BLOG-Yoonmin AU

Especial 10k pt.2

Reproducir la canción cuando lo indique.

Al volver a la casa, el olor a comida casera los atacó. Ambos soltaron un gemido en respuesta a este.

—¡Chicos! Volvieron—habló Ha-neul con la vista en lo que hacía—¿Cómo se la pasaron?

—Bien, le mostré la ciudad a Hyung—al decir eso, reafirmó el agarre en su mano.

—Que bien, ahora vayan a prepararse, la comida ya casi está lista—esta vez los miro y les regaló una sonrisa cargada de ese sentimiento cálido que sólo una madre te puede mostrar.

Los dos asistieron y se dispusieron a subir las escaleras e ir al cuarto del menor.

Al llegar empezaron a quitarse sus abrigos, para luego dejarlos sobre la cama. Cuando acabaron se acercaron y se envolvieron en un cálido abrazo. Jimin comenzó a repartir besos por su hombro y cerca de su clavícula.

—Te amo—beso—te amo—otro beso—te amo—otro beso más. Y así siguió un rato, haciendo soltar a Yoongi leves carcajadas.

—Minnie, yo también te amo—beso su nariz—mucho.

El pelinegro los llevó hasta la cama, sentándose él en esta con Jimin sobre su regazo. Comenzó a acariciar sus brazos, subió a sus hombros, la nuca, detrás de las orejas, y por último, sus mejillas -las cuales estaban bastante rosadas para ese punto-, para luego acercar su rostro y besar sus atrayentes labios.

Después de eso se quedaron un rato abrazados hasta que la madre de Jimin avisó que la comida ya estaba lista.

Cuando bajaron ya todos estaban sentados, sólo faltaban ellos.

—Oigan ustedes dos-habló Jihyun cuando se sentaron—la próxima cierren la puerta de la habitación, no quiero ver como se dan cariñitos—hizo un puchero, mientras los señalaba con el tenedor.

Jimin y Yoongi sintieron como el calor subía a sus mejillas, producto de la vergüenza.

—¡Hijo!—le reprendió su padre.

—¿Qué? ¡Es verdad!—comenzaron a reír por el comportamiento del menor de la casa, haciendo que los otros dos se olvidaran un poco de su vergüenza.

La hora de la cena pasó envuelta de un ambiente tranquilo, con charlas animadas y algunos chistes y burlas hacia el castaño menor y, aveces, hacia la pareja jóven.

Entre todos levantaron los platos y demás de la mesa, para luego dirigirse a sus respectivas habitaciones.

—Hyungie—habló el pelirosa mientras subían las escaleras.

—¿Si, bebé?—le preguntó al tiempo que tomaba su mano y entraban a la habitación.

—Olvidé mostrarte algo que compré antes de venir a Busán—se dirigió hacia su maleta, la cuál estaba casi completamente desempacada.

—¿Y qué es?—se sentó sobre la cama, viendo como su novio tomaba algo y lo ponía detrás suyo.

Sacó lo que tenía escondido, mostrándoselo con una gran sonrisa—¡Ta-dah!—en sus manos había dos pijamas; uno era negro y tenía caras de gatitos por todas partes; el otro era blanco y tenía dibujos de pollitos.

—¡Wow! Son muy adorables Jiminnie—se acercó a él—¿Cuál es el mío?—Jimin le alcanzó el de gatitos, Yoongi río—eres una caja de sorpresas, pequeño.

Jimin sonrió, transformando sus ojos en dos líneas.

El pelinegro dejó un corto beso en sus labios, para después alejarse un poco y comenzar a quitarse su sudadera.