Ordenes.

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Sasuke había regresado, sí, pero eso no había cambiado completamente nada en la relación con la pelirosa, quien a veces, lo rehuía cuando lo veía por las calles, e incluso para comunicarse con él utilizaba a terceras personas. Eso empezó a fastidiarle, y el nivel subía cuando tenía que hacer estúpidas misiones de reconocimiento donde no podía estrenar sus nuevas habilidades.

En esta misión que se le había dado, había tenido la suerte de que le tocara con ella. Nunca dejaban que el Uchiha fuera solo, así que siempre iba acompañado. Pero esta vez, no era solo de una persona. Sai, su reemplazo en el equipo 7 y "ligue" de la rubia Ino Yamanaka, estaba con ellos.

Todo iría perfecto si no fuera por que él estaba completamente excluido de las conversaciones de estos dos. Incluso miraba con recelo al otro moreno cuando se acercaba demasiado a ella. Estaba con la rabia acumulada desde que había llegado a la Hoja y no recibir ninguna muestra de afecto de su ex-compañera. Sonrió de medio lado al tener un plan en la cabeza.

—¡Cuidado! — gritó Sakura, esquivado una lluvia de kunais. Sai saltó al lado contrario que ella, pero no paso mucho tiempo, cuando varias serpientes blancas le enroscaron los pies y se lo llevo lejos de ellos dos. — ¡Sai! — hizo un ademan de ir tras el, pero un brazo en su cintura se lo impidió. — ¡Suéltame! — dijo entre enfadada y un poco desconcertada.

Sasuke paso de sus palabras, y obviando todas las maldiciones, la cargo como un saco de patatas y salieron de escena, dejándola con cuidado en el suelo apoyada en un árbol.

—¿Que cojo...

—Saldrás conmigo— dijo tanjante, sin esperar a que acabara su frase, Sakura arqueó una ceja.

—¿Cómo? — preguntó sin creérselo.

—Y luego te casarás conmigo. — siguió hablando. La miraba directamente a los ojos esperando algún movimiento. — Te mudarás a mi casa y serás la madre de mis hijos. — Sakura estaba con la boca abierta al escuchar los mandados del chico.

—¿Y si no quiero? — el color rojo empezó a cubrirle la cara al pensar en la ultima frase y como se llegaría a eso.

Lo iba a admitir, aún estaba colada por sus huesos, pero ya no era aquella niña pequeña que besaba por donde él pasaba. No, había madurado y se lo hacía demostrar cada vez que podía.

—Es una orden, Sa-ku-ra. — y acabó esta frase juntando los labios con los de ella.

5 maneras de proponerse por Sasuke Uchiha [SasuSaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora