Capítulo 4

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Derek no es interrumpido hasta que pasa del medio día, siendo Melissa quien entra en su habitación con una cara muy seria. Se levantó de la amplia cama preocupado porque no era muy común que la mujer fuera a su cuarto o que lo viera de esa manera, ¿habría sido atrapado besando a Stiles en el pasillo? La ansiedad llego como un golpe bajo y seco, dejo el libro que estaba leyendo y se levantó precipitado, solo entonces la miró esperando algún comentario que lo condenará a un castigo severo por intento de sodomía, sin embargo, Melissa dijo.

—El señor Stilinski lo espera en el comedor.

—¿Qué? —eso es incluso peor, pensó—. ¿Para qué? Ahora mismo esta comiendo con el canciller, ¿cierto?

—Sí, pero parece que el monseñor Martin quiere conocerlo.

Derek siente que comienza a sudar de nervios, incluso que sus rodillas tiemblan de puro pavor, pero aún se aliso el traje que había escogido para esa mañana y camino hasta la puerta con mucha inseguridad. Es la segunda vez que ve a Melissa actuar como una verdadera mucama, ya que lo deja pasar primero y luego guía su camino hasta el enorme comedor como si Derek no lo hubiera conocido nunca. Esta nervioso, no desea conocer al Canciller ni a su hija, pero cuando se detienen en la puerta, Derek suelta un respiro antes de que Melissa abra la puerta por él. No hay donde correr, de todos modos...

Detrás de la puerta se hayan el canciller Martin, su esposa que conocía por las fotografías de los periódicos, y la futura esposa de Stiles, una pelirroja de gruesos labios que estaba sentada a su lado con un rostro tan serio y frio que desencajaba mucho con el de su amado castaño. Todos en la sala mantuvieron silencio y fijaron sus ojos en él, como si fuera parte de un espectáculo que él desconocía, incluso Stiles, quien siempre había sido muy lascivo con su mirada, esa vez lo miró como si fuera la primera vez y estuviera desinteresado en él. No puede negar que eso le dolió un poco.

Derek tragó saliva y decidió poner los ojos en la habitación, los platos vacíos en la mesa le indicaban que la cena ya había finalizado y que en realidad no lo habían invitado a acompañarlos. Solo entonces se percato de la mirada peculiar del canciller, su corazón latió rápidamente. Lo habían obligado a ir a un juicio sobre su persona, un juicio que no tenía en mente y que sabía que posiblemente terminaría haciendo algo mal.

Noah se levantó del asiento, y el canciller junto con su esposa le miraron con fervor afirmándose que, en efecto, es un juicio hacia su persona. Ahora que lo piensa, Derek debería tener mucho miedo de estar alrededor de un hombre que podría descubrir su fraude como profesor de Oxford... mierda, ni siquiera se había acordado de que entro en aquella casa con una historia falsa... de igualmente al terminar de acercarse acompañado del señor Stilinski, Derek estrecho las manos que le fueron extendidas como si no tuviera nada que ocultar.

—Derek Hale —contesta a una pregunta no realizada—. Un gusto poder conocerlo a usted y a su adorable familia, Canciller Martin.

—Oh, no muchacho —se apresuró a interrumpir el Canciller luego de soltar su mano—. Estamos en una cena familiar, una cena de festejo. Puedes llamarme Emmanuel si lo deseas, mi esposa, Natalie, y mi hermosa hija Lydia —Derek las miro fijamente inclinándose con respeto y las dos mujeres asintieron a su saludo—. Noah me ha dicho que eres el nuevo profesor de mi futuro yerno. ¿Eres profesor de Oxford?

Derek sabía que podía responder con la verdad y enfrentarse únicamente a Noah... sin embargo...

—Exprofesor, no he ejercido desde hace cinco años —que es cierto, pero nunca fue profesor de Oxford. Derek no estaba preparado para lucir la verdad de una forma tan torpe, pero aun así sintió su nuca llenarse de sudor.

—Bien, no he escuchado hablar de diplomáticos por parte de Oxford desde la desaparición de Harris —Derek esta seguro que es una advertencia silenciosa—. Espero que estés haciendo un buen trabajo con mi yerno.

RUDE (AU) [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora