— ¿Qué les dijiste? — jugaba con el lóbulo de mi oreja.
-Que te importa Lacunza— le dije riendo
-Está bien no me digas, sirve que continuamos con lo que dejamos pendiente— bajo a mi cuello, donde comenzó con pequeños besos.
-Nat...— alargue girándome hacia ella — Podrían subir en cualquier momento— ambos hacían sus tareas abajo en la sala. Rodo los ojos, me soltó y se giró en la cama dándome la espalda. Reí. — ¡Porqué me das la espalda! — le reclamé.
-Porque podrían subir en cualquier momento— dijo imitando mi voz.
-En primera ¡Yo no hablo así!— dije riendo — Y en segunda... — me hinqué en la cama para después sentarme sobre ella poniendo mis piernas a sus costados. Una vez más se giro pero se quedo de frente al techo para poder verme — Si me detengo, es por tus hermanos— puse mis manos sobre sus brazos — Claramente no es porque yo no quiera— sonrió pícaramente. —Además tenemos mucho tiempo— ahora yo comencé a besar su cuello — Si quieres podemos faltar a clases mañana— susurré en su oído sensualmente.
-Has faltado tres días seguidos, te quitaran el derecho a presentar con una falta más— sus manos se posaron en mi cintura y rápidamente giro haciéndome quedar debajo de ella.
-Valdrá la pena— mordí su labio inferior provocándola
-No, no te retrasarás— me reto
-Está bien, Está bien— le dije riendo y la tome de la barbilla atrayéndola a mis labios. Me besaba con esa forma tan única y especial que hace que todo a nuestro alrededor se desvanezca. Como pude ser tan estúpida al creer que amaba a Julia. Como fue que llegue al límite de jugar con los sentimientos de alguien más. En fin ya era pasado. Había que vivir el presente. Nuestro presente.
Mis manos subieron hasta su cabello, enrolle mi índice en uno de esos rubios mechones de cabello, sin que el acompasado ritmo de nuestros labios se detuviera. Mientras que sus manos impartían suaves pero a la vez provocativas caricias en mi piel por debajo de mi blusa. Con un rastro de besos fue bajando por mi mejilla hasta mi cuello donde comenzó a succionar de este.
-Me dejarás marca— reí y me estremecí por todas las sensaciones que producía en mi.
-¿Y? — preguntó y regresó a su accionar —Eres toda mía— sonó tan posesiva, pero a la vez tan tierna que sentí desfallecer.
-Toda. — le confirme e hice mi cabeza hacia atrás dándole a entender que podía hacer conmigo lo que fuera su voluntad.
-Nat ya termi... Ups— que quede claro que yo le advertí que esto podía pasar. Natalia se separo de abrupto de mí.
-Elena... — dijo pasando con nerviosismo su mano por su cabello.
-¡Ew!— arrugo la nariz —Se dieron un besito en la boca— con su índice señalo hacia su boca como si se produjera vomito.
-Sí, sí— se puso de pie Natalia —Ew— la imito —Espero y pienses hasta los 40 de esa forma acerca de los besos— Celosa. —Vamos a ver tu tarea— ambas salieron de la habitación y yo simplemente no podía dejar de reír.
***
Tomo mi mano y entrelazo nuestros dedos cuando bajamos del auto. Me gustaba mucho la idea. Ahora era más que claro que estábamos juntas.
-Ay pero que linda pareja— esa oración desbordaba sarcasmo.
-Gracias Sabela— conteste igual y sentí como Natalia apretaba mi mano para que solo la ignorara. Me di la media vuelta y fulmine a Natalia con la mirada.
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Me myself and her
Fiksi PenggemarSegunda parte de Me Myself and I, si no la has leído te invito a que lo hagas :)