Capítulo 1: Primer paso

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— Yo, soy el Señor de los Dragones... — Persona normal hablando.

[Yo, soy el Señor de los Dragones...] Seres Sellados hablando.

ʺAsí que este es el poder de los Dragonesʺ — Persona normal pensando.

Renuncia de derechos: Highschool DXD es propiedad de su autor, Ichiei Ishibumi.

Un trío de estudiantes estaba en las puertas del Castillo Sitri, siendo un par de chicas de cabello negro con vestidos de fiesta y un chico con cabello castaño, este último recostado en el suelo mientras su cabeza estaba en el regazo de una de las chicas.

El castaño intentó levantarse, pero un toque gentil en su pecho se lo impidió.

Este levantó su mirada, solo para ver como la heredera Sitri negaba con su usual expresión seria.

— Aún estás débil — Fue su simple respuesta.

Issei asintió, mientras volvía a recostarse en los muslos de la chica.

ʺSu piel es suave... y huele muy bienʺ — Pensó disfrutando de la cercanía de su nuevo [Rey].

El Dragón en su interior tuvo una gota en la nuca ante los pensamientos de su portador.

[A pesar de que estuviste prácticamente muerto, tú no cambias compañero]

Pensó Draig con un resoplido resignado.

Fue entonces que cierto grupo de personas se acercó a los estudiantes de Kuoh.

— Sona, me podrías decir, ¿Por qué tanto alboroto? — Preguntó un hombre con tono de incertidumbre.

Tenía cabello negro algo largo amarrado en una pequeña coleta, con una fina barba y unos anteojos de semi-montura que cubrían sus afilados ojos azules, los cuales miraban de forma calculadora al chico recostado en las piernas de la chica.

Este vestía un traje negro de alta calidad, además de poseer un porte elegante.

Junto a él venía una hermosa mujer de cabello negro en una coleta lateral y ojos violetas, cuyas facciones eran menos duras que las del hombre y veía todo con una pequeña sonrisa enigmática.

Ella vestía un elegante vestido de coctel color violeta oscuro.

También venía una chica que curiosamente estaba vestida de Mahou Shoujo.

Tenía cabello negro atado en coletas gemelas, así como unos brillantes ojos violetas que reflejaban ingenuidad y cierta picardía.

Lo más resaltante era que tenía pechos grandes para su apariencia infantil.

Por alguna razón se sintió extraño ante su mirada, pues muy en el fondo trasmitía un sentimiento que él no podía definir muy bien.

Con ellos venían varios sirvientes del Castillo.

— Lord Sitri, Lady Sitri, Serafall-sama — Se inclinó Tsubaki al verlos llegar.

El castaño abrió sus ojos al saber que ellos eran los padres de su [Rey], por lo que intentó ponerse de pie y saludarlos con respeto, pero la heredera de nueva cuenta no lo dejó reincorporarse.

— Aún no — Dijo Sona con tono de mando.

El castaño suspiró ante el comportamiento de su [Rey], pero debía de agradecerle, puesto que empezaba a notar como el dolor en su pecho y heridas menores se iba poco a poco.

También notaba como en esa posición la energía de Sona entraba en su cuerpo, recordando las veces que Rias hacía lo mismo con él.

Al parecer no se necesitaba estar desnudos para ello, por lo que dedujo que era la forma en la que Rias lo mantenía bajo control usando su naturaleza pervertida.

Dragón Heroico de la Forja de HierroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora