqueza que le hacía enamorarse una y otra vez de ese hombre. Sin embargo y bajo la tachadura en la que estaban, el sentimiento pareciera que desaparecía de ambos cada vez más.
- Sí. Bien.- Contestó a la par, lamiendo un poco sus propios labios y mordiendo parte del inferior debido a los nervios, antes quizás se hubiera lanzado a los brazos de su amado para obtener besos y abrazos pero ahora no, con suerte y es que sí se podía se miraban o abrazaban para darse las felicitaciones por algo.
Stark dio una ligera mirada a la puerta ajena, debatiendo sí Peter ya estaba en el cuarto y efectivamente, se había preparado para dormir y ahora tanto Tony como Steve estaban en la completa soledad de la sala. Eso hasta que escuchó un longevo suspiro provenir de los labios de su ex.
- Sé que te hago suspirar, o bueno, te hacía emplear aquello pero ese suspiro suena algo más pesado, Rogers.- Promulgó el menor, con tanto desconsorte como podía.
Tony intentó romper el hielo. Volver a la andada al menos para disculparse por el error que había cometido en la terapia, pero parecía no funcionar, o al menos así lo vio en el rostro ajeno.
- En fin, buenas noches.- Se hartó, Tony esperó una respuesta pero en cambio recibió el peor silencio de todos.
Sus ojos, lagrimosos en verdad hicieron que no esperara una respuesta, ni siquiera una que se temía pues se dio la vuelta y se ocultó tras la pared, tranquilo hasta ciertos minutos en que las lágrimas comenzaron a correr. Joder, tenerle en frente y no poder hablarle con ese debido cariño dolía demasiado.
Lo hizo todo en silencio, para nada de forma barbián debido a que ninguno de los dos suele tener esa actitud, menos con Peter cerca así que solo se resumían a mostrar que todo estaba bien frente a su hijo, su único rayo de sol.
Steve sabía como su esposo sufría, lo consideraba aún su cónyuge pues aunque Tony le tiró el anillo en la frente el día en que discutieron, Rogers no lo hizo, conservaba aún en su dedo aquel metal dorado de pequeño valor monetario. Pues le recordaba aquel día perfecto donde todo comenzó.
Entendía que estuviera molesto, no quiso responderle y a comparación de otras noches esta vez Tony no le sacó la respuesta a gritos exultantes. Agradecía en cierto punto aquello ya que la vez anterior consiguieron despertar a Peter. Teniendo la necesidad de mentirle diciendo que solo estaban viendo una película.
Ahora, que sabía que el hombre que más amaba estaba tras la pared llorando en completa soledad, no corrió a abrazarlo, al contrario, se quedó sentado en el sofá, mirando lo papeles poco a poco hasta que estos fueron empapados en lágrimas quedando con la tinta disuelta entre letras. Ahora ambos dejaban al descubierto sus emociones acorde al tema. ¿Estaban dispuestos a divorciarse?.
[•••••]
- Cuando te dije que podías venir aquí, no era exactamente para que fueras un holgazán.- Howard había entrado al cuarto, fumando un puro dejando el humo dentro de las cuatro paredes en lo que habría las cortinas, más no las ventanas.
Tony y Peter se habían mudado de su gran casa a la antigua que compartía con su padre y mayordomo Jarvis en lo que pasaba por la transición del divorcio, teniendo a su hijo durmiendo al lado quién también se quejó en cuanto el sol hallanó sus ojitos. -Apaga la luz, abuelo.- mencionó el pequeño, recibiendo un beso en su frente de parte de su padre.
_ Ya te dije que para ti soy Howard, y apresurate, tienes exactamente tres minutos para darte un baño e irte con Jarvis al zoológico.- Era arrogante y ciertamente hostil incluso con su nieto, cosa que Tony le recalcaba a su padre cada que podía, casi todos los días desde los dos meses que llevaba viviendo ahí.
Stark se levantó de mala gana en cuanto su hijo se fue, colocándose aquella bata frondosa de felpa negra exhalando un largo bostezo, sin quitarse la mirada de su padre de la nuca.
- ¿Sabes?, sí yo fuera tú, tomaría a Steve y lo llevaría a un buen motel donde olvidarían toda esta manía, tal como hacía con tú madre cuando teníamos un problema.- Exclamó Howard, dando una suave calada a su puro sin dejar en paz a su terco hijo que en cambio, solo dio una mala mirada y siguió su camino bajando las escaleras, claro, con la mala compañía de Howard tras de sí.
- Papá, yo y Steve nos vamos a divorciar quieras o no y nada podrá arreglarlo, ¿Crees que estoy feliz de que él ahora esté hablando con todos los del equipo mientras yo estoy aquí recibiendo malditas videollamadas de Natasha y Pepper para ponerme al corriente?.- había dado un sutil golpe a la baranda de marfil, llegando a la cocina donde Jarvis le esperaba con un café, uno que jamás se compararia con el que Steve le preparaba.
- Tú fuiste quién decidió mudarse aquí, además, trabajarás en la industria junto a Pepper quién decidió acompañarte..- Negó Howard, tomando el periódico de la mesa para irse a su oficina. Sin embargo, Tony se lo planteaba una vez más en lo que Peter bajaba la escalera.
¿Estaba haciendo lo correcto, verdad?.
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𝐇𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐮𝐧 𝐦𝐚𝐭𝐫𝐢𝐦𝐨𝐧𝐢𝐨 🌷 𝘚𝘵𝘰𝘯𝘺
De TodoMientras el pasado derrama sus huellas, Steve y Tony abren su corazón para cerrar las cicatrices del divorcio.