Y así sentándose a desayunar El Conde le dijo a Helen:
- Gracias por estar a mi lado en estos momentos, aunque me encantaría que tu estés todos los días cada vez que despierte. Me gustaría saber si tu quisieras compartir conmigo una vida, con este hombre que ahora está a tu lado desde que te vio pasar aquella vez en ese jardín de rosas.
Con nervios Helen respondió:
- No se que es lo que sostiene en su mente, pero me encantaría mi vida darte
Cuando menciono esas palabras Helen, El conde Rafael se arrodillo y saco de su bolsillo un anillo de compromiso, así dirigiéndose a ella le dijo con palabras delicadas:
- Te quisieras casar conmigo y disfrutar de una vida entera a mi lado
Helen con su cara de sorprendida y sin expresión dijo:
- Me encantaría estar a tu lado, pero hay algo en mi que me dice que no; siento que en esta relación algo va a pasar, porque me siento así
- Por favor no dañes mi corazón, porque lo que te estoy diciendo es de un corazón enamorado de ti
- No haré daño tu corazón, pero hay algo que me quieras decir antes de aceptar tu amor
El Conde lo pensó en decirle su secreto, pero tuvo miedo de que ella lo dejara; en su propia mente dijo ya no pasará lo mismo que su anterior vida, ahora si la protegeré de mi otro ser, ya no pasara ahora que te volví a encontrar y esta vez te tendré junto a mi por siempre.
- No hay nada que decir, simplemente se que te amo y siempre lo haré
- Si ese es el caso acepto estar a tu lado
Es así como mando a un mayordomo a alistar una de las mejores carrozas.
Pues el vestido de bodas se compraría y un juez se buscaría en ese mismo día.
Al siguiente día la pareja de enamorados se casaron, y así consumaron su amor, pero en su vientre llevaba algo en esa noche...
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El Conde
Short StoryUn Conde, un pasado oscuro, un ser que tal vez no debería existir. ¿Cual será la realidad?