— Yo, soy el Señor de los Dragones… — Persona normal hablando.
[Yo, soy el Señor de los Dragones…] Seres Sellados hablando.
—ʺLos siete anillos que cubren el cielo… ¡Rho Aias!ʺ — Persona normal pensando.
El universo Highschool DXD y sus personajes pertenecen a Ichiei Ishibumi quien es su respectivo autor.
Capítulo 3: Alma sanada
Sueño
Ahora mismo se podía ver como cierta peli-roja de aproximadamente ocho años caminaba sola por un bosque oscuro y siniestro, con una expresión perdida y un rastro de lágrimas secas en sus ojos vacíos.
Otra vez Riser Phoenix había visitado la mansión Gremory acompañado de sus padres.
Los patriarcas Phoenix y Gremory discutían alegremente los detalles de su compromiso con tal personaje, mientras ella escuchaba los comentarios de Riser sobre su noche de bodas, sus futuros deberes como su esposa y lo que esperaba de su comportamiento como su propiedad, etc.
Algunos comentarios eran demasiado explícitos y de pésimo gusto, pero sus padres no los tomaban en cuenta y solo reían divertidos, comentando algo sobre la rebeldía adolescente.
Ante esto, el tercer hijo de los Phoenix prácticamente sonreía con tal arrogancia que le repugnaba.
Una vez se fueron, habló nuevamente con sus padres acerca de estar en contra de este compromiso.
Pero una vez más le dijeron que era su deber como heredera y que estaban seguros de que lo llegaría a amar con el tiempo.
Minutos después, Akeno y Koneko estuvieron con ella cuando lloraba tendida en su cama, hasta que ella se durmió.
Sin embargo no tardó mucho en despertarse gracias a las pesadillas.
Allí a su lado pudo ver a ambas chicas durmiendo, lo que la hizo sentir un poco cálida por dentro al ver cuánto se preocupaban por ella.
Sin embargo, eso no fue suficiente para tranquilizar sus emociones que estaban en total caos, por lo que procurando que ninguna se despertara se levantó de la cama y se dirigió hacia su balcón.
Cuando la brisa nocturna golpeó la piel de su rostro, el terror y la ansiedad volvieron a ella con más fuerza y sin saber lo que estaba haciendo, desplegó sus alas y voló hacia el cielo nocturno fuera de los terrenos de su familia.
Cruzó las murallas fácilmente al volar sobre ellas, para luego aventurarse más lejos del territorio Gremory hasta que sin más se dejó caer al suelo y siguió avanzando a pie.
Dejándose llevar por sus pies ella caminó y caminó sin detenerse, hasta que todo a su alrededor se volvía difuso por las lágrimas que empezaron a nacer de sus ojos nuevamente al pensar en todo lo que la atormentaba.
Su cuerpo y mente se entumecieron cuando empezó a pensar en su situación.
Desde que tenía memoria, sus padres siempre le dieron todo lo que quería y nunca le faltó nada, pues la trataron como una princesa.
Ella recibió el amor de sus padres e incluso su hermano mayor, el cual a veces exageraba sus muestras de afecto hacia ella, pero a pesar de mostrarse molesta por fuera, por dentro la hacía sentir querida y apreciada.
Pero ahora se mostraban inflexibles y le negaban su libertad.
Así ella empezó a cuestionarse si solo era un objeto que ellos adornaron y embellecieron lo mejor que pudieron antes de entregarlo al mejor postor para su propio beneficio.
Solo de pensar en tal idea hizo que su corazón se rompiera en pedazos.
Ahora se preguntaba cuánto del amor que le expresaron era mentira.
Se cuestionó si las enseñanzas de que debía de tratar a sus sirvientes como si fueran familia eran seguidas por ellos mismos, cuando ella siendo familia fue tratada peor de lo que lo hacen los Demonios de Clase Alta a sus sirvientes al ser vendida por sus padres.
Gracias a estos pensamientos su corazón empezó a oscurecerse sin pausa.
Sus padres, su hermano, su hermana en ley, ninguno de ellos se preocupaba por ella, ni mostraba interés en ayudarla a salir de esta pesadilla.
No movieron ni un solo dedo por ella o la consolaron cuando lloraba en las noches.
Ante esa línea de pensamientos sus ojos perdieron brillo, volviéndose vacíos y carentes de vida.
No sabía cuánto tiempo había pasado desde que dejó la mansión, ni siquiera se percató de sus alrededores mientras caminaba robóticamente sin rumbo fijo, mientras un abismo oscuro se iba formando en su interior tragándose los buenos recuerdos de su familia, dejando una sensación de absoluta desolación que empezaba a consumirla lentamente.
Sus pies seguían moviéndose mientras el camino se volvía más pedregoso y algunos arbustos rasgaban su bata de dormir, sin embargo esto no lo notó debido a su estado mental y por eso siguió caminando, sin ser consciente de que varios ojos la miraban desde la oscuridad.
Grrr
Un gruñido se hizo presente, pero Rias no detuvo su andar.
Entonces un lobo monstruoso le cerró el paso, logrando que la peli-roja se detuviera al notar una enorme sombra frente a ella.
Ella miró al lobo con una expresión vacía.
Luego otro lobo apareció detrás de ella gruñendo con saliva cayendo de su boca.
Fue entonces que varios monstruos más salieron de las sombras y la empezaron a acechar, tirando mordiscos entre ellos cuando se amotinaban a su alrededor.
Rias parpadeó cuando sintió un instinto asesino detrás de ella.
— ¿Mmm? — Musitó mirando sobre su hombro.
Un lobo más grande que los demás estaba de pie mirándola con sus ojos rojos, ocasionando que los demás se detuvieran en su sitio.
Grrr
Un simple gruñido bastó para tensar a los demás lobos, retrocediendo aun cuando ya salivaban ante la idea de desgarrar su carne para alimentarse.
Dándose la vuelta y quedando de frente hacia la bestia, Rias ladeó su cabeza sin cambiar su expresión.
— Eres fuerte — Dijo en tono neutro sin cambiar su expresión en blanco.
Su presencia era diferente a la de las demás bestias, pues exudaba una autoridad bestial que disparaba los instintos de que no debían ir en contra de él.
Por otra parte, los demás lobos aún la rodeaban y por ello no tenía por donde escapar.
Sin embargo, la mente de Rias no tenía en cuenta su precaria situación, pues varios destellos de recuerdos empezaron a llegar a su mente.
Estos recuerdos giraban en torno a cierta verdad de la naturaleza y que había olvidado por completo.
— Ah… es verdad, el fuerte siempre gobierna sobre el débil — Murmuró con algo de brillo volviendo a sus ojos.
Era cierto, en la sociedad Demoniaca el poder era una forma de hacer que te escucharan.
Su hermano, los Maou actuales eran un gran ejemplo, así como su tío Zekram y otros Demonios poderosos.
Sin embargo, el problema actual es que ella era débil, de mente y de cuerpo.
Con esa idea supo lo que tenía que hacer.
Así su mirada vacía pasó a una mirada gélida mientras sus dedos se contraían y su poder se agitaba en su interior pidiendo ser desatado.
La epifanía la había golpeado.
Algo tan simple había escapado de su mente cuando permitió que el terror y la desesperación la abrumaran, cegándola totalmente.
Entonces sus labios se curvaron en una fría sonrisa, al tiempo que sus dedos fueron cubiertos por el Poder de la Destrucción.
Ahora que tenía una resolución no se iba a quedar de brazos cruzados.
También decidió que con el fin de lograr sus objetivos y no dejarse influenciar por nada ni nadie ella se desharía de los sentimientos innecesarios, además de valerse de cualquier cosa para poner las cosas a su favor.
Fue en ese momento que la Princesa del Clan Gremory se había ido.
— Tiemblen, porque la Diosa de la Ruina ha despertado y como acto de apertura, reclamaré sus vidas en mi nombre — Declaró fríamente mientras una poderosa aura la rodeaba.
Los lobos lo sintieron y contra todo instinto se lanzaron sobre ella, al tiempo que Rias empezaba a moverse esquivando las garras y colmillos de las bestias en movimientos fluidos que parecían un baile.
De las puntas de sus dedos, el Poder de la Destrucción se desplegaba en forma de hilos que respondían a sus movimientos, rodeándola de forma defensiva al interceptar a sus atacantes.
Ella podría haberlos borrado con su poder, sin embargo, quería una forma más significativa de empezar su camino hacia la ruina y que mejor que una masacre llena de sangre y terror, demostrando que no solo borraría a quien se interpusiera en su camino, sino que lo haría pedazos.
Cabe decir que las siniestras criaturas pagaron el precio de su deseo, pues eran despedazadas fácilmente por los hilos hechos del Poder de la Destrucción.
Luego Rias cambió su modo de ataque, cubriendo sus brazos con su poder, usando su brazo derecho como una espada, mientras su mano izquierda la usaba para desgarrar con garras hechas del Poder de la Destrucción o protegiéndose de ataques como un escudo improvisado de dicho poder.
Gracias a su pequeño tamaño, su flexibilidad, sus rápidos reflejos y sus clases de baile, ella diezmó al grupo de bestias en menos de cinco minutos.
Todo con una sonrisa demente en la cara como último atisbo de sus sentimientos negados.
Fue entonces que Akeno llegó, pues no la encontró en su habitación por lo que salió a buscarla.
La Caído reencarnada no avisó a nadie, ni siquiera despertó a Koneko mientras se aventuraba a la búsqueda de su Amo por sí misma.
Hasta la fecha nunca supo si eso fue algo bueno o algo malo.
Esto se debía a que cuando llegó hasta donde pudo rastrear a su [Rey] pudo ver una escena por demás escalofriante.
Cientos de cuerpos desmembrados de bestias demoniacas cubrían el claro del oscuro y tétrico bosque al que había llegado.
Prácticamente se estaba formando un mar de sangre y muerte en el sitio.
Pero lo más impactante fue la figura de pie sobre el montón de cadáveres.
Un vestido blanco andrajoso manchado de sangre, un porte digno mientras se erguía contemplando lo que claramente era su obra si el leve rastro de sangre en sus manos decía algo.
Su cuerpo se oscurecía desde su cintura hacia su cabeza, siendo su cara e identidad solo una silueta oscura en ese tenebroso sitio.
Sin embargo, los dos puntos brillantes color carmesí que indicaban los ojos de la silueta la atravesaron cuando se posaron en ella, provocando un terrible escalofrío.
Esta era una visión infernal que la sacudió hasta el núcleo
Pero rápidamente se obligó a reaccionar, pues ella conocía ese vestido aún en su estado actual, además de que la figura era claramente de su misma complexión, sin mencionar las hebras de hilo carmesí que ella conocía muy bien.
— ¡Rias! ¡¿Qué pasó?! — Preguntó cuándo pudo superar su conmoción para luego acercarse rápidamente a ella mientras la recorría con la mirada llena de pánico.
Ya estando más cerca pudo ver sus facciones y rostro, notando como la peli-roja esbozó una pequeña sonrisa mientras sus ojos recuperaban su color aguamarina, para luego acomodar uno de sus mechones carmesíes detrás de su oreja y luego finalmente mirarse a sí misma.
— Ah, esto, no te preocupes, solo salí a dar un paseo, pero las cosas se pusieron un poco desordenadas… es mejor que volvamos, creo que necesito un baño en este momento — Dijo Rias en tono suave y natural.
Akeno la miró con incredulidad por el cambio en su actitud después de esta tarde.
— ¿Estás segura de que te sientes bien? — Preguntó con preocupación visible la semi-ángel.
La peli-roja agitó su mano en un gesto despectivo.
— Estoy bien Akeno, después de pensar un poco en mi situación llegué a la conclusión de que no es el fin el mundo — Dijo en tono casual.
Esto descolocó a Akeno, quien no supo cómo responder en ese momento.
— Es mejor irnos, démonos prisa, no quiero preocupar a Koneko y a Yuto — Le dijo con una linda sonrisa mientras extendía sus alas.
Akeno la vio despegar hacia el cielo en dirección al territorio Gremory, sin saber que pensar acerca de la situación.
Entonces ella miró el mar de cadáveres a su alrededor, para luego mirar la figura de su amiga alejarse cada vez más.
Algo se sentía terriblemente mal, sintió un mal presagio con el repentino actuar de Rias, sobre todo por sus gestos y sonrisa, pues a pesar de lucir naturales podía sentirse un atisbo de frialdad en ellos.
Sacudió su cabeza y se deshizo de esos pensamientos.
Tal vez solo estaba imaginando cosas, así que desplegando sus alas ella voló detrás de su [Rey], sin saber que sus preocupaciones eran acertadas.
Solo años después cuando fueron al mundo humano, ella junto a Koneko y Kiba fueron cuestionados por su [Rey] acerca de sus lealtades y de si se quedarían con ella.
Cabe decir que ver la mirada gélida y gestos neutros de parte de Rias casi la hizo derramar lágrimas, pues allí vio como sus preocupaciones de esa noche eran legítimas, pero apartando sus caóticos sentimientos, ella aseguró que se quedaría a su lado al igual que sus compañeros de Nobleza.
Ellos tuvieron la esperanza de que la Rias Gremory que conocieron y los acogió con los brazos abiertos, aun estuviera dentro de ella y por eso se quedarían a su lado, esperando el momento donde recuperarían a su legítimo [Rey].
Fuera del sueño
Sus ojos se abrieron lentamente, mientras estos se acostumbraban a la luz que entraba a través de la ventana de su dormitorio.
Se levantó de la cama, sin alertar a su acompañante de que ya estaba despierta.
Las largas hebras de hilos carmesí cayendo por su espalda mientras salía al pequeño balcón del edificio.
Rias miró el campus desde el viejo edificio del Club, mientras una mirada contemplativa aparecía en su rostro.
Hacía mucho que no soñaba con aquel momento.
Cuando dejó su debilidad atrás para tomar su destino en sus propias manos.
La brisa mañanera acariciaba su piel cremosa, provocándole un ligero escalofrío debido a su desnudez.
Entonces cerró los ojos.
— “Han pasado dos semanas” — Pensó tranquilamente.
Ella no pensó abandonar su máscara tan pronto, pero el imaginar a Riser desquitándose con el chico que casi lo venció le dejó un mal sabor de boca.
Así que ella le mostró un poco de misericordia por casi liberarla y mostrarle una visión que la deleitó bastante.
Un golpeado e indefenso Riser Phoenix, el cual solo pudo salir victorioso por la intervención de su hermana pequeña.
A pesar de eso, la pelea no fue detenida, lo que expuso el favoritismo del consejo de Ancianos.
Sin abrir los ojos, ella frunció el ceño en molestia.
Pero rápidamente sus facciones regresaron a la neutralidad.
Ella dudaba que se movieran y la molestaran en el tiempo cercano, pues la pérdida del [Sekiryuutei] fue un gran golpe a la Facción Demoniaca, sobre todo por el rumor acerca de que el [Hakuryuuko] estaba afiliado a Grigori, además de otro portador de Longinus.
El Cielo tenía lo suyo también con [Zenith Tempest] y sus portadores de Seiken, mientras los Demonios solo contaban con el [Regulus Nemea].
En términos de poder la Facción Demoniaca estaba en desventaja.
— “Gasper ha hecho un buen trabajo investigando todo eso” — Pensó mientras una pequeña sonrisa satisfecha era visible en sus labios.
El pequeño Dhampir usaba sus habilidades en informática para monitorear los movimientos y la información que había en el bajo mundo acerca de las otras Facciones.
Entonces su sonrisa cayó para luego suspirar y luego volver a la cama, mientras se cubría con las sabanas y se aferraba al cuerpo dormido de Akeno.
A pesar de todo su hábito de sostener algo para dormir era real.
Así sus ojos se cerraron nuevamente, al tiempo que un par de ojos miel venían a su mente.
Era sorprendente que a pesar de todo, Issei nunca mostrara odio o rencor hacia ella en sus ojos la última vez que lo vio, más bien trasmitían sorpresa y cierta resignación que él aceptó de forma tranquila.
Hasta el día de hoy era algo que la tenía intrigada.
Sin más dejó de pensar en eso.
El sueño la reclamó en poco tiempo.
Inframundo — Mansión Phoenix
Lord y Lady Phoenix se encontraban en medio del almuerzo junto a Riser y Ruval.
La familia miraba con preocupación el asiento vacío que Ravel usaba normalmente, siendo que en este momento se encontraba encerrada en su habitación como lo venía haciendo desde que se enteró de la muerte de su salvador.
Ella se había negado a salir y a veces se podían escuchar algunos sollozos cuando alguien pasaba por su puerta.
Apenas había comido algo y la situación empezaba a salirse de control para el matrimonio Phoenix.
— Creo que debemos hacer una visita al territorio Sitri, esto no puede seguir así — Fue lo dicho por Reynard Phoenix rompiendo el tenso silencio que reinaba en el comedor.
— Ya lo hemos aplazado mucho, el trabajo y los asuntos del Clan nos han impedido comunicarnos con Sigmund y Sanae — Dijo esta vez Lady Phoenix con expresión seria.
— Entonces lo haremos hoy, no podemos aplazar esto más, Ravel necesita un cierre a este episodio de su vida — Agregó Ruval dejando sus cubiertos en la mesa.
Riser permaneció en silencio, incluso mientras se ponía de pie y se dirigía hacia un pasillo que daba a las escaleras para subir a los pisos superiores.
— ¿Riser? — Cuestionó Reynard al ver la acción de su hijo.
— Hablaré con ella, le diré que iremos a territorio Sitri y con suerte sabremos que sucedió con su cuerpo, al menos podrá darle las gracias — Dijo sin dejar de caminar.
Los Phoenix restantes lo vieron desaparecer por el pasillo con miradas preocupadas.
Ellos sabían que él todavía se culpaba por casi matar a su hermana, por lo que posiblemente este viaje también lo ayudaría a dejar todo atrás.
— Esperemos que las cosas resulten bien — Dijo la matriarca Phoenix con preocupación.
— Estoy seguro que será así, querida — Consoló Lord Phoenix mientras tomaba la mano de su esposa y le daba un apretón reconfortante.
Ruval sonrió levemente ante la escena, aligerando un poco su estado de ánimo.
— “Solo espero que Ravel no sea afectada de forma negativa cuando visitemos su tumba” — Pensó con ligera preocupación.
Aun así confiaba en que eventualmente podría superar este problema.
Salió de su reflexión cuando Riser regresó, seguido de una Ravel con ojos rojos y ligeras bolsas bajo sus ojos, evidenciando su falta de sueño.
A pesar de lucir pálida, podía verse cierto fuego en su mirada, lo que hizo que el primer hijo del clan Phoenix soltara un suspiro aliviado.
Al parecer subestimó la fortaleza de su pequeña hermana.
— Onii-sama me dijo que iremos al territorio Sitri — Pronunció con voz un poco ronca.
— Así es, esperamos poder ofrecer nuestro respeto al joven que te protegió — Respondió Reynard mientras se acercaba a su hija.
Odelia fue la siguiente en acercarse y envolver sus brazos alrededor de su hija, pues había pasado tiempo desde que pudo hacerlo al haberse esta encerrado en su cuarto, no permitiendo que nadie entrara a excepción de Riser, pero solo para dejar algo de comer y retirarse de inmediato.
Claro que el tercer hijo de los Phoenix trató de animarla, pero cualquier intento terminó en fracaso.
Al menos hasta ahora.
— ¿Estás lista, hija? — Preguntó la matriarca Phoenix con tono suave.
Ravel asintió, mientras apretaba su falda para controlar un poco su ansiedad.
— Entonces es hora — Dijo Reynard mientras preparaba un círculo mágico.
Ruval, Riser, Odelia y Ravel se acercaron a él, momento en que activó el círculo y todos desaparecieron en un destello de llamas.
Castillo Sitri
Sona se hallaba teniendo una partida de ajedrez con su madre mientras Tsubaki observaba, siendo que esta veía como su [Rey] arrugaba su ceño en extrema concentración tratando de responder a la estrategia de su madre.
Actualmente era fin de semana y por eso Sona había venido al Inframundo, dedicando los días sin clases para estar al pendiente del entrenamiento de su nueva pieza.
En estos momentos era su tiempo de entrenamiento con la espada a cargo de su padre, por lo que su madre la acaparó para distraerse con una partida de ajedrez hasta que llegara su turno de instruirle en magia.
Aunque era más bien el supervisar el avance en los hechizos aprendidos.
Entonces Sanae observó cómo su hija movía su caballo, descubriendo su siguiente estrategia sin problemas, lo que la hizo reprimir una sonrisa divertida.
Fue en ese momento que un sirviente ingresó en la sala.
— Sanae-sama, tenemos visitas — Anunció el sirviente poniendo su mano en su pecho en gesto de respeto.
Esto se ganó la atención de la mencionada, además de Sona y de Tsubaki.
— ¿Quién? — Preguntó con una ceja alzada.
No había recibido visitas directamente a su Castillo, sin mencionar que no había sido avisada de antemano, lo que indicaba que era una visita no planeada.
— Lord y Lady Phoenix, acompañados de sus hijos — Respondió el sirviente de inmediato.
Esto hizo que Sanae frunciera el ceño levemente, mientras Sona y Tsubaki se miraban brevemente trasmitiendo su desconcierto la una a la otra, ya que este era un desarrollo que ninguna esperaba.
— ¿Dijeron el motivo de su inesperada visita? — Preguntó con tono suave y digno.
— Dijeron que lo discutirán con usted y Sona-sama — Respondió en tono respetuoso.
Esto hizo que Sanae arrugara sus cejas ligeramente.
— Ya veo, diles que los veré en un momento — Ordenó la matriarca Sitri relajando su expresión.
— Como usted ordene — Respondió el sirviente con un arco antes de retirarse.
Las dos mujeres Sitri se mantuvieron en silencio por unos segundos, para que después Sanae se pusiera de pie, seguida de una seria Sona.
— No hagamos esperar a nuestros invitados — Dijo mientras se alisaba el vestido.
Sona y Tsubaki la imitaron, para que luego el trío empezara a caminar hacia el recibidor.
— ¿Alguna idea de porque están aquí, madre? — Preguntó Sona con tono serio.
— No, después de todo lo ocurrido con el Clan Gremory una visita a nuestro Clan es lo último que hubiera previsto — Respondió con intriga en su voz.
Tsubaki miró a la matriarca Sitri, notando como buscaba en su mente cualquier indicio que condujera al motivo de esta visita inesperada.
Cuando llegaron al recibidor, Sanae y las chicas reconocieron a la familia que los esperaba cómodamente en un sofá.
El único de pie era Riser, el cual estaba de brazos cruzados mientras se refirmaba en la pared.
— Reynard, Odelia, cuanto tiempo — Saludó la matriarca Sitri con tono amable.
Al verlos entrar en la habitación, ambos Phoenix se levantaron para acercarse a ellos.
— Sanae, los años pasan y sigues luciendo hermosa — Halagó Reynard con una pequeña sonrisa tomando su mano y besándola de forma elegante.
— Es bueno verte después de tanto — Fue lo dicho por Odelia Phoenix mientras se acercaba a la mujer.
Ambas se abrazaron ligeramente para después besar sus mejillas en son de saludo.
— Sona-chan, mírate cómo has crecido — Dijo la matriarca Phoenix mientras la miraba con una sonrisa.
— Supongo que esta es una de tus piezas, pequeña Sona — Dijo Lord Phoenix mientras miraba a Tsubaki.
— Así es, Reynard-sama, Odelia-sama — Respondió Sona en tono serio.
— Shinra Tsubaki, [Reina] de Sona Sitri-sama — Se introdujo con una reverencia.
— Hoo, es bastante mona — Dijo Lady Phoenix al ver los modales de la chica.
— Entonces, ¿Qué los trae a mi hogar? — Preguntó Sanae después de sonreírles a Ruval, Riser y Ravel como muestra de reconocimiento.
Ruval le sonrió de vuelta, Riser asintió sin cambiar su expresión hosca y Ravel hizo una leve reverencia.
Sanae, Sona y Tsubaki estaban sentados en un sofá, mientras Reynard, Odelia, Ruval y Ravel en otro.
Riser seguía de pie refirmado en la pared.
Ante la pregunta de la matriarca Sitri, Lord y Lady Phoenix fueron envueltos por una seriedad antinatural, misma que puso nerviosos a los jóvenes presentes.
Sanae alzó una ceja ante el breve tinte sombrío que el Clan Phoenix trasmitía.
— ¿Sona te ha dicho lo ocurrido en la fiesta de compromiso de Riser y Rias Gremory? — Preguntó Reynard con tono serio.
La matriarca Sitri se mostró un poco sorprendida por la pregunta, incluso Sona y Tsubaki se mostraron un poco incómodas no esperando tal desarrollo.
— Si, fue algo… lamentable y una gran pérdida — Respondió Sanae cuando puso en orden sus pensamientos.
— Entonces sabes que Ravel casi resulta herida de gravedad, o peor… — Dijo esta vez Odelia con tono afectado.
Sanae adquirió una expresión seria ante esa línea, para luego mirar a los Phoenix restantes.
Ruval se mostraba solemne, Riser se veía ajeno, pero ella podía ver como sus dedos se enterraban en sus brazos y su mirada trasmitía enorme arrepentimiento.
Entonces su mirada cayó en Ravel y fue en ese momento que notó su estado desaliñado.
No tuvo que pensar mucho para que todas las piezas cayeran en su lugar, por lo que cerró sus ojos y dio un enorme suspiro.
A su lado Sona tenía los ojos abiertos cuando notó el estado de Ravel, teniendo el mismo hilo de pensamiento que su madre.
— Sabemos que el consejo tuvo algo que ver en ese duelo, pero eso no quita el hecho de que el joven Hyodou salvó a nuestra pequeña a costa de perder el duelo — Dijo Lord Phoenix con tinte sombrío.
Sanae mantuvo su expresión sin cambios, mientras Sona tenía su mente a toda marcha, teniendo una leve sospecha de la razón por la que el Clan Phoenix vino a verlos.
Tsubaki solo permaneció en silencio, aunque no pudo evitar preocuparse un poco por la actual situación.
— Ravel quedo muy afectada cuando se enteró de esto, así que hemos venido para averiguar donde descansa el joven Hyodou y ofrecer nuestros respetos, o al menos se le permita a Ravel visitar el sitio — Pidió Lady Phoenix con voz suave.
Sona abrió los ojos cuando ambos Phoenix bajaron ligeramente la cabeza, con Ruval haciendo lo mismo.
Riser tenía los ojos bajos, pero ella era capaz de notar que estaba tenso.
Por último, Ravel la miraba con esperanza.
Esto le estrujó un poco el corazón.
Podía imaginarse como debió sentirse cuando le informaron de la muerte de Issei, siendo su culpa el que perdiera el duelo.
Sumado al hecho que había salvado su vida, perdiendo la suya en consecuencia.
Luego miró a su madre, pero esta cerró los ojos y se cruzó de brazos.
— Es tu decisión — Fue lo único que pronunció.
Sona no pudo evitar sentirse presionada.
Por un lado quería ayudar a Ravel, pues se notaba que estaba a punto de ser devorada por la culpa, sin embargo, ella desconfiaba al estar Riser presente, no deseando que supiera la verdad y actuara en consecuencia fruto de algún rencor por aquel que casi lo derrota.
El tercer hijo de los Phoenix notó la indecisión en la expresión de Sona, así que soltando un largo suspiro, descruzó sus brazos y se acercó a la heredera Sitri a paso lento.
Cuando estuvo frente a ella Sona alzó la mirada, para que sus ojos coincidieran con los de Riser.
— Sé que soy la última persona a la que podrías escuchar, pero te pido que le concedas a Ravel un cierre a esta situación, te lo pido de todo corazón… por favor — Dijo Riser con extrema seriedad.
Los ojos de los presentes se abrieron al escucharle decir eso, sobre todo porque se notaba la tensión en su voz a medida que las palabras salían de su boca, siendo la última frase la que sonó más tensa, casi frágil.
Sin embargo, Sona se quedó sin palabras al ver la súplica tácita que sus ojos trasmitían.
Aun así, todavía se podía ver la indecisión reinar en los ojos de la heredera, por lo que Riser inhaló lentamente, mientras sopesaba sus próximas palabras.
— Admito que lo sucedido con Rias es en parte mi culpa, derivando también en la pérdida del chico, sin embargo ellos no fueron los únicos afectados por las decisiones del consejo y los ancianos de Clan — Expresó Riser con una sonrisa de auto desprecio.
Sona lo miró por unos momentos, antes de entendiera a donde iba esto.
Una mirada hacia los patriarcas Phoenix, los cuales tenían miradas llenas de remordimientos solo lo confirmó.
— “Ya veo, supongo que su actitud fue para hacerle frente a sus problemas… aunque no puedo perdonar que se desquitara con Rias convirtiéndola en… eso, al menos puedo decir que entró en razón y el esfuerzo por convencerme de ayudar a Ravel es prueba de que trata de reivindicarse a sí mismo” — Fueron los pensamientos de Sona mientras se ajustaba las gafas.
Con esos pensamientos en mente, ella miró a su madre y Tsubaki brevemente, para luego ponerse de pie.
Sanae dibujó una pequeña sonrisa cuando notó que su hija había tomado su decisión.
Sona miró al matrimonio Phoenix, para luego mirar a Ravel, quién se miraba inquieta y se retorcía un poco en su lugar bajo su mirada.
Entonces sonrió.
— Muy bien, creo que puedo acceder a su solicitud — Dijo Sona finalmente.
Ante esto, el matrimonio Phoenix sintió como una carga desaparecía de sus hombros, con Ruval sonriendo de forma suave y Riser soltando un suspiro que no sabía que contenía.
Sin embargo, fue Ravel quien reaccionó de forma más visible.
Ella se levantó de su sitio para luego abrazar a Sona y hundir su rostro en su pecho.
— Gracias, muchas gracias — Se escuchó su voz ligeramente quebrada.
Sona acarició su cabeza con suavidad, mientras su mirada se ablandaba al sentir los temblores del cuerpo de la rubia, con una ligera sensación de humedad en su pecho cortesía de las lágrimas que ella derramaba.
Sanae le sonrió al matrimonio Phoenix, siendo correspondida por estos, mientras Tsubaki sonreía levemente por la decisión de su [Rey].
Ravel logró controlarse luego de varios minutos, siendo que tenía una expresión de extrema vergüenza cuando se separó de Sona.
— Lamento mucho mostrarme en ese estado tan lamentable — Dijo esta con una reverencia.
— No te preocupes, entiendo cuán importante es esto para ti… — Desestimó Sona al instante con una ligera sonrisa.
Luego esa sonrisa se borró, para luego dirigirse a la familia Phoenix.
— Creo que ya perdimos demasiado tiempo, si quieren seguirme — Dijo mientras caminaba fuera de la habitación.
Esto confundió a Lord y Lady Phoenix, así como Ruval y Riser.
— ¿Qué quieres decir Sona-chan? — Preguntó Odelia con duda.
La mencionada se detuvo, para luego mirarla por encima del hombro.
— Ustedes también quieren agradecerle, ¿no es así?, además creo que tener el apoyo del Clan Phoenix será importante en el futuro — Dijo para luego salir de la habitación.
Sanae fue la siguiente en salir, mientras negaba divertida ante las palabras de su hija.
— Vamos, o perderemos a Sona-sama — Dijo Tsubaki mientras tomaba la mano de Ravel y tiraba de ella con gentileza.
Esta se dejó arrastrar sin oposición, para que luego un confundido Lord Phoenix fuera el siguiente mientras caminaba de la mano con su esposa.
— Vamos Otouto, yo también debo expresar mis respetos — Dijo Ruval empezando a caminar.
Riser inhaló profundamente, para luego exhalar con el fin de despejar su mente.
— Hai, Onii-sama — Dijo ya más tranquilo mientras caminaba con las manos en los bolsillos y alcanzaba a su hermano.
La familia Phoenix alcanzó rápidamente a Sona y Sanae, que eran seguidas de cerca por Tsubaki y Ravel, notando como se adentraban más en la mansión.
Todos tenían la duda de donde había sido sepultado el [Sekiryuutei], sospechando que había sido enviado al mundo humano para que descansara cerca de su familia, pero al parecer no era ese el caso, ya que bajaron unas escaleras hacia los niveles más bajos de la mansión, lo que indicaba que moraba bajo tierra.
Con tales señales, la idea de que Sona construyera un mausoleo para el chico pasó por la mente de la familia Phoenix en ese momento.
Estos salieron de sus pensamientos cuando llegaron a unas enormes puertas dobles.
— Hemos llegado — Dijo Sona deteniéndose frente a las puertas.
Entonces se giró hacia los Phoenix, mirándolos con extrema seriedad, haciendo que se sintieran un poco preocupados y algo cohibidos por la intensidad de su mirada.
— Detrás de esta puerta está Hyodou Issei, espero puedan expresar sus agradecimientos de forma honesta además de darle respaldo en el futuro… — Dijo mientras se deba la vuelta y ponía sus manos en las puertas.
— ¿Qué quieres decir con respaldo Sona-chan? — Preguntó Reynard con duda.
— Lo sabrán en unos momentos — Respondió mirándolos brevemente sobre su hombro.
Acto seguido empujó las puertas, mismas que se abrieron ante todos los presentes.
Al instante el sonido de metal chocar contra metal llegó a los oídos de los miembros del Clan Phoenix.
Cuando empezaron a adentrarse en el interior, notaron que era una habitación bastante grande, con armas colgando en la pared cercana a la puerta y un depósito de lo que parecía ser utilería ocupando varios estantes del extremo izquierdo del cuarto.
Mirando más allá, se podía ver a un par de maid de pie en la orilla de una especie de arena de combate.
Sona caminó hacia ese lugar, siendo seguida de su madre y Tsubaki, que tiraba de la mano de Ravel.
El Clan Phoenix se miró brevemente, para después seguir a los Sitri, mientras el sonido de metal chocando se hacía más fuerte conforme avanzaban.
Entonces pudieron ver como chispas surgían en varios puntos de la arena, así como el destello de metal balanceándose rápidamente.
En cuestión de segundos estaban de pie junto a las Maid, quienes al reconocer la presencia de Sona y Sanae se inclinaron respetuosamente.
— ¿Qué estamos viendo, Sona-chan? — Preguntó Odelia mientras miraba dos faltas de definición moviéndose por todo la arena.
Sin embargo, Sona guardó silencio mientras se esforzaba por contemplar el encuentro, teniendo dificultades para poder ver bien a ambos oponentes.
Reynard miraba de forma impasible a su amigo defendiéndose y atacando a lo que logró distinguir como un joven demonio, notando al instante que su habilidad era bastante notable al grado de superar por breves momentos la habilidad de los [Caballos] de su hijo Riser y el de Rias Gremory.
Eso se debía a que la velocidad que manejaba estaba más allá de los de un Demonio de Clase Media, quizás igualando a uno de Clase Alta.
Entonces ambos oponentes cruzaron cuchillas nuevamente, solo para detenerse en una lucha de fuerza tratando de empujar la hoja del otro mientras chispas surgían desde donde los filos se encontraban.
— ¡Jajajaja! ¡Me sorprende que solo bastaran dos semanas para que pudieras empujarme al 75% de mi habilidad…! Debo decir que tu tasa de crecimiento es aterradora — Fueron las palabras de un emocionado Lord Sitri.
Su cabello estaba un poco fuera de lugar y tenía una pequeña capa de sudor cubriendo su piel, con su respiración levemente agitada.
— Bueno, con un maestro como usted… era de esperarse que mejorara… a un ritmo más rápido — Respondió Issei entrecortadamente.
Eso era de esperar, pues ya llevaban un par de horas en duelo, evidenciado por los cortes en su ropa, el abundante sudor y su respiración agitada.
Sin embargo, una sonrisa era visible en su rostro.
— Tal vez, pero no desestimes tu dedicación hijo — Señaló Sigmund con un tono más suave.
Él podía ver como sus brazos temblaban en el duelo de fuerza, por lo que decidió que era suficiente por hoy.
Entonces se apartó y retrocedió, para luego proceder a envainar su espada, haciendo que el castaño parpadeara confundido.
— Es suficiente por hoy, has progresado mucho pero has llegado a tu límite, es mejor tomar un descanso mientras asimilas la experiencia… además, parece que tenemos invitados — Dijo mientras se acomodaba las gafas.
El último comentario confundió a Issei, por lo que examinó sus alrededores, notando por fin a su [Rey] junto a Sanae y Tsubaki.
Cuando su mirada se cruzó con la de Sona, pudo ver el orgullo brillando en sus ojos, dándole cierta satisfacción de que cumplió sus expectativas.
Dicho sentimiento se reafirmó al encontrar el mismo brillo en los ojos de Sanae.
Fue entonces que notó a las personas adicionales que se encontraban con ellos, además de las expresiones que actualmente tenían mientras lo miraban.
Ante esto se limitó a rascarse la nuca un tanto incómodo.
Regresando un par de minutos antes, se puede ver como los ojos de Reynard se abrían ampliamente cuando la figura del castaño fue visible para todos los presentes.
El patriarca Phoenix recordaba al chico perfectamente porque había estado presente en la fiesta de compromiso de Riser, así que verlo con vida fue un shock para él.
Riser era el siguiente en entrar en shock, mientras daba un paso hacia atrás con una expresión de incredulidad y conmoción total, no creyendo lo que sus ojos veían, pues la visión de un castaño con un agujero en su pecho y el corazón destrozado vino a su mente, lo que para él era una sentencia de muerte segura que ni siquiera las [Evil Piece] podrían arreglar cuando el daño era por la extracción de dichas piezas.
En pocas palabras, una segunda reencarnación era imposible y por ello su mente se había apagado.
Odelia y Ruval no entendían nada de lo que ocurría, así que solo mostraban duda y permanecieron en silencio esperando que todo se aclarara.
La última persona que reaccionó ante la presencia de Issei fue Ravel.
Ella miraba la figura del castaño como si fuera algún tipo de alucinación, por lo que cuando él notó su presencia y se rascó la nuca de forma incómoda dio un paso hacia el chico, seguido de otro, para que después sus pies la llevaran hacia la persona que se supone debería estar muerta.
Cuando llegó frente a él, su mano se levantó para dirigirla su rostro, pero esta se detuvo a medio camino.
Ella tuvo miedo de que el castaño frente a ella no fuera más que un sueño o algún tipo de ilusión provocada por la culpa y el remordimiento.
Los ojos dorados la miraron con duda, para que después se ampliaran levemente en realización.
Entonces ella lo vio sonreír de forma suave, mientras tomaba su mano y la dirigía a su propia mejilla, haciéndole sentir el calor que su piel desprendía.
— Parece que has estado preocupada por mi culpa todo este tiempo, perdóname por no haberlo tomado en cuenta… pero como ves estoy bien, así que deja de culparte Phoenix-chan — Le dijo con suavidad y tono cálido.
Esto fue suficiente para que la presa se rompiera.
Sin que Ravel se diera cuenta, una lágrima se deslizó por su mejilla, seguida de otra y de otra más.
Fue entonces que la realización llegó a ella.
No era una ilusión.
Era real.
Él estaba vivo.
— Estás vivo… Estás vivo… ¡Estás vivo! ¡Estás vivo! — Empezó a susurrar, para luego gritar a todo pulmón mientras se lanzaba sobre él.
Issei fue tomado por sorpresa, pero logró sostenerla mientras ella enterraba su cara en su pecho.
El castaño solo sonrió mientras la rodeaba con sus brazos, sintiendo como ella ahogaba su llanto y apretaba su agarre sobre él, como temiendo que de un momento a otro desapareciera.
Sona y Tsubaki se limpiaron las leves lágrimas que se formaron al ver esa escena.
Sanae sonreía ante el tacto utilizado por el chico.
Por otra parte, Odelia y Ruval miraban estupefactos al comprender por fin lo que ocurría.
La reacción de Ravel y sus palabras, sin mencionar la expresión de Reynard y Riser hizo que las piezas encajaran en su lugar, logrando conmocionar a madre e hijo.
[Pensar que la pequeña Phoenix podía estar todo este tiempo culpándose de tu muerte…]
Oyó el chico en su cabeza.
— “A pesar de todo lo que pasó y el ajetreo al que me vi empujado jamás consideré esta situación, puedo ver el resultado de noches sin dormir, además de la forma en como me miró, como si temiera que no fuera real… soy un idiota” — Se maldijo mentalmente.
[No debes culparte socio, muchas cosas sucedieron que saturaron tus pensamientos… incluso si lo hubieras sabido era decisión de la chica Sitri si te permitía actuar]
Dijo Draig en tono alentador.
— “Aunque al ver como los trajo aquí no dudo que ella me hubiera empujado a ayudarla a salir de su estado culpable” — Pensó con una pequeña sonrisa.
Entonces fue sacado de sus pensamientos cuando notó que los temblores de Ravel habían cesado, además de que ella se sentía un poco lánguida en sus brazos.
Bajando la mirada, Issei notó la expresión tranquila del rostro de una dormida Ravel, que usaba su pecho como almohada.
Los ojos del castaño se ablandaron al ver esto.
— Creo que sería mejor hablar en un lugar más cómodo — Sugirió Lord Sitri mientras se limpiaba el sudor con una toalla entregada por un sirviente.
El otro esperaba entregar una toalla al castaño, pero con la chica en sus brazos era imposible por el momento.
— Estoy de acuerdo, Ise-kun, ¿podrías traer a Ravel-chan contigo?, ya que dudo que puedas separarla de ti en estos momentos — Dijo Sanae mientras ponía sus manos en los hombros del matrimonio Phoenix.
Odelia y Reynard salieron de su estupor con el contacto, mirando a su dormida hija en brazos del chico.
— ¿Eh? — Logró pronunciar el chico.
Estuvo confuso acerca de lo dicho por la matriarca Sitri, pero entonces notó como las manos de Ravel se aferraban a su camisa con fuerza, por lo que dando un suspiro el chico sonrió levemente al momento de pasar uno de sus brazos bajo sus piernas para luego levantarla estilo princesa.
Esto sacó de su aturdimiento a Ruval y Riser, mientras este último aún podía verse sacudido por ver al castaño con vida.
— ¿Nos vamos? — Dijo Sanae mientras empezaba a caminar fuera de la habitación seguida de Sona y Tsubaki.
Reynard y Odelia se miraron brevemente, para luego ver al castaño que caminaba hacia ellos con su hija en brazos, notando como esta tenía una expresión pacifica mientras dormía después de varios días de insomnio.
Cuando el chico estuvo junto a ellos, empezaron a caminar en silencio, dando breves miradas al chico mientras recorrían los pasillos de la mansión.
Ruval y Riser caminaban detrás de ellos acompañados de Lord Sitri.
Un pesado silencio reinó en el grupo mientras avanzaban por los pasillos del Castillo Sitri, con los miembros del Clan Phoenix dando breves miradas al castaño que caminaba con la hija más joven del Clan profundamente dormida en sus brazos.
Ellos notaban como sus manos se aferraban a las ropas del chico, el cual trataba de ignorar las miradas del Clan Phoenix.
Aunque al verla de cerca y ya dormida, le hizo ver que Ravel Phoenix era muy linda.
Ese pensamiento lo hizo sonrojar levemente, pero se recompuso y se concentró en seguir a su [Rey] y los patriarcas Sitri.
No tardaron mucho en llegar a la oficina privada de Lord Sitri, el cual entró y caminó hasta llegar a su escritorio, donde tomó asiento mientras descansaba su barbilla sobre sus nudillos ocultando su boca.
Sanae, Sona y Tsubaki se pusieron a su lado, mientras los miembros del Clan Phoenix ocupaban el sofá largo disponible en la habitación.
Issei se quedó de pie con Ravel en sus brazos sin saber qué hacer.
Soltando un suspiro y al ver que sus padres y hermano menor aún estaban aturdidos, Ruval se puso de pie y se acercó al castaño.
— Aquí, permíteme tomarla — Dijo mientras extendía sus brazos.
— Ah, gracias… — Articuló el chico un poco incómodo.
Sin embargo, al momento de que Ruval intentó tomar a Ravel, esta soltó las ropas del chico y rodeó su cuello con los brazos en un agarre bastante firme para una chica dormida, como si inconscientemente se negara a alejarse de él.
Ruval e Issei parpadearon ante la reacción de Ravel, para que luego el castaño se sonrojara un poco y tuviera una expresión avergonzada, misma que se agravó al ver el intento del rubio Phoenix de ocultar una sonrisa divertida.
— Ejem, parece que tendrás que cuidarla en lo que despierta — Dijo en tono desinteresado mientras regresaba junto a sus padres y hermano.
Issei solo se quedó ahí con una expresión estupefacta.
— Toma asiento Ise-kun, nos llevará un tiempo discutir los sucesos pasados por lo que necesitarás estar lo más cómodo posible — Ordenó Sigmund con voz suave al dirigirse al chico.
Esto sacó de su aturdimiento al castaño, que inhalando profundamente se dirigió al pequeño sofá libre en la habitación, tomando asiento mientras Ravel quedaba sentada en su regazo, la cual relajó un poco su agarre al tiempo que soltaba una especie de suspiro satisfecho y se acomodaba para ponerse más cómoda.
El castaño usó toda su fuerza de voluntad para no mostrar su vergüenza e incomodidad por su íntima posición con la chica dormida.
No ayudaba en nada que Ruval y los recién recuperados Lord y Lady Phoenix tuvieran un extraño brillo en sus ojos al verlo.
— Bien, a pesar de que el tema principal aquí es dar su agradecimiento a Ise-kun, es lógico deducir que lo que ocupa la mente de ustedes es saber cómo él sobrevivió a la extracción de la [Evil Piece] por parte de Rias Gremory — Comenzó a hablar Sigmund con gran seriedad en su tono.
Esto hizo que el Clan Phoenix mirara al patriarca Sitri con miradas serias.
— Eso es correcto, Hyodou Issei-kun, realmente estamos agradecidos por haber salvado a nuestra pequeña y discutiremos una compensación adecuada a tus acciones, pero el tema de que sigas con vida es un punto que nos ha sacudido hasta el fondo y creo que saber la respuesta a esto se ha convertido en una prioridad aquí — Dijo Reynard con voz grave mientras miraba al castaño.
— Espero no vayas a decir que no fue nada, después de todo estábamos convencidos de que perdiste la vida al poner el bienestar y seguridad de Ravel por encima de tu oportunidad de victoria en contra de Riser — Intervino Odelia al ver como el chico empezaba a abrir la boca.
Una mirada de shock y conmoción era visible en su rostro al ser anticipado por Lady Phoenix.
— No menosprecies tus acciones heroicas joven, debes de ponerte en nuestro lugar y entender el porqué de nuestra postura… pero sobre todo, debes ver las cosas desde el punto de vista de nuestra hija, ahora dime ¿Qué ves? — Dijo la matriarca Phoenix con seriedad.
El castaño cerró la boca y luego sus ojos bajaron hasta el rostro de Ravel, sin embargo su vista fue breve pues su mente empezó a sopesar el asunto planteado por Lady Phoenix.
Usó su mente analítica y pensó en las posibilidades, llegando a cierto orden de acontecimientos que llevaron a esta situación.
Lógicamente el primer sentimiento que podría tener la chica sería agradecimiento o un ligero enamoramiento por su salvador.
Era el caso de algunos de los juegos Gal-games y Eroges que jugaba.
Luego de recuperarse y preguntar por su héroe, de forma Tsundere si recordaba el actuar de esta chica, a sus padres, el recibir la noticia de su muerte debido a su intervención la sacudiría hasta su núcleo.
Días de insomnio por causa de pesadillas y la culpa.
Pero de alguna manera logró recuperarse lo suficiente para al menos tratar de visitar su tumba y agradecerle de todo corazón.
Sin embargo ahora se encontró con que su héroe estaba vivo.
Este le habla calmando su atormentado corazón, sacudiendo su mente y corazón mientras se aferra a él como si en cualquier momento fuera a desaparecer.
A partir de este momento ella no querrá separarse de él, impulsada por esos sentimientos que pensó nunca podría trasmitir a su héroe y salvador.
En resumen, ella a él...
Tragó levemente mientras cerraba los ojos lentamente, para luego abrirlos y soltar un largo suspiro.
— Veo que no eres tan ajeno como pareces — Fue lo dicho por Odelia cuando vislumbro los ojos del chico.
Eran firmes y libre de dudas.
Pero aun así, podía verse cierto conflicto en ellos.
— A pesar de ser solo el fruto de una noble acción forzada por las circunstancias… no soy merecedor de tales sentimientos — Dijo Issei con una sonrisa de auto desprecio.
Sona, Sanae y Odelia pudieron percibir algo más debajo de sus palabras, pero no pudieron identificar que era.
— Ise-kun, entiendo que te sientes avergonzado por tu comportamiento pasado, pero debes ver tu acción desinteresada como un punto de partida para mejorarte a ti mismo, has empezado bien al fortalecerte por motivos nobles como la protección de tus seres queridos, sin mencionar que muestras más tu lado analítico y lógico lo que está bien en mi libro — Dijo Sanae con una mirada cálida dirigida a él.
El castaño se tensó levemente en su sitio, mirándola con los ojos bien abiertos, mientras Lord y Lady Phoenix la miraban con admiración por su habilidad con las palabras.
— Yo… — Articuló el castaño sin saber que decir, mientras las palabras de Lady Sitri se hundían en él poco a poco.
Desconocido para él, su corazón sanó un poco por esas palabras, pero sobre todo, por la expresión de la chica dormida en sus brazos, la cual sonreía ligeramente entre sueños mientras se acurrucaba un poco más contra él.
Seguidamente cerró sus ojos y dio una profunda inhalación, para después exhalar.
Luego abrió sus ojos, los cuales lucían una mirada más firme y con cierto brillo de determinación que sorprendió a Sona y Tsubaki.
— Entiendo, tomaré responsabilidad de mis acciones y tendré muy en cuenta sus palabras, gracias Sanae-sama — Dijo en tono resuelto pero firme.
El castaño empujó en su interior esa sensación de ligereza que se asentó en su pecho cuando aceptó las palabras de Lady Sitri.
Sin saberlo también influirían mucho en un futuro cercano.
— Bien, eso me alegra Ise-kun — Respondió Sanae con una ligera sonrisa.
— Ejem… ahora, retomando el tema, creo que es hora de saber cómo sigues vivo hijo — Dijo Lord Phoenix cuando salió de su leve estupor por las palabras de la matriarca Sitri.
Con esas palabras el ambiente volvió a cambiar a uno más serio.
— Ya veo, así que eso es lo que pasó… — Fue lo dicho por Riser mientras lo miraba con los ojos bien abiertos.
Esto se ganó la atención de todos, quienes lo miraron con duda.
— ¿A qué te refieres Otouto? — Preguntó Ruval mirando a su hermano con seriedad.
Pero Riser no respondió, sino que sacó una caja de cigarrillos para tomar uno y colocarlo en su boca.
— Me disculpo por esto… — Dijo al momento de invocar una llama en su palma que usó para encender su cigarrillo.
Luego dio una calada, para después expulsar el humo.
Todo ante la mirada interrogante de los presentes.
Entonces su mirada cayó sobre el chico que aún sostenía a su hermana menor.
— El Dragón sellado en tu [Sacred Gear] tomó tu corazón moribundo y lo reemplazó… ¿No es así? — Dijo después de una pausa.
Esta pregunta hizo que los Phoenix abrieran sus ojos estupefactos, mientras Sanae y Sigmund alzaban una ceja mostrando su sorpresa.
Sona tenía la boca levemente abierta y Tsubaki miró al Phoenix con sorpresa más marcada en su expresión.
[Realmente admirable si pudiste darte cuenta con solo mirar a mi socio, Demonio del Clan Phoenix…]
Se escuchó la voz de Draig al momento de que el [Boosted Gear] apareció en su brazo.
La voz del Dragón Emperador Rojo sobresaltó al matrimonio Phoenix, así como a Ruval y levemente a Riser, quien fue más por ser mencionado por el Dragón.
También debido al ajetreo que esto ocasionó, fue que nadie notó como la pequeña rubia se había tensado levemente en brazos del castaño.
De vuelta con Riser, este se recuperó y dio otra calada a su cigarrillo.
— No fue tan difícil, después de todo yo ya estaba familiarizado con su aura cuando entregó su brazo para un aumento de poder — Respondió Riser de forma tranquila.
Entonces fue el turno del castaño de hablar.
— Lo que dijo Riser-san es correcto, Draig tomó mi corazón destrozado y lo convirtió en un corazón de Dragón… lamentablemente eso no fue suficiente para sacarme de las garras de la muerte y fue allí donde entró mi actual [Rey] — Confirmó Issei con tono serio, para luego mirar a Sona con una mirada suave.
Los Phoenix se mostraban sorprendidos a cada momento por las revelaciones que se estaban dando en estos momentos.
— Usé en él mi única pieza mutada que podría equipararse a los ocho [Peones] que usó Rias cuando lo reencarnó, ahora es mi [Caballo] — Dijo Sona cuando ella fue el centro de atención.
[El impulso de la reencarnación era necesario para que el nuevo corazón funcionara correctamente, ya que los Dragones somos seres con altas reservas de energía dicho órgano no trabajaría desde cero en su nuevo anfitrión sin una poderosa descarga de energía]
Aportó Draig otro pedazo de información.
— Entiendo, supongo que al estar agotado después de la pelea no hizo posible que el corazón funcionara después de ser convertido, ¿me equivoco? — Preguntó Lady Phoenix con seriedad.
[Incluso un diez por ciento de su poder sería suficiente, pero mi socio estaba por completo agotado]
Confirmó Draig en tono serio.
— Ya veo, sin duda esto no lo vimos venir joven, realmente eres afortunado por ser el primer Demonio en sobrevivir a la extracción de las [Evil Pieces] — Fue el comentario de Reynard cruzándose de brazos mientras se acomodaba en su lugar.
El castaño se limitó a mostrarse ligeramente avergonzado por las palabras de Lord Phoenix.
— Con respecto a las palabras de Sanae, supongo que estás entrenando para volverte más fuerte y afrontar las dificultades en el futuro, ¿no es así? — Preguntó esta vez Lady Phoenix mientras lo miraba de forma suave.
Ante esto el chico asintió con expresión seria.
— Necesito poder para hacer frente a aquellos que me busquen en el futuro, Draig ya me advirtió que el poder atrae poder y como anfitrión del Dragón Emperador Rojo tendré seres poderosos detrás de mí — Fue la respuesta del castaño.
Obviamente había más razones, pero se conformó con exponer esa razón.
— Entiendo, entonces permíteme extenderte una mano en tu entrenamiento con Magia — Se ofreció Lady Phoenix al instante.
— ¿Eh? — Pronunció el castaño siendo tomado por sorpresa.
— El fuerte de mi esposa es la Magia de viento, mientras yo me inclino más por combate cuerpo a cuerpo — Aportó Lord Phoenix.
— Yo puedo ayudarte con tu estrategia y educación política, además de ayudarte con ciertas conexiones en el Inframundo — Dijo Riser sorprendiendo más al castaño, así como a Sona y Tsubaki.
Este notó esas miradas, por lo que chasqueó la lengua.
Entonces se acercó al castaño, para luego inclinarse y verlo directamente a la cara.
— Esto lo hago como agradecimiento de evitar que cometiera una estupidez, además de que si te sucede algo Ravel estará desconsolada y como su hermano mayor me niego a verla llorar… ¿entiendes? — Dijo con una fría mirada.
El castaño lo miró por un par de segundos, para luego dibujar una pequeña sonrisa y asentir.
— Entiendo, yo también me aseguraré de que sea feliz en todo momento — Dijo el castaño con confianza.
Riser le sostuvo la mirada unos momentos, para después asentir y retirarse de nuevo hacia la pared con las manos en los bolsillos.
Ambos padres del chico lo miraron con orgullo, mientras su hermano mayor era el único que notó la ligera sonrisa en los labios del rubio.
— “Parece que por fin estás madurando Otouto… además de que yo también estaré más tranquilo si Ravel está al lado del Sekiryuutei” — Pensó con una sonrisa tenue.
Sin que nadie supiera, Ravel se había despertado en el momento que el castaño se dijo no ser merecedor de sus sentimientos.
Ella se hubiera ofendido por insinuar que ella tenía sentimientos por él, lo cual no era cierto… solo estaba un poco interesada y quería conocerlo mejor.
Pero el tono en que lo dijo y percibir un ligero toque de temor en su tono cuando lo dijo, le impidió abrir los ojos y reclamarle.
Al contrario, ahora estaba preocupada.
También se había sorprendido ante lo dicho por su hermano mayor y el dragón de la [Boosted Gear], mientras trataba de borrar de su mente la imagen imaginaria de un castaño moribundo con el pecho ensangrentado.
La forma en que fue descrito fue demasiado gráfica para su gusto.
Luego vino el apoyo de su familia hacia el joven, sorprendiéndose al oír la voz de su hermano Riser ofrecerle entrenamiento y educación, además de sentir admiración hacia las metas del castaño.
Ella sabía algunas cosas, entre ellas el destino de los portadores del Dragón rojo.
Después de todo, ella se había encargado de investigar las estrategias e información importante para el [Rating Game] con Rias Gremory.
Ahora ella se hallaba sumamente sonrojada ante lo dicho por su hermano mayor, además de la respuesta del joven castaño.
— “Estúpido Onii-sama” — Pensó mientras se acurrucaba un poco más en el pecho de Issei.
En respuesta este afirmó su agarre sobre ella pensando que seguía dormida, aumentando su sonrojo, pero una sonrisa podía verse en el rostro de la joven.
— Bien, entonces que dices joven, ¿aceptarás nuestro ofrecimiento? — Preguntó Lord Phoenix con tono tranquilo.
Para Sanae y Sona, era evidente que ambos patriarcas Phoenix estaban más relajados al ver como todo se había solucionado y que su hija se recuperaría en poco tiempo.
— Sería un tonto si no aceptara esta oportunidad, si bien la magia no es mi fuerte, mi combate cuerpo a cuerpo necesita pulirse y cualquier conocimiento del mundo sobrenatural es bienvenido — Respondió el castaño con una pequeña sonrisa.
En respuesta, la pareja Phoenix sonrió.
Después la rubia mayor miró a la matriarca Sitri.
— ¿Problemas con su magia? — Preguntó con una ceja alzada.
Odelia sabía que Sanae era excelente en magia, así que ella intuía que estaba instruyendo al castaño y por ende ella podría arrojar un poco más de luz sobre el entrenamiento del chico.
— Ise-kun tomó varios libros de nuestra biblioteca y seleccionó ciertos hechizos bastante útiles, pero solo es apto para unos pocos… — Dijo la matriarca con una sonrisa complicada.
El castaño tenía un aura deprimente a su alrededor debido a lo dicho por Sanae.
Esto hizo que todos tuvieran una gota en la nuca, excepto Riser, quien ahogó una risita y Ravel, que frunció el ceño al percibir el estado mental del castaño.
— Tiene actitud para la magia Time Alter, el análisis estructural y la proyección — Informó Lady Sitri con seriedad.
Esto hizo que los demás demonios lo miraran con cierta duda.
— Mmm~ esos son hechizos útiles a su manera — Fue lo dicho por Lady Phoenix con una mano en su mentón.
Esto hizo que el castaño se animara.
— ¿En serio? — Preguntó con tono esperanzado.
Él no esperaba que hubiera alguien más que pensara de esa forma, pues Lady Sitri lo hizo para no desanimarlo, pero Odelia se veía que lo consideraba más en serio.
— “Bien hecho madre” — Pensó Ravel al sentir el cambio en el aura del castaño.
Por otro lado, Sona y Tsubaki escuchaban todo con interés, pues ellas no estaban al tanto de lo que Issei aprendía con la matriarca Sitri.
A pesar de mantenerse atentas al chico, aun no tenían todos los detalles.
— Muéstrame, analiza esto y luego has una copia — Dijo la matriarca Phoenix mientras le lanzaba algo.
El castaño lo atrapó, para ver que era un peine bastante fino, hecho de lo que parecía ser oro.
Issei parpadeó, pero al ver la expresión seria de Odelia adquirió el mismo aire de seriedad y asintió.
Invocando su magia, el chico procedió a analizar el objeto, encontrándose con detalles bastantes interesantes de tal pieza.
No tardó más de treinta segundos en analizarlo, para su sorpresa.
Quizás por la practica constante en objetos del mismo tamaño.
Entonces extendió su otra mano, mientras en un destello una figura empezaba a formarse.
Entre los presentes era visto con curiosidad e interés.
Aunque Riser solo alzaba una ceja ante los hechizos básicos que incluso su [Obispo] podía hacer en menos tiempo.
Por su parte, Ravel estaba bastante sonrojada al sentir el poder del chico a flor de piel.
Podía sentir un poder contenido bastante potente, el cual pedía a gritos ser desatado… pero al mismo tiempo era cálido y protector, sin embargo ella podía detectar un ligero toque de tristeza en lo más profundo.
Ella averiguaría que provocaba ese sentimiento y ayudaría a sanarlo.
Pero solo era para mostrar su agradecimiento y nada más.
Así, en un minuto el castaño sostenía dos peines idénticos en sus manos.
Aunque lo más destacable era que este sudaba copiosamente y respiraba agitado.
Esa pequeña pieza se había llevado casi todas sus reservas de magia.
Lady Phoenix se puso de pie y se acercó al chico, para después tomar ambas piezas en sus manos.
— Entonces, ¿qué averiguaste? — Preguntó Odelia mientras regresaba a su lugar.
Issei logró controlar su respiración antes de responder.
— Es una pieza elaborada por el primer Lord Phoenix para su esposa como un regalo de su primer aniversario de bodas, el cual esconde una hoja imbuida en fuego de Phoenix para defensa personal ya que puede atravesar cualquier defensa mágica… entregada a cada heredero de Clan como un futuro presente a la matriarca del Clan Phoenix — Dijo el castaño mientras se limpiaba un poco de sudor de la frente.
Esto ocasionó que Sona, Tsubaki y Riser abrieran sus ojos con sorpresa.
Lord y Lady Sitri se mostraron satisfechos, mientras Lord Phoenix y Ruval alzaban una ceja con curiosidad y Lady Phoenix se mostraba sumamente seria.
— Zolar Phoenix usó lo que él llamó Oro solar, lo que es oro normal combinado con Mithril y fundido a una alta temperatura… tan alta como la superficie del sol, lo cual era posible debido a su propio fuego, el cual alcanzaba esa temperatura y por ello su fuego era color azul… además de usar como núcleo mágico una pluma de la cola de su familiar, el cual se decía era un Fenix verdadero… — Terminó de decir el chico.
Esto generó un profundo silencio en el lugar.
Todos lo miraban expresiones de sorpresa y estupefacción.
Sorpresa por parte del clan Sitri y estupefacción por parte del clan Phoenix, pues esa era demasiada información para un simple análisis estructural.
Lady Phoenix tomó la pieza original, mientras desprendía el mango del peine, mostrando una hoja debajo, la cual ardía en un misterioso fuego azul y el cual hizo que la temperatura del sitio aumentara de golpe.
Lady Phoenix sonrió mientras enfundaba de nuevo la daga.
— Eso fue esplendido joven, sin duda tienes una gran compatibilidad con este hechizo si pudiste averiguar todo eso… — Dijo la matriarca Phoenix con tono satisfecho.
Entonces guardó la pieza, para luego mostrar la réplica, mientras la manipulaba y observaba con atención todos los detalles.
Los Sitri superaron la sorpresa y ahora se mostraban sumamente orgullosos del avance que el chico había logrado.
En cambio, los Phoenix todavía se hallaban sacudidos por lo que ocurría.
Seguidamente Lady Phoenix guardó la réplica y luego le sonrió al chico.
— Es un trabajo muy bien hecho, ni siquiera yo podría decir que es una copia si no fuera porque estoy bastante familiarizada con el artículo original — Elogió Lady Phoenix.
El castaño sonrió a pesar de lucir algo cansado.
— Le agradezco sus palabras, aunque aún debo mejorar, esa copia se llevó casi todas mis reservas — Respondió Issei con una sonrisa agridulce.
— Valora más los frutos de tu trabajo joven, estoy segura que llegarás lejos en nuestra sociedad, más ahora que tienes nuestro apoyo incondicional — Declaro Lady Phoenix.
Esto hizo abrir los al castaño.
El Clan Sitri se mostró sorprendido, pero después sonrieron, pues ya se esperaban esto.
Lord Phoenix y Ruval la miraron con duda, pero una mirada los hizo darse cuenta que ella sabía algo que ellos no.
Riser solo resopló y se cruzó de brazos.
Ravel se alegró internamente, pues eso significaba que podría para más tiempo con el castaño para conocerlo mejor.
— No te sorprendas, te dijimos que tendrías una compensación adecuada por tu acto heroico y mi esposa ya ha hablado, si ella te ha ofrecido nuestro apoyo es porque ve en ti un gran futuro — Dijo Lord Phoenix en tono serio.
Esto hizo que el castaño lo mirara con sentimientos encontrados.
— Sin mencionar que podrías ser parte de nuestra familia en el futuro — Añadió mientras su mirada se ablandaba y miraba a su hija en el regazo del castaño.
Issei se sonrojó al entender lo dicho por Lord Phoenix.
Su primer impulso fue negarlo, pero tragándose el leve malestar que sintió se limitó a asentir rígidamente.
No ayudó en nada el que Riser lo mirara fijamente.
Por su parte Ravel agradecía que tenía el rostro en el pecho del castaño, pues estaba sumamente sonrojada al escuchar lo dicho por su padre.
— Bien, ya que todo está dicho es hora de regresar a casa — Dijo Lord Phoenix poniéndose de pie.
— ¿Ya se van? — Preguntó Lord Sitri con duda.
— Tenemos muchos asuntos que necesitamos resolver, los aplazamos todos para que Ravel tuviera un cierre a toda esta situación, ahora que todo se resolvió estamos más tranquilos, además de que todo salió mejor de lo que esperaba — Dijo Lady Phoenix en tono amable.
— Entiendo, entonces permítanos escoltarlos — Dijo Lady Sitri mientras daba un paso hacia ellos.
— Eso no será necesario Sanae, no te preocupes — Dijo Odelia con una pequeña sonrisa.
Los Sitri vieron como los Phoenix procedían a retirarse, por lo que cierto castaño se hizo notar.
— Ano, Lord Phoenix, ¿no se olvida de alguien? — Preguntó Issei con nerviosismo.
Entonces los cuatro Phoenix lo miraron en ese momento, poniéndolo un poco más nervioso.
Lady Phoenix sonrió.
— Creo que mi hija apreciará verte una vez que despierte, joven Issei — Dijo Odelia con facilidad.
— Espero esto no les ocasione problemas, Sigmund, Sanae — Dijo Reynard dirigiéndose a los patriarcas Sitri.
— En absoluto, como dijo Odelia, sin duda la presencia de Ise-kun será algo vital para Ravel-chan en estos momentos — Respondió Sanae con una pequeña sonrisa.
— Yo misma le asignaré una habitación — Dijo esta vez Sona.
— Entonces todo arreglado — Dijo Lady Phoenix con una sonrisa, para después seguir su camino fuera de la oficina.
— Nos veremos después — Se despidió Lord Phoenix.
— Hasta luego — Fue el turno de Ruval.
— Más vale que la cuides bien, Hyodou Issei — Dijo Riser mientras lo miraba con dagas en los ojos.
El castaño vio como el Clan Phoenix salía de la oficina con una gota en la nuca.
Luego su mirada descendió hacia el rostro de una dormida Ravel, por lo que soltando un suspiro solo pudo sonreír con cierta ironía, mientras retiraba con suavidad algunos mechones sueltos de su cabello del rostro de la chica.
— Ven Ise-kun, llevaremos a Ravel a una de las habitaciones de invitados — Dijo Sona mientras empezaba a caminar con Tsubaki detrás.
— Hai, Sona-sama — Respondió el nombrado mientras se ponía de pie.
Así con Ravel en brazos, los demonios jóvenes salieron de la oficina.
Sigmund soltó un suspiro, mientras se pasaba la mano por el cabello.
— Sin duda Ise-kun es alguien interesante — Dijo Sanae mientras abrazaba a su esposo por la espalda.
— Lo sé, mira que ganarse no solo el apoyo del Clan Phoenix, sino su apoyo incondicional, sin mencionar que también tiene el corazón de Ravel-chan — Dijo Sigmund con una ligera sonrisa.
— Quizás él pueda cambiar el destino de todos los portadores del Dragón Emperador rojo — Dijo Lady Sitri con cierta seriedad en su tono.
— Rezo por ello, es un buen muchacho que cuidará de nuestra pequeña, una vez que domine todo su poder me sentiré más tranquilo si Sona está al cuidado de uno de los Dragones Celestiales — Dijo Lord Sitri con tono serio y esperanzado.
Lady Sitri sonrió.
Ella esperaba lo mismo.
— Sin mencionar que quizás con ello Serafall pueda relajarse un poco más — Agregó Lord Sitri con cierta preocupación.
— Estoy segura que sí, desde que Ise-kun está aquí he notado como ella está menos tensa — Dijo Lady Sitri con una pequeña sonrisa.
Lord Sitri relajó su expresión, para luego quedar en silencio cómodo.
Pasillos del castillo
Lord y Lady Phoenix caminaban hacia el recibidor, desde donde se tele-trasportarían hacia territorio Phoenix.
— ¿Que has averiguado Odelia? — Preguntó Lord Phoenix con seriedad.
Él podía ver como su esposa iba perdida en sus pensamientos.
Pero la pregunta de su esposo la trajo de regreso al mundo real.
— No pensé que Sanae lograra pasar por alto algo de esta índole, siendo su especialidad las artes mágicas — Dijo Odelia con ligera incredulidad en su tono.
Esto hizo que los tres varones Phoenix alzaran sus cejas en duda.
— Aunque creo que lo entiendo, estas habilidades se inclinan más hacia la taumaturgia que a los hechizos demoniacos — Complementó en tono más resuelto y comprensible.
A estas alturas ya habían llegado al recibidor del Castillo Sitri.
— ¿Qué quieres decir Oka-sama? — Preguntó Ruval con duda.
En respuesta Odelia detuvo su andar, para luego mirarlos y mostrar el peine de antes.
Esto hizo que el trío de demonios la mirara con una ceja alzada.
Entonces ella procedió a retirar el mango, dejando la hoja al descubierto mientras el fuego azul se hacía presente y la temperatura subía de golpe.
Obviamente sus acciones sembraron más dudas que respuestas, a lo que la matriarca sonrió fríamente.
— Ese joven averiguó información que un simple análisis estructural no podría revelar, sin mencionar que ha podido recrear un artículo con propiedades especiales que se han perdido con el tiempo — Declaró al tiempo que la daga se agrietaba, para luego descomponerse en partículas brillantes y desaparecer de la existencia.
Reynard, Ruval y Riser abrieron los ojos estupefactos mientras veían con incredulidad las partículas brillantes desaparecer ante sus ojos.
Ahora entendían lo que la matriarca Phoenix quería decir.
Pues lo que pensaron era el artículo original era una simple proyección.
Algo impensable si no imposible hasta ahora.
— Su poder era menor que el original y su durabilidad es un chiste, pero llevar una proyección a este nivel revela un talento único, lo que me hace preguntarme cuanto crecerá en el futuro y el impacto que ejercerá en todo el mundo sobrenatural — Dijo Lady Phoenix mientras adquiría una expresión seria.
Esto golpeó la psique de los varones Phoenix.
— Hyodou Issei-kun será reconocido no solo como el Sekiryuutei de esta generación, sino como un poderoso mago si es que lleva sus habilidades más allá… solo el tiempo definirá su nuevo Título, pero estoy segura que dejará su huella en este mundo — Dijo mientras una pequeña sonrisa se abría paso en su rostro.
Esto sacó de su conmoción al trío de varones Phoenix.
— A su lado, Ravel podrá ser feliz y cumplirá su sueño — Dijo para después invocar un círculo de tele-transportación.
Lord Phoenix soltó una carcajada al comprender la intención de su esposa.
— Solo tu mi amor — Dijo mientras se ponía a su lado.
Ruval sonrió mientras negaba con la cabeza y Riser se mostró pensativo.
Así, con un ambiente menos sombrío a cómo llegaron, el Clan Phoenix se retiró del lugar de vuelta casa.
Habitación de invitados
El castaño depositaba con cuidado a una dormida Ravel en la cama de la habitación.
— Aquí estará cómoda, además de que si se despierta y arma un alboroto puedes verificar su estado, ya que tu habitación es la de al lado — Dijo Sona mientras miraba al castaño arropar a la chica dormida.
— Eso es bastante conveniente — Dijo el chico con una gota en la nuca.
Dando una última mirada, el chico acaricio la cabeza de Ravel antes de retroceder y dirigirse a la puerta.
— Me retiro Sona-sama, aún me quedan algunas lecciones del día con Sanae-sama — Dijo el castaño mientras se retiraba.
— Está bien, no te excedas Hyodou-kun — Concedió la heredera Sitri.
Issei la miró por un momento y asintió para después salir de la habitación.
La heredera Sitri miró por un lapso de tiempo la puerta por donde el chico salió, sin moverse de su sitio al lado de la cama donde descansaba Ravel.
— Entonces, ¿disfrutaste estar en brazos de tu salvador? — Preguntó a la nada Sona.
Al instante los ojos de Ravel se abrieron con conmoción mientras se tensaba bajo la sábana.
Luego siguió un lapso de silencio, mismo que fue interrumpido cuando la rubia se reincorporó de la cama con un sonrojo mientras la miraba fijamente.
Entonces Sona giró su rostro para verla, suprimiendo una sonrisa al ver la expresión avergonzada de Ravel.
— Y-Yo… — Intentó decir la rubia.
— No es necesario que te expliques, después de todo se trataron temas importantes y hubiera sido irrespetuoso interrumpir el dialogo que se llevaba a cabo — Interrumpió Sona mientras limpiaba sus gafas con un pañuelo.
La expresión de Ravel se alarmó al darse cuenta que la heredera Sitri estuvo al tanto desde el momento que ella despertó, lo que la avergonzó más.
Sona se puso los lentes nuevamente, para luego mirarla y sonreír ligeramente.
— Me alegra verte en mejor estado, pero si tienes problemas para dormir la puerta de al lado nunca está cerrada aún por la noche — Dijo Sona mientras se daba la vuelta y se dirigía a la puerta.
Ravel, que apenas recuperaba el color de su piel, se puso rojo brillante mientras balbuceaba cosas inentendibles.
— Si necesitas algo puedes llamar a los sirvientes, descansa, lo necesitas para recuperarte por completo — Dijo esta vez en tono suave y sincero.
Ante esto, la rubia se tranquilizó.
La heredera Sitri salió de la habitación, dejando descansar a la chica.
Ravel miró la puerta ahora cerrada.
Ella sintió sus parpados un poco pesados, mientras pensaba en su salvador.
El tono de su voz, su olor y su calor grabados en su mente la llenaron de calma y paz, mientras dejaba caer la cabeza en la almohada y soltaba un pequeño bostezo.
Así, después de dos semanas pudo conciliar el sueño.
Capitulo terminado
Decidí dejar hasta aquí este capítulo, a pesar de querer escribir al menos 5000 palabras más, pero sentí que no era necesario.
Lamento mi larga ausencia, pero he tenido muchos cambios en mi vida diaria que apenas tengo tiempo para mí, además de sufrir un gran bloqueo que me impide avanzar en mis fics.
Me he dedicado a distraerme en otras cosas para deshacer este bloqueo, pero no he podido progresar mucho, apenas pude escribir en lo que va del año pasado y sé que muchos lectores esperan con ansias el que continúe con mis otros fics.
Mi deseo es complacerlos y darle un final a Nueva vida, que es mi fic más esperado, por ahora llevo al menos 10 000 palabras del cap, teniendo la meta de subir un cap de al menos 20 000 palabras para que valga la pena.
Apenas estoy recuperando un poco de inspiración y al menos me sentí satisfecho con el cap de Dragón heroico, por ello he podido actualizar.
Espero tengan un poco más de paciencia y si me es posible, actualizaré Nueva vida el próximo mes.
Me esforzaré para llevarles un capitulo que valga la pena y no solo algo escrito con prisa, ya que eso arruinaría el hilo de la historia que vislumbre desde un principio.
Sin más me despido.
Kami fuera.
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Dragón Heroico de la Forja de Hierro
FanficUn Issei traicionado desde el inicio sin saberlo define su nuevo camino al ser expulsado del Clan Gremory.