En un mundo donde los híbridos deben ocultar su verdadera naturaleza, Yoongi y Jungkook, hermanos gato, luchan por mantener su secreto a salvo. Al mismo tiempo, los hermanos Jung -Taehyung, Jin y Hoseok- cargan con su propio pasado misterioso. Entre...
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La luz del sol se filtraba a través de las ventanas de la sala, iluminando el pequeño apartamento de Jin y Hoseok. Era un espacio acogedor, decorado con las pequeñas cosas que cada uno había ido acumulando a lo largo del tiempo: fotos de ellos juntos, recuerdos de aventuras pasadas, y una planta que Hoseok cuidaba con esmero. Pero esa mañana, la atmósfera se sentía tensa, como si una tormenta estuviera a punto de estallar.
Jin se encontraba sentado en el sofá, su mirada perdida en la ventana. Era un hombre de calma y reflexión, siempre pensativo, pero en ese momento, la preocupación estaba grabada en su rostro. Hoseok lo observaba desde la cocina, donde estaba preparando un desayuno ligero. La inquietud de Jin era palpable, y eso lo inquietaba aún más.
—¿Jin? —preguntó Hoseok, colocando una taza de café frente a él. —¿Qué está pasando por tu mente?
Jin se giró lentamente hacia Hoseok, sus ojos reflejando la lucha interna que enfrentaba. Era un momento decisivo, uno que sabía que no podían ignorar por más tiempo. La verdad sobre su padre, el hombre que había sido su todo y al mismo tiempo un secreto de familia, pesaba sobre sus corazones.
—Hoseok... necesitamos hablar sobre Taehyung —dijo Jin, su voz grave y seria.
Hoseok se detuvo en seco, sintiendo el peso de la conversación que estaban a punto de tener. Llevaba tiempo temiendo este momento, y sabía que el secreto que compartían los tres hermanos era un tema delicado.
—¿Sobre qué exactamente? —preguntó Hoseok, aunque ya sabía a dónde se dirigía la conversación.
—Sobre nuestro padre, y sobre la verdad de lo que somos. No podemos mantenerlo en secreto por mucho más tiempo —dijo Jin, su tono firme. —Taehyung merece saber que no tiene una madre, que nuestro padre fue un híbrido zorro rojo que se enamoró de nuestro papá.
La tensión en el aire se intensificó. Hoseok respiró profundamente, sintiendo cómo la ansiedad se apoderaba de él. Había estado pensando en esto desde que la relación con Taehyung había comenzado a profundizarse.
—Lo sé, Jin, pero... —Hoseok dudó, buscando las palabras adecuadas. —¿No crees que es mejor protegerlo? No quiero que Taehyung se sienta herido o traicionado cuando se entere de que todo lo que le han dicho sobre ¨nuestra madre¨ es una mentira.
—Pero es una mentira que no podemos seguir manteniendo —replicó Jin, su frustración comenzando a emerger—. Él tiene derecho a saber la verdad, a conocer su origen. ¿Qué pasará cuando se entere de que hemos estado ocultándole esto?
Hoseok sintió una punzada en su pecho. Sabía que Jin tenía razón, pero el miedo de perder la confianza de Taehyung lo consumía. A veces, era más fácil vivir en la mentira que enfrentarse a la dura realidad.
