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«Si bien el mecanismo del juego es sencillo y no presenta mayores dificultades, el instructivo funciona a modo de tabla de consulta sobre eventuales preguntas que pueden surgir durante el desarollo del mismo"»
-Qu-qué?
Jazmín se había quedado tiesa. Su cabeza asomada por el hueco de la puerta entreabierta no podía procesar que estaba sucediendo. Su vecino, un rapero famoso que vivía a dos departamentos del suyo y con el que difícilmente había cruzado palabra en su año de alquiler, estaba parado frente a la entrada esperando algún tipo de respuesta.
-¿Es joda, no?- respondió finalmente, con la voz quebrada por los nervios.
Valentín se apresuró a responder. -Sí, ya se, suena para el orto, pero te juro que tiene lógica.
La muchacha revoleó los ojos disimuladamente, con intención de revisar -de paso- si le estaban jugando una broma pesada.
-No creo que ni la mejor explicación sirva para eso...
-Te juro que no quiero joderte- repitió, como si les estuviese leyendo la mente.
Ella decidió ceder. Abrió un poco más la puerta (lo suficiente para asomar su hombro) y le dió pie a su relato con una mirada afirmativa.
Valentín, ni lento ni perezoso, comenzó su explicación haciendo gala de su oratoria.
-La cosa es que ayer a la noche se me quemó toda la conexión eléctrica, pero toda mal eh.
Jazmín frunció el ceño con expresión de duda. Valentín continuó.
-Sí, ya se. Te estarás preguntando cómo pasó eso, pero la verdad que no idea. Se me saltó toda la térmica y no me funciona ningún enchufe, ni los disyuntores ¡ni siquiera el termotanque de la ducha!- exclamó la última oración lanzando los brazos al aire, en señal de "no lo puedo creer".
Jazmin permaneció apática.
Claro sí, seguro que los parlantes, la música y las luces de boliche 24/7 no tienen nada que ver.
Él carraspeó la voz.
-Bueno, nada, hice los reclamos pero con esto del coronavirus no sé cuándo van a venir a arreglarlo.
Wos se quedó parado en clara espera de alguna respuesta a su relato. La muchacha no cedió mucho más que un pestañeo aún incrédula.
-Ajam...¿y?- el rubio la miró escéptico. -Eh...nada, creo que sos la única persona en el edificio fuera del grupo de riesgo, por ende...la única que le puedo pedir ayuda.
Los silencios prolongados ya estaban empezando a volverse pesados entre ellos. Totalmente contraria a la actitud del rapero, los tacos de Jazmín demostraban una cierta tensión tan filosa como un cuchillo.
Finalmente, habló. -Mmm...no.- dijo, sin más, para cerrar la puerta.
La mano de Valentín fue lo suficientemente rápida para detener la puerta.
-Pará ¿cómo que no?- preguntó con voz atónita.
La acción la tomó por sorpresa. Ahora con peor actitud, respondió más cortante. -No, de negación. -Pero te estoy pidiendo ayuda- insistió él, aún con la mano sobre la puerta. -Y yo estoy negandotela, es simple- la voz venía con una pizca de sarcasmo.
Los dos se quedaron quietos, sin decir nada. Uno totalmente estupefacto pero desesperado por la situación, la otra con la seguridad de que estaba haciendo lo correcto. La primera charla vecinal no estaba saliendo para nada bien.
-Mirá, no me puedo ir de acá porque obviamente no voy a romper la cuarentena así que estoy confiando en tu solidaridad...que bajo esta actitud de conchuda tiene que estar- la frase le salió prácticamente sin pensar.
Los ojos de ambos se abrieron como platos. -¿Cómo me dijiste? Ahora tu vieja te va a pasar luz- exclamó Jazmín, confirmando todas sus sospechas.
-No, banca- se quiso explicar él aunque no le diese chance. Jazmín empujó la puerta con fuerza para cerrarla.
-¡Te pago la mitad de la boleta de luz!- soltó en un grito desesperado.
La muchacha se detuvo y retrocedió en sus actos.
Bueno, esa no era una tan mala idea.
Se asomó por la ventana una vez más y mantuvo su cara sería para hablar. -¿Qué es lo que necesitas?- casi que escupió.
Wow tomó aire. -Agua caliente, heladera y un enchufe para cargar el celular, nada más- exclamó, rendido.
Ella se quedó reflexionando las condiciones. -¿Y a qué viene eso de pasar la cuarentena acá?- preguntó con sarcasmo.
Wos soltó una risa nerviosa.
-No bueno, eso fue un chiste para romper el hielo...que no funcionó- explicó.
Los ojos café de Jazmín ni se inmutaron. Él esperó ansioso la respuesta. -Ok, está bien- dijo finalmente.
-¿Tenemos un trato?- preguntó sin esconder el alivio.
-Ajam, el mes que viene te mando copia de la factura- respondió. Wos rió pero no habia nada en la actitud de ella cerca de ser un chiste.
Jazmín le dictó su celular para que lo agendase.
-Buenisimo, perfecto, ahora te hablo- dijo él mientras caminaba hacia su puerta- ¿Tu nombre?- exclamó, como acordándose de repente.
-Jazmín- respondió fría. -Jazmín Alsina.
-Valentín Oliva- replicó.
Con un revoleo de ojos, la muchacha cerró la puerta y sacó de su vista la gran sonrisa de si vecino. En una de esas, la cuarentena la hacía safar de la abultada factura de luz.
-
a
caaaa primer capítulo 💕
se que este no es muy bueno pero era más para que lo de la cuarentena tenga lógica (?)
