Nos detengamos unos minutos. Dejemos la monotonía diaria. Olvidémonos de nuestras obligaciones; de las actividades de esa lista que no llegamos a terminar.
Cerremos sesión en nuestras redes sociales, e ignoremos los múltiples emails, mensajes y audios que llegan a nuestro celular.
Dejemos de pensar en las noticias que trasmiten los medios, que muchas veces asustan, entristecen o generan ansiedad. Evitemos, aunque por un breve lapso, que el mundo exterior nos controle.
Y entonces cerremos los ojos y reflexionemos sobre nuestra vida, y el rumbo que le estamos dando.
En este afán por cumplir con todo creo que nos estamos olvidando de lo esencial, vivir el presente.
¿Cuándo fue la última vez que llamamos, o hablamos con alguien sin calcular el tiempo que podíamos tardar?, ¿sin pensar en "estoy muy ocupada, luego le hablo"?
¿Cuándo fue la última vez que sonreimos verdaderamente y, no ante una cámara?
¿Cuándo fue la última vez que hicimos algo que nos apasiona sin sentirnos culpables por delegar algo académico o laboral?
¿Cuándo fue la última vez que nos permitimos llorar, limpiar nuestra alma de todo su dolor, permitiéndonos no hacer nada, más que intentar recuperarnos de una pérdida, un corazón roto, un plan fallido, o una injusticia?
¿Cuándo fue la última vez que dejamos descansar nuestra mente, sin atormentarla con un torbellino de pensamientos?
Sé que resulta difícil darnos un lujo así todos los días. Pero cuán necesario es para nuestra salud y felicidad. Por eso hagámoslo, nos desconectemos del exterior cuando nos sintamos sobrecargados. Hablemos con alguien, salgamos a nuestro jardín a respirar aire, escribamos nuestras emociones u éxpresemolas por medio de la música o el baile. Abracemos más, digamos 'te quiero' más seguido. Lloremos incluso si es necesario. Pero no esperemos a estallar. No nos privemos de ser felices aunque sea por un momento cada día. No sabemos que nos depara el futuro. Pero quizás ese 'después' sea demasiado tarde.
ESTÁS LEYENDO
"Expresiones del alma"
PoetryAlgunos somos locuaces para entablar conversaciones, mientras que a otros nos resulta difícil compartir nuestros pensamientos y emociones. Pero expresar lo que sentimos es tan necesario, libera nuestra alma. Es entonces cuando debemos escribir, plas...