CAP. 4 "HURGANDO LOS RECUERDOS"

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No me amaba,  no lo hacía,  sin embargo la manera tan sutil de decirme "cariño" me obligaba a caer rendida a sus pies,  a ser una sumisa obediente pues al final del día recibiría mi premio,  su gran recompensa,  una llena de orgasmos y sensaciones nuevas,  una donde las noches eran interminables,  el sonido de las canciones fuertes y los movimientos de nuestros cuerpos chocantes y duros,  nunca fue mío en realidad,  aunque sin darme cuenta, yo era de su propiedad,  no sé si realmente quería omitir esa idea o anhelaba serlo desde un principio,  cada vez que dormía,  lo pensaba de tal manera que temía volver a cerrar los ojos;  me demostraba que podía sentir algo por mi, algo recíproco.

Éramos pésimos siendo una pareja,  un equipo;  pero en el sexo si que nos entendíamos muy bien y eso a final de cuentas,  me hizo sentir incompleta pero satisfecha,  conforme con lo que él me podía brindar,  no era amor,  pero si un corto tiempo en la vida de él,  busqué tan desesperadamente pertenecer en ese lugar por más tiempo,  que lo único que hice fue que saliera huyendo,  escapando de un amor ambiguo,  dudoso y triste.  Olvidarle era mi gran castigo,  me quedé ahí,  de pie,  mirando como se hacía feliz con otra persona,  una imitadora... Alguien que no era yo.

Notas de un Amor TóxicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora