『 일어나 』 » Omegaverse

CAPÍTULO DIECIOCHO

Ji Yong se quedó en la pared, inmóvil y silencioso. Él quería correr. Él quería gritar. Pero ambas cosas solo preocuparían a SeungHyun y la necesidad de complacer a su alfa ahora era más fuerte que nunca. Especialmente desde que lo había decepcionado tan espectacularmente. Todos estaban haciendo un gran trabajo no mencionando el problema en la habitación, pero Ji Yong no podía olvidarlo. Probablemente ya que él era el problema. Había estado esperando algo dramático, como lo que le sucedió a Soo Hyuk. No había esperado, en un millón de años, algo tan rápido como lo que le estaba sucediendo a Jisoo.

El papá de SeungHyun había dejado de llorar y comenzó a toser, probablemente un subproducto de estar agotado. — Necesitas agua —, dijo su esposo, pero parecía reacio a dejarlo.

— Iré por ello, — ofreció Ji Yong. SeungHyun se alejó de su papá para unirse a Ji Yong, pero él lo rechazó. — Quédate con tu familia. La máquina está a la vuelta. — Se fue antes de que SeungHyun pudiera discutir. Ji Yong salió y se contuvo el tiempo suficiente para caminar hasta la esquina antes de que su respiración se volviera rápida y superficial.

Se dobló, descansando contra la pared en busca de apoyo, y dejó que el culpable pánico se revolviera dentro de él. No se sentía atrapado como lo hacía durante los ataques de pánico de su vida anterior, pero sintió la sensación de culpabilidad de saber de que tenía la culpa de la situación. Solo que ahora era peor porque no solo había fallado a esta familia. Le había fallado a su alfa, y la angustia de ese conocimiento era diez veces peor que fallar en cualquier otra cosa. Él no era un omega aceptable para un alfa bueno como SeungHyun. Se merecía la vida fría que había tenido con DongJun. Cada vez que trataba de encontrar algo cálido y bueno, se destruía.

Cuando DongJun apareció, Ji Yong ni siquiera se sorprendió de verlo. Tenía el mismo aspecto que tenía la primera vez que Ji Yong lo había visto, o cuando le dio un puñetazo a Ji Yong y lo hizo caerse y golpearse la barbilla. Excepto que ahora, su corbata no se aflojó; estaba muy ajustada como si fuera solo otro día en la oficina.

— Eres tan malo como mi padre, — dijo Ji Yong. Sin embargo, DongJun no había demostrado ser un asesino, todavía no.

— ¿Has terminado? — DongJun preguntó como si Ji Yong hubiera tenido una rabieta todo este tiempo.

— No tienes que ir tras su hermana, — dijo Ji Yong, apretando el vaso de papel con fuerza.

DongJun miró hacia el pasillo, asegurándose de que estaba completamente seguro y tranquilo en ese momento. — Me has hecho hacer muchas cosas que nunca pensé que tendría que hacer.

Los ojos de Ji Yong estaban al mismo nivel que el pecho de DongJun. Miró del cuerpo del hombre hacia su rostro, bronceado y severo. Aunque verlo trajo una sensación de putrefacción al estómago de Ji Yong, pensó que eso se debía más a su propio prejuicio que a cualquier repulsión real por parte de DongJun. Podía atraer y cortejar a una gran cantidad de omegas, y sin embargo nunca lo hizo. Si pretendía gobernar la vida de Ji Yong, Ji Yong al menos merecía la oportunidad de saber por qué — ¿Por qué yo?

DongJun se burló pero luego, la expresión se aclaró — Me he hecho esa pregunta, Ji Yong.

— No tengo mas dinero que tú. No soy especialmente atractivo. ¿Te gusta mi arte? ¿Es algo de fanatismo?

La burla regresó, y esta vez Ji Yong supo que DongJun iba a decir algo hiriente incluso antes de que abriera la boca —Tus paisajes son una mierda. 

No estaban en desacuerdo sobre ese asunto.

— Al principio, cuando tu padre se me acercó con este negocio, me interesaba vagamente. Solo tenías que se un trofeo. El artista de fama mundial en mi brazo. No debías causarme ningún problema Ji Yong —, dijo como un padre irritado. — Pero luego te volviste tan frío. Se convirtió en un juego para que tuvieras una reacción. Hasta que besaste a ese alfa. Sí, supe eso en el momento en que sucedió, Ji Yong. Y cuando lo hiciste, me despertaste. Te quiero ahora porque eres mío. Porque voy a castigarte por el tiempo que sea necesario para que me aprecies. Regresaras a K&8 Towers, te daré los medicamentos necesarios para abortar cualquier cosa que pueda estar viviendo dentro de ti, y nos casaremos según lo planeado. Voy a seguir durmiendo con mi asistente ahora que no tengo que preocuparme por ocultarlo porque tú no tienes una pizca de moral en lo que se refiere a fidelidad. Ademas, porque soy el alfa y te ordeno que lo hagas. Y porque si no lo haces, la próxima vez que veras a tu amiga Jisoo sera después de que ella haya pasado sus restantes años juveniles en prisión.

— Ella no ha hecho nada, DongJun. No tenías que enviar a Dong YoungBae tras ella. 

DongJun retrocedió, quedándose quieto — ¿De qué estas hablando? ¿Qué has hecho con mi trato? Lo juro por Dios, Ji Yong, si hiciste algo para estropear ese trato...

— Por supuesto, no hice nada —, Ji Yong respondió rápidamente, esperando que la velocidad ocultara su pobre mentira. — Yo sólo soy un omega después de todo, ¿no somos incapaces de hacer nada sin nuestros alfas? Yo estoy tratando de decir que Jisoo no ha hecho nada. Nada para garantizar...

— ¿Crees que importa? — DongJun susurró. — Con mi influencia y su mala reputación, ni siquiera será difícil.

Ahí estaba. Todo lo que temía que sucediera había sucedido. ¿Se diría que esperaba este momento? Estar  preparado para cuando se despertara y se diera cuenta de que esta era su vida y todos esos momentos de felicidad y calidez fueron solo sueños. Ji Yong cepilló sus dedos a través de su cabello salvaje y oyó silbar a DongJun. El alfa lo capturó fuertemente de la muñeca y luego vio el anillo que Ji Yong todavía llevaba en la mano izquierda, se lo arrancó del dedo y lo tiró por el pasillo. 

Chocó contra el linóleo. Antes de que Ji Yong formara una respuesta, escuchó un grito enojado. — ¿Qué demonios estás haciendo? — Mino gritó a DongJun por el pasillo. Giró la cabeza hacia la habitación — ¡SeungHyun, ven aquí!

La presión en la muñeca de Ji Yong desapareció cuando DongJun lo dejó ir. Mino se les acercó rápidamente, probablemente con la intención de detener a DongJun, pero hacer una escena aún más grande en una estación de policía claramente no era parte del plan de DongJun. Lanzó un golpe rápido contra el costado de la cara de Mino que lo hizo retroceder lo suficiente como para que DongJun girara y se deslizara a través de la creciente multitud de espectadores hacia la salida.

SeungHyun corrió, mirando salvajemente de Ji Yong a Mino a la multitud — ¿Qué pasó?

Algunos policías llegaron y les preguntaron a todos cuál era la conmoción.

— Nada, — espetó Ji Yong antes de que Mino pudiera decir algo. — Un tipo me empujó en su camino por el pasillo. Aunque Mino estaba allí, así que estoy bien.

Mino lo miró fijamente pero no hizo ningún movimiento para contradecirlo. Eso tenía sentido, la policía no estaba exactamente alta en su lista de personas en las que confiaba. La policía finalmente se fue, y SeungHyun se volvió contra él.

— ¿Alguien te quitó el anillo de tu dedo? — Preguntó bruscamente.

— Fue ese tipo de la televisión, — dijo Mino. Claramente, la lista de personas en las que confiaba se fue, policías en el fondo, Ji Yong, después SeungHyun.

— Lee DongJun estuvo aquí, ¿y no viniste a buscarme de inmediato? — SeungHyun era un cable en cortocircuito apenas controlado, zumbando con energía descontrolada

— Yo...

— SeungHyun, — dijo su papá, dándole a su grupo una breve mirada extraña antes de continuar hablando. — La policía quiere hablar contigo.

La mirada que SeungHyun le dio a Ji Yong dijo que su discusión no había terminado. Extendió su mano, esperando que Ji Yong le diera su mano izquierda. Ji Yong hizo lo que su alfa quería, permitiéndole deslizar el anillo en su dedo.