Mientras más me encierro en mis recuerdos y pensamientos, más duele. Mientras estoy sola, más dolor siento. Mientras más música escucho, más cerca de él me siento.
No es algo que pueda cambiar realmente.
Estar en casa me ha permitido pensar más en él. Recordar todos los momentos y todas esas veces en las que me equivoqué, todos esos momentos en qué no fui una buena hermana.
Él falleció, todo por una enfermedad que desconocía. Si tan solo hubiera prestado atención a todas esas quejas por su parte, tal vez...solo tal vez estaría aquí.
Pero creo que eso me tortura más, pensar que alguna acción diferente cambiaría las cosas no es lo mejor.
Las cosas debían pasar por alguna razón en específico, no la conozco aún, y quién sabe si llegue a conocerla, pero eso me trae un poco de paz.
Dias de dolor.
Días llenos de música y ruido.
Días llenos de vacios.
Días llenos de esperanza.
Llena de pensamientos que me atormentan y me dan paz. Recordarlo es abrumador, pero a la vez tranquilizador.
Desearía verlo una última vez, subirme a una escalera infinita, buscarlo, darle un abrazo y decirle que todo estará bien. Que todos estaremos bien.
Pero hay ciertas cosas que no son posibles.
Te pienso desde aquí, hermano.
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Cuando él se marchó
Short StoryUno de los peores dolores es perder a un hermano A continuación podrán comprender mi dolor, conocerán mi corazón y mis pensamientos. Perder a alguien nunca es fácil, pero perder a un hermano... Ojala que las cosas no fueran de esta manera, pero hay...