- Hey Alan, te ves pensativo, ¿En qué piensas? - Preguntó Carlos.
-Oh, nada especial, es solo que las ruinas eran interesantes y no dejo de pensar en lo que pudieron haber sido antes - Respondió con una sonrisa.
-Para ti todo es "Interesante" - Dijo Mateo.
-La verdad es que si, las cosas son interesantes y son arte y a que guardan cosas especiales y secretas en si mismos, eso es lo que los hace interesantes.
-Sabias palabras, podría escucharte todo el día... -Dijo Carlos con sarcasmo - De no ser por Liz que viene hacia nosotros.
En ese momento una chica de cabello castaño y ojos marrones se acercó a los 3 chicos con paso apresurado y se notaba que estaba muy molesta y claro que lo está.
-¿Porqué tardaron tanto en llegar? - Preguntó muy molesta.
-Tranquila, sabemos que odias que lleguemos tarde, apuntó el camino es largo y además estaba oscureciendo -Apuntó Carlos al camino donde habían regresado.
-Y casi nos perdemos - Kevin hizo lo mismo que Carlos, apuntar al camino que estaba tras ellos.
-¿"Nos"? Mejor dicho tú te ibas a perder - Alan respondió al comentario de Kevin con una pequeña risa y ambos comenzaron con una pequeña discusión.
Liz se quedó pensando en la explicación de Carlos, suspiró y al oír la discusión entre Kevin y Alan le causó algo de gracia. - Supongo que no puedo enfadarme, bueno, es mejor que vayan a descansar y mañana me contarán qué es lo que encontraron.
Los cuatro caminaron juntos por el pueblo, calle tras calle, pero en un momento Alan había dicho que iría a buscar alguna bibliotecas o algún lugar para distraerse, se despidió y se fue caminando por una calle, levantó la mirada al cielo despejado, se veían algunas estrellas apenas visibles, era una vista hermosa.
Llegó a una parte donde no había tanta gente, en el centro del lugar se encontraba una fuente hermosa, tenía como estatua a una mujer que se encontraba hincada; como si estuviera rezando, su cabello llegaba hasta sus hombros, sus ojos estaban cerrados y de ellos brotaba el agua. A Alan le gustaba esa estatua ya que no le hacía sentir sólo, al contrario, le hacía sentirse en compañía cuando iba ahí a leer algún libro o cuando pasaba cerca, pero en ningún momento le hizo sentirse extraño, como son los casos de sus compañeros que solo decían: "Esa cosa me da escalofríos" o cosas así en ese sentido. Miró alrededor y se sentó cerca de la fuente y dejando a un lado su mochila le sonrió a aquella estatua y sacó el diario y miró de nuevo con detalle la portada.
"Diario de..."
- ¿De quién?...Tal vez el nombre esté escrito dentro y sino, entonces tendré que esperar hasta mañana para averiguar un poco más.- Abrió lentamente y con cuidado el diario ya que estaba muy frágil, las hojas estaban arrugadas y llenas de tierra, eso no le importaba, lo que le interesaba era su contenido, pero los números de las páginas y las fechas estaban rotas.
PÁGINA:
Hoy sólo es un día cualquiera, que importa, siempre recibo maltratos, es bueno que en la escuela me traten amablemente de vez en cuando, pero en realidad no me hace feliz, jamás me sentí motivada por nada, mi padrastro y mis hermanastros son igual de molestos que mis compañeros, son insoportables hasta la médula, pero, te tengo a ti, Ángeles, porque estás conmigo.
Alan se quedó sin palabras ante lo que estaba leyendo, una niña o adolescente, sufriendo de maltrato por parte de sus padrastro y compañeros, se quedó pensando por un par de minutos y siguió leyendo, página tras página; cada vez que avanzaba las cosas se hacían más oscuras, leía cosas que le hacían sentir mal, cosas como:
"Ellos se desquitan conmigo,¿Qué puta culpa tengo yo? Mi primo mayor abusa de mi sexualmente pero no me deja hablar porque sino me mataría cuando no estuviera nadie"
"Hoy Ángeles me defendió pero se que algo pasará..."
"Mi padrastro me golpea cuando llega borracho o no hago las cosas tal como las quiere y me grita mucho"
Pero lo que realmente hizo que su corazón se rompiera fue cuando leyó a la mitad del diario.
PÁGINA:
"Ángeles y yo estábamos tranquilas, hablando acerca de los sueños y de lo que haríamos de grandes, yo le dije que quería irme de la casa y no ver de nuevo a mi familia, pero uno de mis hermanastros me escuchó y claro, no fue algo bueno, llegaron con nosotras, enojados, Ángeles quería defenderme otra vez, pero sus padres también habían llegado y se la llevaron, yo sólo quedé con más moretones de lo normal, lo que me hicieron fue..."
- Alan no quería seguir leyendo más porque sabía que si seguía leyendo más del diario terminaría por arrepentirse, por lo que cerró el diario y puso sus manos en su rostro, no podía dejar de pensar en lo que le pudieron haber hecho a la chica, aunque pensó que era una adolescente por la forma en la que escribía, además de que era entendible su letra, sin mencionar la suciedad.
- De seguro esto alguien lo planeó, no creo que este diario tenga muchísimo tiempo, de seguro alguien fue a las ruinas y lo dejó para que alguien creyera que era real, pero, ¿Por qué? O ¿Querían que esto lo encontrará alguien especial? ¿Pero para que? En ese momento dio un suspiro y se quitó las manos del rostro, levantó la mirada a su alrededor; cerca de el había una adolescente como de unos 15 o 16 años de edad, ella se encontraba hacia la estatua de la fuente.
- ¿Es un lindo lugar, verdad? – Preguntó Alan, en él se encontraba confundido ya que en ningún momento había escuchado a alguien acercarse.
- Si, es bello y tranquilo cuando no hay nadie – Respondió la chica de cabello oscuro, su voz sonaba algo apagada, con pocos ánimos. – No suelo venir mucho por aquí y al parecer tampoco usted. – Dirigió su mirada hacia a él y éste de igual manera la miraba a ella. – Si, yo estoy ocupado así que casi nunca salgo a pasear por lugares así, solo vengo a pasear por lugares así, sólo vengo a leer libros de vez en cuando. – Dijo mientras levantaba un poco el diario – Aunque, este no es un libro, es un diario y es... - No sabía la palabra exacta para definir el diario. – Es extraño, pero me gustaría saber quien es el o la dueña del diario.
La chica se quedó mirándolo atentamente y en un momento se puso seria y dejó de mirarlo, es ese momento una rafaga de viento apareció, Alan se cubrió el rostro con el brazo, las hojas rápidamente que incluso algunas llegaron a arrancarse y salieron volando. En poco tiempo la ráfaga de viento paró y Alan bajó su brazo para mirar el diario.
- Oh no, se desprendieron algunas hojas. – Alan la miró con nervios y trató de acercarse a ella, con su mano izquierda sostenía el diario, y casi había quedado frente a ella, pero el lugar quedó en un profundo silencio y aquella chica solo dijo unas palabras antes de que Alan solo viera la oscuridad y cayera inconsciente.
- ...Mi nombre es "Tamber Wellis" y soy la dueña del diario.
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El Diario de Tamber Wellis
Misterio / SuspensoAlan es un arqueólogo que junto a sus compañeros entran a unas ruinas para encontrar algo de valor, durante la expedición se separan para buscar y la vida de Alan cambiará de un momento a otro.