Cortas Historias De Mi Corta Vida

9 piso.

-Joder!!! Callate ya.- le grité a escasos centímetros de su oído, cansado de escuchar sus tonterías.

Me empujó, y tras una mira que compartía asco y intriga, sus labios comenzaron a pronunciar aquella pregunta que mi alma tanto temía.

-Qué coño te pasa?

Tras unos segundos de miradas intensas, respondí entre respiraciones irregulares y nerviosas mientras las lágrimas comenzaban a recorrer mis mejillas.

-Me pasa que estoy cansado, cansado de tus tonterías, cansado de que te enfades por qué tú "papi" no te compré el último móvil que ha salido o por qué no te da el dinero para ese vestido y por eso líes una como si se hubiese acabado el mundo y sabes por qué coño haces eso?- tras varios segundos sin respuestas prosegui - por qué vives en un punto mundo de princesas y el mundo de verdad no es así. Vas diciendo que tu vida es dura, pero nunca as sabido lo que de verdad es sufrir, porque tú nunca has derramado una lágrima por algo que valga la pena.

Tras un intento suyo de pronunciar alguna expresión para contradecir mis argumentos apreté los puños deje caer unas lágrimas y continúe entre sollozos.

-Tu jamás sabrás lo que es ir caminando por los pasillos y escuchar a gente reírse a tu espalda, jamás sabrás lo que se siente al llegar a tu pupitre y encontrarte notas deseándote la muerte, nunca sabrás lo que es tener miedo de entrar a un pasillo por no haber ningún profesor cerca por si a las personas que pasan por allí le da por darte una paliza, tú nunca sabrás lo que se siente al recibir mensajes cada día recordándote que no sirves para nada y que a todo el mundo estaría mejor si tú nacimiento no se hubiese producido, jamás sabrás el sentimiento que produce en tu interior cuando cada dia te preguntas en el borde de un balcón de 9 pisos si vale la pena seguir adelante con esta vida, es duro preguntarse si realmente a alguien le importará si saltas al vacío o no, es una puta mierda pensar que nadie irá a tu funeral - envuelto en lágrimas y un sentimiento de impotencia me propuse acabar mi discurso mientras miraba su cara de incredulidad.- pero más duro es ver cómo la única persona que te daba un motivo para seguir, la única persona que te hacía olvidar y evadirte, esa única persona a la que no le importaba tu pasado, esa misma única persona que de verdad sonreía al verte, ya no esta, joder!!!- grité desalmado- se ha ido, se la han llevado, está muerta, ese es mi puto problema un problema de verdad, no como los tuyos que son problemas de Barby inglesa. 

Caí al suelo sin fuerzas y mientras recogía las piernas me tapaba la cara con mis manos gélidas, me temblaba todo el cuerpo, no se si era por la adrenalina que recorría mis venas en aquellos momentos o por el gélido frío de un diciembre en Madrid. A los minutos ella se sentó a mi lado y entre sollozos me abrazó y ambos lloramos asta las 6 a.m.