tú q susto

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Eran las 3 de la mañana y Miguel seguía en el hospital con la cabeza entre las manos

levantó la cabeza cuando escuchó a el médico entrar y llamarle. la sangre se le heló 

esperando por una respuesta

-se va a recuperar

-menos mal- suspiró y levantó la cabeza- ¿puedo verle?

-claro, pasa

entró con la cabeza baja, Orson estaba consciente... se sentó a su lado 

-¿cómo estás?

-estoy bien, sólo me duele un poco la chepa...creo que tengo el doble de chepa ahora-dijo riendo-

-Oye, esto...lo siento mucho

-no ha sido tu culpa, ha sido del puto autista de Juan

-¿por qué os odiais tanto? 

-él...me robó al amor de mi vida... Gonsabella...

-¿Gonsabella? ¿La twich thot?

-sí...ella era la única persona que amé, todas las chicas de twich querían que fuera su novio y yo sólo amaba a Gonsabella...pero llegó Juan y...-rompió a llorar y continuó hablando- eso me hizo aprender que por ejemplo, ese tío que está al otro lado de la ventana...a lo mejor no le vuelvo a ver...-miguel mira por la ventana-

-Ah, ese es Matías

-¿Matías? 

-ajá

-da igual, no le volveré a ver...

Miguel agachó la cabeza cuando justo entró Alex, y alterado le preguntó cómo se encontraba.

Después de aclarar un poco lo que había sucedido comenzaron a charlar ara tranquilizarse pero Orson no se conseguía quitar de la cabeza lo que Miguel había dicho. Le había llamado "Mi pana" y eso fue lo único que consiguió escuchar antes de perder el conocimiento durante horas... Miguel sólo rezaba porque Orson no se acordara de que dijera eso, tenía miedo de que fuera demasiado arriesgado, y que hubiera ido demasiado rápido, pero sentía una muy fuerte conexión con Orson y no sabía por qué, se sentía conmovido de que Orson le hubiera defendido, y culpable de no poder haber hecho nada para evitarlo, culpable de no ser un poco más grande para reventar a esos maricones irrespetuosos, culpable de no haber sido él el que hubiera acabado en esa cama de hospital, culpable de no ser él al que le partieron la chepa...sin embargo, lo único que sabía es que debía cobrar su venganza...

por su pana

Orson y MiguelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora