Capítulo 4. ¡Gege!

2.9K 379 14
                                    

Al ver la escena el corazón de Wei Wuxian se sentía especialmente emotivo, podía sentir los sentimientos de Lan Wangji ya que estaba familiarizado con ellos, no recordaba a sus padres, pero aun así había ocasiones en las que percibía ciertas sensaciones en su memoria, el calor de sentirte protegido y amado, cree alguna vez haberlo vivido.

En esos momentos el tiempo parecía haberse detenido dentro de la habitación, la imagen de Lan Zhan en brazos de su madre que estaba clara frente a él comenzó a hacerse borrosa. Wei Wuxian se levantó de su puesto alarmado —¿Qué está pasando?— trató de acercarse pero antes de alcanzar a tocarlos con su mano la imagen se desvaneció e inevitablemente cerró sus ojos.

Cuando los volvió a abrir sintió que algo había cambiado, el escenario era el mismo pero el sol brillante fue opacado por las nubes a la vez que el viento se volvía cada vez más frío, la tierra se pintó de blanco y del cielo caían pequeños trozos de nieve casi cristalina, dando la impresión de lágrimas cayendo del cielo, así la escena frente a él era aún más dolorosa de ver y sus ojos empezaron a picar.


🐇🐇🐇🐇🐇🐇🐇🐇🐇🐇🐇🐇🐇

Por otro lado, en Muelle de loto la nieve había cubierto los tejados, el clima era helado provocando que las calles llenas de mercaderes estuvieran totalmente desiertas. Sin embargo, una pequeña silueta se movía de forma apresurada por el solitario pasaje. Wei Ying había escuchado unos ladridos aterrorizándolo hasta los huesos, el miedo lo hizo olvidar del frío que sentía por llevar ropas inadecuadas para ese tiempo y huyo lejos de la humilde choza en la que se estaba quedando, desde que sus padres murieron.

El pequeño no era rival para tres grandes perros alcanzándolo en muy poco tiempo, su cuerpo estaba débil por el frio y la fatiga, colapsando cerca de un callejón. Wei Ying trató de levantarse para enfrentar a los caninos, pero no logro mover su cuerpo e inevitablemente empezó a temblar. Su respiración estaba entrecortada mientras aguantaba el llanto, cerró los ojos esperando sentir las mordidas. Sin embargo, el doloroso ataque nunca llegó.


🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸🌸

El pequeño Lan Zhan que se encontraba sentado de espaldas no parecía ser mayor que el anterior, no obstante, el ambiente a su alrededor había cambiado abruptamente. La habitación que antes había sido iluminada por el sol se encontraba oscura debido al paisaje invernal, el niño estaba sentado en silencio y su espalda se mantenía recta haciendo difícil descifrar que pasaba por su mente. Wei Wuxian supuso que no ha pasado mucho desde que Madam Lan falleció.

Las horas habían pasado, pero dentro de la habitación el tiempo parecía haberse vuelto a congelar, el sol estaba por ponerse y el infante que se había mantenido en la misma posición dio indicios de levantarse, se dio vuelta dispuesto a retirarse. Imprevistamente, detuvo sus movimientos y en sus ojos se podía ver un leve cambio. Justo ahora Wei Wuxian se encontraba de pie frente a él esperando que continúe, pero por la repentina pausa se dio cuenta de algo — ¡Ah! Ya puedes verme— Lan Zhan no dijo nada solo miraba atentamente a la extraña persona —Lan Zhan, está bien, no soy un extraño sí, no pienses que lo soy— después de que lo llamara por su nombre el pequeño lo miraba con más duda todavía — Lan Zhan, escucha cuidadosamente, es una promesa. Desde ahora no estarás solo nunca más. Yo estaré contigo por siempre.

Wei Wuxian estiró su mano mientras le sonreía dulcemente, el pequeño lo miraba receloso, parecía debatir si creer en sus palabras o no. Sin embargo, algo le decía que esa persona de extraña sonrisa era alguien en quien podía confiar y haciendo caso a esa corazonada finalmente tomó su mano.


🐇🐇🐇🐇🐇🐇🐇🐇🐇🐇🐇🐇🐇

Lan Wangji lo había seguido hasta el callejón, interponiéndose entre él y los perros, tal escudo humano, los caninos percibieron al hombre que los miraba con una mirada glacial, como una amenaza y huyeron con la cola entre las patas. El adulto sintió un ligero jalón bajo su vista para encontrar el rostro algo sucio de Wei Ying que le regaló una reluciente sonrisa —¡Gege... muchas gracias!

Se arrodilló para quedar a su altura y con un pañuelo limpió la suciedad de su rostro, el niño miró hacia abajo algo había captado su atención —¡Oh! Son conejitos, que lindos son— ahora estaba más tranquilo al parecer le había pasado el susto. Lan Wangji tomó los conejos y se los dio, mientras en su rostro se formaba una ligera sonrisa —para mí, gracias Gege— Wei Ying se encontró con su mirada, esta albergaba una gran calidez que derretía el frio que sentía su corazón.

El mayor se puso de pie nuevamente para después estirar su mano que fue tomada de forma tímida por el pequeño —Desde ahora estarás conmigo — su voz era tranquila y segura haciendo que el pequeño confiara en sus palabras — ¡En serio! Tendremos muchos conejitos y una cabaña en el bosque.

Lan Wangji, asintió con convicción —Hmn.

Así dos figuras tomadas de la mano se alejaban lentamente del frío de la ciudad, dejando un camino tras ellos en la espesa nieve.      

|EL ANHELO DEL CORAZÓN| - WANGXIANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora