El Conde

CAPITULO 5: FINAL

El Conde al ver lo que tenia sintió deseo por su sangre. Así fue como recordó que la Luna Llena llegaría mañana por la noche. El muy agobiado después lo que acaba de ver en ella y pensando, se quedo dormido.

A la mañana siguiente.

Las campanas de la iglesia sonaron por todos lados; ellos terminaron de merendar como recién casados y salieron a caminar.

Esta vez la gente ya no decía barbaridades de él, pues no creían lo que veían sus propios ojos.

Helen muy contenta, aferrándose al brazo de su amado; no sabia que aquella noche pasaría una tragedia que siempre pasa cuando sus almas se vuelven a encontrar, es como una historia que siempre se repite y no tiene final hasta encontrar una solución y acabar.

El Conde cada vez se sentía con más sed por su alma, pues su piel era el reflejo que alumbraba su habitación cada noche.

Así pasaron las horas, y la noche ya se acercaba. Cuando por fin faltaba 5 minutos para las 12. El la llamo, a que subiera a su balcón para acompañarlo aquella noche por siempre. Dando las doce la tomo de los brazos y le susurro:

- "Te amo, pero me traicionaste y esto es lo que te mereces"

Así es como succionó su alma y su sangre; así es, era un Morgat y lo más temible era que él era el rey de todos.

Tomo la sangre de su amada en una copa de oro y por última vez vio la Luna Llena el cual le otorgo el alma de Helen.

Cuando El Conde reacciono ya no pudo hacer nada por ella; él estaba asustado y a la vez satisfecho no sabia lo que sentía en aquel instante, pero en su corazón sintió dolor al ver el cuerpo inerte tirado en el suelo, al ver eso el se arrodillo y la cargo entre sus brazos. Con mucho terror agarro un cuchillo de plata y se lo clavo en el corazón.

Así fue como el alma de dos enamorados los reclamo la Luna Llena, dos almas que se volvieron a encontrar en el mismo lugar y a la vez separados por el mismo problema. El Conde nunca supo que el fruto que tenia Helen en su vientre era de el, sin saber que el lo había procreado por el mismo ser que tanto a temido en cada Luna llena y que mato a su propia sangre. El ya estaba condenado a vivir como un Morgat un ser que siempre succiona almas y sangre de la gente que lo traiciona. Pero algún día se volverán encontrar de nuevo en este mundo de enredos y de dolor. ¿Acaso no son almas gemelas? ¿Cual es el verdadero problema?

¡Nadie sabe lo que pasara después de esto, nadie sabrá!

¡Porque yo soy El Conde!

¡Y te volveré a encontrar!