Subtract & Divide (Karmaland 4)

CAPITULO 1

*Casa de Vegetta*

Cuando Vegetta llegó a Karmaland, lo hizo por un mensaje que recibió en su teléfono, era Willy, quien le decía que se iba a vivir a Karmaland por amenazas que había recibido, Vegetta le ofreció compañía pues a pesar de que ya no eran novios, seguía amando a Willy e iría a donde fuese por él. Willy renegó al principio, pero no tardó mucho en decirle que sí, sin embargo, la condición era que viviese en otra casa, lejos de él, pues no quería confundir las cosas, nada entre ellos había terminado bien, seguían comunicándose solo por una extraña necesidad que Willy tenía de recurrir a Vegetta.

Vegetta, decidió vivir en una gran isla flotante que el mismo había diseñado, imponente en el cielo podía ver todo el pueblo desde su hogar, aunque francamente lo hacía para poder vigilar que nadie se acercara para herir a Willy quien había comprado una gran casa en el árbol, que se encontraba en una planicie. Eran tan distintos, en especial por sus poderes, eso había sido unos de los motivos de su separación, que aún dolía en el pecho de Vegetta.

Una vez en casa, Vegetta se permitió pensar...

Willy está tan a la defensiva, jamás lo vi así, asustado... Lo vi enojado, muchas veces, pero asustado nunca y odio verlo así. Desde que se fue de casa no hablamos mucho, muchos preguntan porque ya no estábamos tan juntos, pero él jamás dejó que nuestra relación fuese pública. Fue mejor nunca aclarar nada.

La rabia empezaba a volver a surgir en Vegetta, recordaba cada palabra que Willy usó al terminar, dolía demasiado para aceptar todo eso, pero ahí estaba, en un nuevo lugar, acompañándolo por temor a que alguien si quiera pudiese lastimarlo.

- Willy... Nunca fuiste capaz de decirme nada, pero yo lo sabía todo.

La casa era inmensa y ya se había asentado, cuando decidió bajar a ver cómo iba Willy con la mudanza, con suerte vería algún vecino amigable. Vegetta era muy solitario, pero adoraba conocer gente, nunca le gustó la soledad, por eso amaba a Willy, era el único que lo había sacado de ella. Bajando por el ascensor pensaba en todo lo que había pasado e intentaba despejar su mente, sin embargo, fue interrumpido por una voz coqueta que le sonaba algo familiar, era Rubius, un chico con el que había tenido aventuras cortas y una que otra interacción antes de ser novio de Willy.

Rubius, ¿qué haces aquí?

- Dije "Bienvenido Vegetta" al menos intenta ser cordial, solo pasaba a ver quién era el nuevo vecino.

- ¿Hace cuánto vives aquí?

- Poco más de dos semanas, vine buscando tranquilidad y alguien me recomendó este pueblo, francamente no esperaba tener tantos vecinos conocidos. Es muy extraño.

- ¿De qué hablas? Ni si quiera esperaba verte a ti.

- Deberías alegrarte, lejos de Willy por fin podremos divertirnos.

- No lo sabes... Rubius Willy y yo éramos amigos y no creo que sepas que él también vive ahora aquí.

- ¿Eran? En pasado, joder, ¿no viven juntos no? Pero si no viven juntos ¿por qué está también aquí?

- No seré yo quien te lo diga. ¿A qué conocidos te referías?

- Siempre tan borde. Fargan hace poco compró una muy linda casa por aquí, Alexby tiene una de las mejores casas del lugar, Luzu también vive acá, no sé qué nos reunió, pero es una locura.

- Todavía...

- Si, todavía tengo el fuego negro.

- Joder...