Kiss me, baby ||Norminah|| ||Ziam||

Capítulo 1

Capítulo 1

— ¡Maldición!

Dinah Jane aulló llevando una mano a su cabeza. Sentía que su cerebro luchaba por mantenerse dentro de su cabeza. La chica no tardó en comprender que todo era a causa de los excesos de la noche anterior.

Poco a poco fue incorporándose, con un crujido de sus articulaciones siguiendo a otro de su columna. Se había quedado dormida en el piso de una sala de estar.

—Parece que toda la botella de vodka por fin te está pasando factura.

Dinah levantó la vista hacia Sydney, una chica rubia a la que había visto bailar sobre una mesa antes de caer rendida como ella.

Ambas sonrieron con diversión.

—Solo así se sabe si la fiesta valió la pena.

—Lo sé. Es una buena manera de despedir el penúltimo año —Sydney comenzó a ponerse de pie y enseguida ayudó a Dinah—. Vamos a buscar algo para la resaca.

—Espero que en el último año haya algo para superar esto. Lo veo algo difícil pero no me importaría asistir a unas cuantas fiestas más.

Las chicas atravesaron la sala casi de puntillas, siempre tratando de no pisar a alguna de las otras personas. Al llegar a la cocina Sydney supo de inmediato dónde debía buscar.

Las pastillas efervescentes para el dolor de cabeza no tardaron en aparecer, Dinah sirvió dos vasos de agua y tomaron el antídoto más rápido de lo que tardaron en llegar a su límite con el alcohol.

—La siguiente semana habrá otra fiesta en casa de los Jauregui —inició Sydney.

—No me la perderé por nada. Es la casa de mi mejor amiga, de cualquier manera estoy siempre ahí —río Dinah.

Recordaba la vez que llegó sin avisar justo en el momento en que la familia estaba cenando. Lauren, su mejor amiga, se había molestado con ella por haberla incomodado a propósito durante la cena. Luego de eso, Clara, la madre de Lauren, tuvo que confiscarle el juego de llaves que de alguna manera Dinah había conseguido.

—Sí, bueno. Esperaba poder ir también. Por...Lauren —la chica desvió la mirada a sus pies descalzos.

Dinah abrió los labios de par en par comprendiendo todo. No era para nada estúpida desde luego, pero le costaba creer que Sydney estuviera interesada en su mejor amiga.

Claro que ella no tenía nada en contra de eso. Lauren había sido muy sincera respecto a sus preferencias desde un principio, y aunque Dinah no compartiera los mismos gustos, las dos se habían hecho muy buenas amigas contra todo pronóstico.

— ¿Estas tratando de decirme algo más? —inquirió con curiosidad la castaña.

—Me gustaría que hablaras con ella. Ya sabes, decirle algunas cosas buenas sobre mí.

Dinah no pudo evitar reír fuerte. Sydney echó una mirada nerviosa a su alrededor esperando que nadie más hubiera escuchado.

—Oh, chica. ¡Ten por seguro que le hablaré sobre ti!

La chica le guiñó un ojo a la rubia antes de avanzar por la cocina. Dinah había estado tratando de conseguirle pareja a Lauren Jauregui desde que se conocieron, la tarea no había sido fácil pues su amiga insistía en que se estaba guardando para Camila Cabello. Era una relación un tanto imposible pero no había manera de sacarla de su fantasía.