Día de Navidad

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El sol empieza a colarse a través de las cortinas azules que cuelgan hasta el suelo; si te fijas bien, puedes notar como el reflejo del sol en la nieve del alféizar crea pequeños arcoíris a lo largo del suelo.

Al menos, eso es lo que ve nuestra protagonista, una chica que a pesar de las fechas ha decidido quedarse en el colegio sola; pues de sus compañeras de cuarto, es la única que se arropa en el calor que Hogwarts transmite.

Eran las 8 de la mañana cuando se despertó el día de Navidad, demasiado temprano para su gusto, pero ya no pudo volver a dormirse. Viendo que no era capaz de volver a sus sueños, decidido que era hora de salir de la cama. Estiró el brazo y agarró una sudadera vieja de su padre que le encantaba usar por las mañanas cuando hacía frío o en las noches que permanecía despierta leyendo o en ocasiones estudiando. Al salir de la cama vio que en los pies de su cama, había una montaña de regalos. Como buena chica impaciente de 16 años, decidió que podía dejar su aseo para después y disfrutar de ese momento.

Sus padres le habían regalado un par de botas perfectas para el invierno, algunos libros de pociones y transformaciones, una pulsera y unos pendientes. Luego, al acabar de abrir los regalos de sus amigas se percató que al final del todo había una pequeña caja marrón que no tenía remitente la cual contenía una gargantilla de plata con un dije en forma de luna con una nota acompañándolo:

Espero que te guste el regalo

Esto era algo extraordinario para ella, puesto que nunca nadie le había mandado un regalo así, ella no era una chica de amoríos o de admiradores secretos. Ella estaba enamorada, pero no de un amor loco adolescente, estaba enamorada de verdad. Pero todo esto tenía una pega... Era un amor imposible.

Fue a vestirse y asearse, entonces decidió que sería un bonito detalle ponerse la gargantilla y los pendientes que le habían regalado. Bajo por las escaleras que conducían hasta la sala común donde se encontró a un compañero de casa leyendo tranquilamente; decidió no molestar y seguir su camino hacia el gran comedor donde una vez sentada en su mesa se atrevió a mirar la mesa de profesores buscando a quien se introducía por las noches en sus sueños y le había robado el corazón.

Pero para su desgracia el no estaba allí, llevaba 2 días sin verle y tenía que se hubiese ido a casa a pasar las navidades. En ocasiones se había recriminado a ella misma por tener esos sentimientos, no era normal que se hubiese enamorado de alguien como el; no le conocía de nada, solo conocía su forma de dar clase. Pero como en más de una ocasión hemos aprendido a lo largo de la historia, el corazón no entiende de razones y en esta ocasión, no hay forma de que su corazón entre en razón.

Viendo que sus exámenes de Éxtasis cada vez estaban más cerca decidido que sería buena idea aprovechar la soledad del castillo para ir a la biblioteca a estudiar tranquilamente... Y así ocurrió, no se percató de la hora hasta que uno de los elfos domésticos del castillo le llevó un plato con cosas de picar. Ahí se dio cuenta de lo tarde que era y que ya mismo debería volver a su torre para ir a dormir.

Pero dormir era lo ultimo que tenía en mente, necesitaba despejarse y ver el cielo. ¿Y que mejor forma de ver el cielo que ir a la torre de astronomía? Pues allí fue encaminada sin percatarse mucho de lo que pasaba a su alrededor o de las personas con quien se cruzaba. Simplemente empezó a subir escalones de forma mecánica mientras pensaba si había estado bien mandar aquel regalo.

No se percató de que había acabado de subir escalones hasta que se fijó que había llegado a una puerta.

Y fue en aquel momento en el que abrió la puerta, cuando vio a la persona que le robaba los suspiros, de espaldas mirando hacia el Lago Negro con la bufanda que ella le había regalado puesta al cuello. El ruido de la puerta hizo que el se girase hacia ella para ver quien había entrado en la habitación, fue entonces cuando la vio y se quedó mirando con una sonrisa la gargantilla que ella llevaba al cuello.

Y ahí mirándose uno al otro con la luz de la luna menguante entrando por las ventanas; fue cuando se dio cuenta de que estaba irremediablemente enamorada de Remus Lupin.

Día de Navidad en HogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora