Capítulo 4

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Hola de nuevo gente! Bueno, a petición de Sofiaacosta 2131 subí antes el nuevo capítulo xD. La verdad me agrada ver que esta tenido buen recepción la historia :3 no prometo actualizar a diario ya que estoy un poco ocupada estos días revisando un par de documentos (y también la inspiración no llega siempre :'v) pero haré lo que pueda para actualizar lo más rápido posible.

Por cierto... cuando había pensado en esta historia había considerado que fuera entre 4 - 5 capítulos. Al final no será así ya que se me van ocurriendo un par de cosas más, pero la verdad no creo que sea muy larga :S 

Fin del comunicado xD espero lo disfruten ^^

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Un trueno bastante fuerte rompió el silencio de la noche despertando a Merlín con un sobresalto. Hubo una fracción de segundo en que la habitación se iluminó con la luz del foco y con la de todos los aparatos eléctricos que había, después la penumbra volvió a invadir el cuarto con un "beep". Ni el reloj digital, ni la luz de la consola de videojuegos o el de televisión se volvieron a encender.

Merlín se quedó sentada en la cama por un momento, con la manta en los puños y parpadeando desconcertada. "Se fue la luz" pensó. Entonces otro pensamiento más apremiante la asaltó. ¿En dónde estaba? No tenía idea, pero estaba segura que no era su habitación. Estaba completamente oscuro y no podía ver nada. Se había quedado dormida casi de inmediato, y por ello no podía ubicarse. Le tomó unos segundos recordar que estaba en la habitación de Escanor.

Soltó un suspiro para dejar ir la tensión y recostó nuevamente la cabeza en la almohada. Debido al susto se le había ido el sueño. Le sorprendió que Aldan no hubiera chillado con el trueno.

– ¿Aldan? – Lo llamó, y dirigió instintivamente la vista hacia donde tenía ubicada la jaula en su habitación. ¡Ah, es cierto!, recordó entonces. Se había quedado abajo. Seguramente el trueno lo había despertado y estaba asustado.

Merlín se paró rápidamente de la cama y se dirigió a trompicones hacia donde recordaba que estaba la puerta. Gracias a que llevaba los brazos extendidos frente a ella no se dio contra la madera.

Tras dos intentos, logró abrir la puerta y salir. Afuera en el pasillo estaba igual de oscuro y como sus ojos aún no se acostumbraban a la falta de luz, estaba ciega en un área donde estaba poco familiarizada. Desde luego, lo inevitable pasó: chocó contra algo en su camino a las escaleras. Soltó un "¡Uff!", rebotó contra un mueble y tiró un portarretratos. Dio un mal paso y estaba a punto de precipitarse contra el suelo cuando dos manos la sujetaron por los codos.

– ¿Merlín? – era Escanor, por supuesto. – ¿estás bien?

– Estoy bien – con tres moretones del tamaño de una manzana próximos a salir, pero bien. – El trueno debió asustar a Aldan, así que me dirigía a la cocina. – explicó mientras se agachaba y buscaba a tientas el marco de la fotografía que había tirado. Fue Escanor quien lo encontró y lo puso donde estaba.

– Disculpa.

Escanor negó con la cabeza y al percatarse de que ella no podía verlo, lo dijo en voz alta.

– Descuida. Está muy oscuro. Parece que la tormenta ocasionó un apagón.

A pesar de la oscuridad, él parecía ver mejor que ella sin la necesidad de otra fuente de luz. Merlín se distrajo de su último pensamiento cuando Escanor la volvió a tomar por un brazo.

Tenía la piel caliente en contraste con el frío clima.

– Rhitta tampoco entró al cuarto a dormir. Seguramente están juntos. – dijo, y jalándola ligeramente le indicó el camino.

El sol en medio de la tormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora