Al despertar, Iguro sintió la amarga sensación de la resaca, algo que no sucedía a menudo. ¿Cuánto bebió exactamente? Tan siquiera recordaba lo que sucedió anoche, sólo la charla con Tengen y Shinazugawa, luego...
Oh, no, se golpeó la frente.
Durante toda la reunión mantuvo en su cabeza las palabras del pilar de viento, sumado a las recomendaciones del pilar del sonido, quizás no debió pensar tanto en el asunto, ya que acabó sumergido en los efectos del alcohol luego de beber tanto para olvidar sus problemas amorosos.
Lo malo fue que, tras beber tanto, se había quedado dormido. Claro que los pilares no lo iban a dejar ahí, pero ninguno conocía su vivienda, y tampoco estaban dispuestos a llevarlo a sus casas.
Allí es donde entra la bondadosa pilar del amor, quien ya había visitado la casa de Iguro en más de una ocasión, ella le pidió a los demás que no se preocuparan, que lo dejen en sus manos y que estaría bien. Sin mucho problema cargó al chico en sus brazos al estilo princesa y se lo llevó, después de todo él era tan pequeño y ligero.
Todos quedaron impactados, esa sería una anécdota muy graciosa que en definitiva daría que hablar en próximas reuniones.
Al recordar aquello, Obanai se sintió totalmente avergonzado, por suerte Kanroji se fue apenas lo dejó en su habitación (o eso recordaba) pero eso no le quitaba lo humillante. ¡Una chica lo cargó hasta su casa! Su dignidad había disminuido en más de la mitad.
Al medio día ya estaba recuperado de su dolor de cabeza, pensó que era momento de poner en marcha los consejos de Tengen, no sonaban tan mal después de todo.
Luego de un pequeño interrogatorio, el peliplata descubrió que Iguro no sería capaz de declararse de frente, al menos no como se debe, por lo que le sugirió escribirle una carta expresando abiertamente todo lo que sentía, a él le pareció infantil, pero quizás funcione.
Pluma, tinta y papel, manos a la obra.
A decir verdad, no le costó ni un poco escribir dicha carta, el tan sólo pensar en Kanroji era suficiente para poder expresar todo lo que sentía y plasmarlo en el papel. Una vez terminada la carta, la firmó y la amarró a la pata de su cuervo.
━Entrégaselo a la pilar del amor, no dejes que nadie más toque ésta carta o dejaré que Kaburamaru te devore.
El pobre pájaro salió de allí luego de oír el siseo de la serpiente que como siempre, yacía en el hombro del pilar. Suspiró pesadamente, ya no había vuelta atrás.
Se sentó en su jardín a pensar; ¿Cómo reaccionaría Kanroji?
Por otro lado, el ave mensajero del amor estaba teniendo complicaciones para encontrar a la pilar, demasiadas de hecho, la buscó en los lugares que ella concurría pero nada. Resultó ser que Mitsuri fue a visitar a Obanai ya que se preocupó de su bienestar, tomando un camino paralelo al que seguía el cuervo.
Al llegar ella a la casa de Iguro, éste la observó con sorpresa y terror, ¿¡Tan rápido le había llegado la carta que ya vino a responder?!
No.
Definitivamente no estaba preparado para afrontarla tan rápido, quería huir, esconderse en algún lugar. Con cada paso que la pelirrosa avanzaba; el corazón de Iguro latía más y más rápido, incluso llegó a pensar que se le saldría del pecho.
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Pequeño gran problema. ⌦ᴏʙᴀᴍɪᴛsᴜ
RomanceIguro está decidido a mantener sus sentimientos hacia Kanroji en secreto, sin embargo, sus camaradas lo hacen cambiar de idea. ¿El problema? ¡No sabe como confesarse sin morir en el intento! ▪︎Two-shot. ▪︎Los personajes le pertenecen a Gotouge.