Capítulo 1

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Es horrible la sensación que te inunda cuando te das cuenta de que no tienes nada, no tienes con quien y mucho menos a donde ir...
Pero el sentimiento que te abarca cuando todo parece arreglarse es lo mejor del universo, sin duda alguna. Te hace apreciar las cosas o pocas cosas que tienes de una sobremanera.

-Vámonos hermosa- Sus labios capturaron los míos con una dulzura increíble, el simple roce de sus suaves labios me subía a las nubes. Se alejo de mis labios para luego depositar un tierno beso en mi frente.

Tomo mi mano y entrelazo nuestros dedos y mi pulso una vez mas se acelero.

-Espera- dije limpiando mis lágrimas que aun permanecían en mis mejillas. Regrese y tome mi bolsa que momentos antes había dejado caer al piso.

Volví rápidamente con Natalia y la abrace como si hace años que no nos veíamos. Una vez mas tomo mi mano entrelazando nuestros dedos.

Llegamos a casa de Natalia, ella se bajo y tomo mis maletas.

-¿Me dejarás quedarme? - pregunte con una enorme sonrisa, me miro y bajo las maletas para caminar hacia mi. Los nervios me carcomían, me sentía tan estúpida.

-Yo no te dejaré sola- acaricio mi mejilla -Mas bien...- sonrió -No te dejaremos sola- con su pulgar desapareció la lagrima que se había escapado.

-Te amo Nat-me até a su cuerpo y escondí mi rostro en su pecho.

-Te amo Albi- susurro en mi oído

Dejo mis maletas en el living y en solo dos segundos ya la tenía abrazada a mí.

-¿Elena y Santi? - le pregunte rodeando su cuello con mis brazos. Bajo la mirada.

-Me detestan- solté una carcajada.

-Eso es imposible- pase mi mano por su cabello.

-No, no lo es. Elena esta sentida conmigo y Santi la apoya- oculto su rostro en mi cuello donde comenzó a dar pequeños besos.

-¿Y por qué esta sentida?- algo me decía que yo era la responsable.

-Le grité- saco su rostro y una vez mas miro hacia abajo -Pero seguro se pondrán muy felices cuando te vean- sonreí y bese fugazmente sus labios.

-Ven- le dije tirándola del brazo para caminar hacia la sala.

-No.... - dijo pero ya había entrado y visto la mesa central hecha trisas. Me gire hacia ella con los ojos como platos.-Si me ponía a recogerlo, no hubiera llegado al aeropuerto- subió los hombros.

-Eres una tonta- la golpe -Te pudiste haber lastimado- río aunque no le encontraba la gracia. La sala estaba llena de vidrios.-Hay que levantarlo, los niños se pueden lastimar. - le dije soltándome de su abrazo.

-Hey hey- me tomo de la cintura -Tenemos que limpiar mas aparte de eso- señalo el cadáver de la mesa -Pero solo tenemos tres horas para nosotras solas y las quiero aprovechar- señoras y señores... Morí.

-¿Que no es lo único que rompiste? - pregunte sorprendida tratando de controlar mis hormonas ante sus sensuales palabras.

-...Digamos que tal vez será necesario que me mude contigo

-por mi encantada.

-Natalia Lacunza- dije negando con la cabeza - ¿Qué hiciste?- sonrió tímida, ya me imaginaba lo que había pasado con su habitación.

-Alba - suspiro acariciando mi brazo de arriba abajo -No me vuelvas a lastimar así- una horrible punzada en mi pecho y estómago.

-Jamás me lo perdonaré Natalia- no se como era posible que siguiera teniendo lagrimas -Eres lo más valioso que tengo y no te quiero perder... nunca- remarque.

-Ya- dijo sosteniendo mi rostro por las mejillas -A partir de ya todo olvidado - posiciono sus labios sobre los míos y se separo lentamente.

-Vamos- regreso por mis maletas y subimos las escaleras corriendo.

Llegamos al piso de arriba y me guiaba hacia mi antigua habitación. Entramos y dejo las maletas de golpe en el piso y me rodeo por la espalda con sus brazos a la velocidad de la luz. Me gire sobre mis talones para poder verla de frente y su celular comenzó a sonar. Cerró los ojos molesta, reí.

-No le encuentro la gracia eh- rodó los ojos sacando su celular.

-Por eso mismo te digo Am- hundí mi rostro en su cuello y lo mordí suavemente. Sus dientes aprisionaron su labio inferior, me encantaba que hiciera eso. El teléfono dejo de sonar y una picara sonrisa apareció en su rostro. Seguí jugando en su cuello, degustando cada una de sus marcas de belleza. Cerró los ojos disfrutando de mis besos y caricias.

Me myself and herDonde viven las historias. Descúbrelo ahora