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Martina Stoessel, o Tini, como le decían sus amigos más cercanos, acababa de llegar a Miami junto a su familia. Había dejado atrás su natal Argentina, para venir a cumplir el sueño americano. Su padre había recibido una oferta de una de las multinacionales más importantes del mundo, lo que significa muchos beneficios para su familia. Uno de ellos, fueron las becas que les otorgaron tanto a ella como a su hermano Francisco, en el colegio más prestigioso de Estados Unidos, lo que la tenía muy emocionada.

Francisco, iba a cursar su último año de colegio, mientras que Tini entraría a decimo grado. La casa que les había otorgado la empresa era muy bonita, típica casa americana, en un vecindario muy familiar. Tenía dos plantas, en el primer piso estaba la cocina, un estudio, la sala principal, una sala secundaria y el comedor. Además, de una terraza enorme en donde había una piscina y una pequeña casita donde estaba el cuarto de invitados. En la segunda planta, se encontraba tres habitaciones cada una con su baño y su vestier.

La casa era mucho más grande que la que tenían en Buenos Aires, por primera vez tendrían una piscina. Tini, estaba en su cuarto, arreglando su ropa en el vestier, cuando su madre entro.

Mariana: Hija, ¿te falta mucho para terminar?

Tini: No, mamá, ya casi acabo de arreglar todo.

Mariana: Acuérdate que hoy tenemos una invitación a comer con el nuevo jefe de tu papá. Tienes una hora para estar lista, ya que nos demoramos más o menos una hora en llegar al lugar.

Tini: OK. Me baño y me alisto.

Mariana salió del cuarto, Tini decidió dejar lo que estaba haciendo para cuando regresaran de la cena, y con eso se metió a bañar. Veinte minutos más tarde, ella había salido de la ducha, no quería usar nada elegante, pero tampoco muy común. Decidió elegir un vestido, que le llegaba hasta la rodilla y unos tenis blancos, que harían el look un poco más casual. Se aplico un poco de base, rímel y un lápiz labial color nude. Todavía tenia tiempo de llamar a su mejor amiga Carola, ella se había venido a vivir junto con sus padres a Miami.

Tini: Caro

Caro: Titi, ¿cómo estas?

Tini: Bien, amiga. Te llamo para ver si después de la comida que tengo con mis padres nos vemos un rato.

Caro: Claro que sí, Titi. Yo te paso a buscar y vamos a un café que me encanta, es en el muelle. Tiene un paisaje hermoso, además que suelen haber niños lindos. – me reí.

Tini: Boluda, acabo de llegar no tengo tiempo para estar viendo niños lindos. Además, necesito que me ayudes con lo de la prueba de manejo, no pienso depender de Francisco en el colegio. Y más sabiendo que se quiere anotar en el equipo de fútbol.

Caro: Obvio Titi, si quieres yo te enseño. Y hacemos el registro para ver cuando te dan la cita para la prueba.

Tini: Muchas gracias, no sabes de la que me estas salvada. Ojalá pudieras ir con nosotros al mismo colegio.

Caro: Ojalá Titi, pero mis padres no me pueden costear esa clase de colegios. Aquí tiene mucha fama, le pregunte a una prima que vive aquí, y me dijo que allá van los niños más lindos del mundo. Todas las niñas quieren con ellos. Pero que el más lindo es el capitán del equipo de fútbol. Me dijo el nombre, pero no me acuerdo como es, algo con s.

Tini: Lo que menos me importa son los niños lindos, estoy enfocada en unirme al programa de artes que tienen. Es uno de los mejores, de ese programa han salido grandes cantantes y actores.

Caro: Ay Titi, tu y ese sueño de ser cantante. Al menos tienes muy buena voz. 

Mi Primer AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora