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Los pasillos estaban fríos, nadie transitaba por ellos a esas horas. Era tarde y no había nadie merodeando por las frías y solitarias calles, todo estaba tan silencioso solo se podían escuchar los silencioso murmullos de los animales nocturnos.

En una de las cuantas habitaciones se podían oír agudos gemidos, roncos suspiros. Un ambiente completamente subido de tono, Cuerpos sudados con ganas de mas placer, Almas unidas transmitiendo con acciones sus sentimientos. El aire en si era tan pesado, nadie podría separarlos en esa situación, solo eran ellos en esas cuatro paredes.

Lo que comenzaron siendo besos lentos y cariñosos, ahora era una guerra para tomar el control. Jungkook trataba con su ser de ser lo mas lento posible, pero con su pequeño impaciente era imposible lograrlo. Rozaban sus erecciones lentamente sin medir el tiempo que pasaba, descubriendo y disfrutando cada parte de sus cuerpos, conociendo el tacto de sus lenguas al rozarlas y lamerlas; rasguñando, mordiendo y lamiendo todo a su paso. Eran un completo desastre.

-Aaagh, Jung-kook por favor, ¡Aaggh~!.-  Gimio fuertemente cuando Jungkook toco su entrada.- Me vo-voy a venir Jung-kook.

-¿Como me llamo bebe?.- Dijo separándose bruscamente del cuerpo del pequeño, dejando a un jadeante y molesto Jimin.

-Jungkook por favor me duele muchoo~.- Dijo lloriqueando el menor tocando la punta de su miembro goteante.- Da-Daddy duele mucho

La imagen era tentadora, pero no podía mostrarse débil contra su bebe..

-Estoy aquí pequeño, estoy contigo..-Dijo acercándose a Jimin, su ángel. Desde arriba pudo apreciar de cerca las facciones de su hermoso niño, seria doloroso separarse de este si algún se lo arrebatasen. 

No se ira, no me dejara solo, es mio.- se repitió miles de veces en su mente.

-Eres la cosa mas hermosa que tengo Jimin, nunca me iría de tu lado amor..- Dijo posando sus manos fijamente en el cuello de Jimin para que fijase sus ojos a los suyos.

Lentamente beso sus labios, como varias veces había hecho esa madrugada fría. Lo beso tan mal que dolía. Posando sus manos en sus caderas lo volteo en la cama suavemente, dejando sus glúteos al aire.

-Daddyyy, Aagh~.- Gimio suavemente,  cuando Jungkook mordió su nalga.

-Eres el mejor, bebe.- Dijo posando su cara entre sus glúteos abriendo estos, admirando su lindo agujero, no pudo contener las malditas ganas que lo carcomían de empotrarlo hasta morir. Sacando su lengua se dispuso a preparar a su pequeño con pequeñas arremetidas en su entrada.

-Ooh Jungkook, noo~ por favor.- Gimio aun mas duro que hace un momento, en parte Jimin era mas gemidos que palabras en si.

No podía responderle por mas que quisiese, su atención estaba en esa entrada tan estrecha simulando embestidas hasta donde su lengua alcanzaba. Sintiendo a Jimin retorcerse debajo de el, decidió parar, buscando entre las gavetas de su buro. 

-Bebe, estoy aquí.. Confía en mi ¿esta bien, pequeño?, todo esta bien..- Le aseguro el castaño tratando de calmar a su pequeño, mientras abría el pequeño envase extrayendo con sus manos su contenido, dirigiéndolo en la entrada de Jimin. Comenzando con pequeños círculos en este, lentamente sin prisa, enterrando el primer dedo en este. No había entrado completamente cuando Jimin ya quería fallecer en las sabanas, ya nada le importaba solo quería que Jungkook se enterrara en su interior, no quería ni podía esperar.

Simulaba pequeñas embestidas nada comparadas con lo que en verdad vendría, haciendo retorcer y temblar cuando tocaba su punto, su cuerpo no podía mas quería liberarse, pero con su señor dentro de el. 

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⏰ Última actualización: Apr 26, 2020 ⏰

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