Alan aún se encontraba inconsciente, pero podía escuchar cosas alrededor, escuchaba cómo sus compañeros estaban alterados y escuchaba como era llevado a su departamento, pero todo ruido cesó repentinamente, no escuchaba ni sentía nada, lo único que había a su alrededor era oscuridad, poco a poco divisaba sombras que pasaban de un lado a otro pero parecía que no le daban importancia a él por lo que no sintió miedo o nervios.
Se preguntaba así mismo si estaba muerto y ahora se encontraba en lo que algunos le llaman "El más allá" pero esa pregunta fue respondida por la voz de una joven, de inmediato reconoció esa voz al igual que recordó lo que había pasado, miró a todas partes para ver a aquella chica hasta que por fin la encontró, aquella joven de nombre Tamber Wellis se encontraba a unos cuantos metro de él.
-No estás muerto, sólo te traje aquí, bueno, sólo una parte de ti.-
-¿Una parte de mi? ¿A qué te refieres?-.
-Tu mente-< Dijo la joven sin dudar más detalles, se veía igual de inexpresiva.
Un silencio invadió el lugar. Alan estaba un tanto nervioso, no sabía si eso era un extraño sueño, como siempre, o era algo más que eso, la miró de pies a cabeza y ella parecía hacer lo mismo con el, la joven vestía un vestido algo simple, era de un color gris y le llegaba hasta los tobillos y al llegar a ese punto notó que ella no llevaba zapatos, volvió a mirarla a los ojos, eran de un color café, pensó Alan, su cabello era largo y oscuro, pasaba de sus hombros y llevaba dos pasadores en cada lado, quería seguir admirándola pero ella fue quien decidió romper el silencio.
-Respecto al diario-. Dijo acercándose al contrario con seriedad- Tu lo has encontrado, ¿No es así?-.
Alan se sobresaltó al recordar el tema del diario a lo que nerviosamente le respondió a Tamber.
-Oh claro, el diario...Tengo muchas preguntas acerca de eso.-
Responderé a cada una de tus preguntas pero tendrás que ser paciente, porque eso de saber las respuestas a todo, no es tan deprisa.-
Tamber quedó a unos pasos de Alan; cerró los ojos y se concentró mientras unía sus manos y en un leve tiempo el diario apareció entre sus manos, el diario se encontraba en buenas condiciones, los bordes, las páginas e incluso la portada, Abrió los ojos y miró por un momento su diario y levantó la vista para cruzar miradas con Alan.
-Quero que sepas una cosa, éste diario es importante para mi pero no puedo quedármelo, te lo confiaré a ti y no quiero que nadie más lo lea más que tu, ¿Entendiste? – Alan asintió con la cabeza jurándole la promesa de que no lo mostraría a nadie más.- Bien, con el tiempo te diré todo lo que quieras saber, solo se paciente.
-Seré paciente-. Dijo Alan con tono amable y tomó el diario que Tamber le entregaba, miraba lo bien que se encontraba; pasaba sus manos por la portada, por las hojas, Tamber al ver como estaba impresionado dejó escapar una pequeña risita a la cual Alan la miró algo avergonzado.- Lo siento – Rio nervioso.
Ya no quedaba mucho tiempo, la chica poco a poco desaparecía pero antes de eso lo miró por última vez.
-Cuidalo Alan, nos vemos luego- Dicho eso desapareció sin decir nada más, Alan suspiró y no sabía que hacer, miró de nuevo el diario y lo abrió, la letra era muy entendible, estuvo a puntode leer lo que decía la primera página, pero no había leído ni una palabra y una luz lo había cegado, levantó su brazo derecho y cubrió su rostro, escuchó una voz que le llamaba al mismo tiempo que aquella luz cegadora se hacía más potente, cuando se dio cuenta ya había despertado.
-Hey, despierta hombre-. Decía Kevin mientras alumbraba su rostro con una pequeña linterna- ¿Qué acaso no me oyes? ¡Despertó!-
Alan lo miró molesto y le quitó bruscamente la pequeña linterna y la dejó a un lado mientras se tallaba los ojos- ¡Desgraciadamente si te escucho!- Dijo tratando de disimular que no estaba molesto pero fue un intento inútil.
-Hasta que por fin despiertas, ¿Qué había pasado?- Preguntó Carlos estando a un lado de Alan, mirándolo preocupado.
-No sé, no me acuerdo- Trató de inventar cualquier excusa para evitar dcir lo que realmente pasó en el lugar, no iba a decir algo así como "Una linda chica me noqueó..." o algo parecido, recordó lo del diario y se sentó lo más rápido que pudo.- Oigan, ¿Han visto un diario que yo tenía cuando me desmayé?-
-¿Un diario? Mmm...No, sólo te encontramos a ti cuando todas tus cosas, por suerte no te robaron nada, ¿Por qué?, ¿Era importante? –Preguntó de nuevo Carlos.-
- ¿Acaso contiene escritos secretos tuyos? – Bromeó Kevin en un tono burlón mientras aguantaba la risa.
-Jaja, muy gracioso- Dijo sarcástico Alan. – Y bueno, si era algo importante, tal vez solo lo dejé en mi mochila- Estaba preocupado pero sabía muy bien como ocultar su preocupación.
¡¿En tu mochila?!- Gritó Kevin y se levantó rápidamente para salir corriendo de la habitación en busca de la mochila.-¡Yo te lo traigo, no te preocupes!-
-¡Kevin, espera!- Seguía sintiéndose débil pero eso no le impidió levantarse y perseguirlo- ¡Más te vale que no lo toques!
Por fin había alcanzado a Kevin y la mochila estaba en el sillón, cerca de una ventana. Ambos se empujaban para alcanzarlo, Alan había caído pero no iba a perder así de fácil, jaló del pie de Kevin haciendo que éste cayera a un lado de el y se levantó con respiración algo agitada y alzó el brazo para tomar su mochila pero antes de hacerlo Kevin rió y tomó la alfombra en donde se encontraba Alan de pie y lo jaló de un tirón, haciendo que cayera bruscamente al piso donde un quejido de dolor, molesto tomó lo primero que estuviera cerca, se dio la vuelta y lo lanzó hacia Kevin con bastante fuerza, no perdió tiempo y se levantó a tomar su mochila y alejarse gritándole.-¡¡¡Es solo mía y nadie toca MIS cosas!!!- Se le hacía raro que Kevin no estuviera ahí pero en cuanto bajó la vista, Kevin estaba en el suelo noqueado.
-Alguien tendrá que ayudarlo- Dijo Carlos recargado en la puerta mientras comía algún dulce.
-Tienes razón...y no seré yo- Contestó Alan para luego dirijirse a su habitación abrazando su mochila.
-Tampoco yo-. Carlos seguía saboreando su dulce y se dirigió a la sala para ver TV.
Kevin se quedó ahí tirado en el frío piso hasta que pasaron unos minutos y había despertado, recordó lo que pasó y se quedó sin palabras.
-¿Desde cuando se volvió tan fuerte?-
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El Diario de Tamber Wellis
Misterio / SuspensoAlan es un arqueólogo que junto a sus compañeros entran a unas ruinas para encontrar algo de valor, durante la expedición se separan para buscar y la vida de Alan cambiará de un momento a otro.