Aquella mañana en aquel momento no podía dejar de pensar en el ente divino que bajo a salvarme, estaba de pie, mis piernas estaban completamente sanas no tenian siquiera rasguño alguno, estaba sentado en una silla en mitad de una explanada con círculos extraños en el suelo, la silla parecía haber estado en ese lugar desde hace muchísimos años estaba echa de raíces de arboles y en su parte superior yacía una espada en forma de media luna.
Pero la alegría culminó en poco tiempo, recordé aquellas palabras de aquellos hombres que me mataron hace un año atrás, no entendía con exactitud nada, ni sabia que era el HEDRION ni tenia idea de que era la REENCARNACIÓN tal vez estaban jugando conmigo o simplemente aluciné todo, era lo mas probable, al fin de cuentas no podía volver de la muerte me repetía una y otra vez durante todo el día, hasta que lo olvide y me concentre en sobrevivir en aquel valle entre la rotunda intemperie lleno de fauna con un aspecto violento, nada mas lejano a la realidad.
“Todo esta bien” solía repetirme una y otra vez, mi alrededor era maleza pura, arboles gigantescos rodeados de telarañas brutalmente tejidas rodeaban el circulo donde me encontraba, en ellos donde yacían cadáveres de animales que desde abajo parecían tener mi tamaño, habían sido presas de algo y habían terminado allí enredados entre soda color grisácea proveniente de lo que ahora con certeza se que no era ni por asomo una araña. Justo al frente cruzando los arboles entre dos exuberantes rocas llenas de moho se encontraba un lago azulado, con aguas cristalinas lleno de peces de diferentes colores y tamaños.
~Bendición tras bendición, es mi cena~ pensé, después de terminar la idea darme me di cuenta que en todo este tiempo no había comido ni bebido nada, como carajos sigo vivo, tras dos años y nueve meses no me había llevado a la boca ningún bocado de alimento, y por mas resistente que sea el cuerpo humano era muy difícil de creer que siguiera con vida, pero la tierra era totalmente algo nuevo y yo lo también lo era.
Mi mente estaba exhausta me canse de pensar todo ~vivir es lo importante~, me dije antes de lanzarme a las diáfanas aguas del lago en busca de paz mental que me calmara, y así fue, allí rodeado entre peces que se escabullían entre mis piernas y saltaban del agua con tal elocuencia para la vista, que tras solo minutos obtuve una profunda calma, y ahí recostado en mi colchón de agua me quede flotando boca arriba mirando las rocas y arboles llenas de moho y telaraña viendo donde se terminaba el verde de las incontables hojas y empezaba el inmensurable azul tenue del cielo… todo estaba en sosiego y me dispuse a estirar mi mano izquierda a atrapar lo que seria mi primera comida en años, me estire al ver uno que se dirigía hasta donde me encontraba e intente tomarlo pero era un pez escurridizo pero no pudo escapar… mi MANO IZQUIERDA lo agarro con firmeza y con mi comida ya en mis manos me dispuse a salir del lago era momento de preparar mi cena.
pero no llegue siquiera a la orilla cuando un olor fétido, una peste de niveles exorbitantes empezó a esparcirse por el aire, olía a muerte, pero el olor incrementaba a cada segundo y al buscar la fuente de tan inhumano hedor no pudo estar mas lejos, aquel pescado, aquel brillante pez escurridizo que hace solo un instante saltaba en mi mano con intención de huir sin reparo alguno estaba totalmente podrido, su carne se la habían comido los gusanos, es como si hubiese muerto desde el momento en el que lo toque…
~pero como me pregunte, sin obtener una respuesta~.
Y apenas mi mente se despejo se me ocurrió volver a tomar otro pez de aquel estanque… me sumergí hasta el fondo y tome un gran pez plateado con mi MANO DERECHA y espere a ver si el pez moría en mis manos, pasaron minutos, luego horas, pero el pez ni siquiera dio señales de mal olor, incluso parecía estar mas vivo que antes no paraba de querer salir de mi mano y esto era aun mas raro ~es que acaso los peces ahora pueden respirar fuera del agua me pregunte~ estaba tan confundido que solté al pez y me dispuse a hacer una tercera prueba ya que no lograba entender nada, esta vez tome dos peces plateados llenos de vida, uno para cada mano, y Salí del estanque lo mas rápido que pude pero cuando puse el primer pie fuera del estanque y alce la mirada para observar mi alrededor, divise a unos 100 metros a un hombre que estaba escondido entre un manojo de hojas con una mirada fuerte, unos ojos inquebrantables que no paraban de mirarme, me estaba espiando, un segundo tardo en darse cuenta que le note, y justo un segundo tardo en pegarme el fétido olor a muerte a carne podrida y a peste del pescado que habia agarrado con la mano izquierda por segunda vez, mientras que el primero seguia brincando con mas energía que antes. Al siguiente segundo y tras un parpadeo aquel hombre en aquellos matorrales ya no se encontraba, ¿se había ido acaso?, todo era muy raro y los pecados podridos olian a mil demonios, y con tanta angustia no pude aguantar y grite…
~SEA QUIEN SEAS SAL DE DONDE ESTES DAME LA CARA, NO PUEDO MORIR DOS VECES~
Se escucho un enorme eco en el bosque que rodeaba el estanque, todo era calmado, pero escuche zumbidos al principio pense que eran del viendo, luego escuche silbidos, alguien silvaba, aquella persona era acaso quien lo hacia?. Estaba silvando cada vez mas y mas fuerte. Pero tras un rato cesaron…
Mire a mi alrededor en busca de los silbidos pero no encontré nada, pero un milisegundo despues de haber mirado mi espalda, senti un frio inmenso que me recorria la nuca, y escuche una voz gruesa y serena, decir
~TU YA MORISTE SIETE VECES~ …
Gire inmediatamente pero no había nadie a mi alrededor mas que dos peces muertos y uno que no paraba de brincar en mi mano derecha… ~Acaso escuche bien~, ~no puede ser posible siquiera morir una vez~ me cuestionaba mientras buscaba incesantemente algún rastro de aquel hombre que tan solo minutos atrás logro acercanse a mi sin siquiera notarle, pero tras un tiempo de no notar mas que la brisa fría que golpeaban mis mejillas con delicadeza levantando el putrefacto olor de dos pescados provenientes del mismisimo infierno, llegue a pensar que aquel hombre solo habia sido producto de mi imaginación, dude, pero acepte que así era ya que no era siquiera posible moverse tan rapido como para estar a mi espalda y luego desaparecer, y entonces la tierra se estremeció tanto que aquellos arboles que rodeaban el cristalino lago calleron sobre aquella cama de agua dezplazandola a mi alrededor… y escuche otra vez esa voz, esa serena voz…
~SI NO QUIERES VOLVER A MORIR DEBES CORRER~
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El diario de Nexuz
Fantasyla tierra a cambiado, luego del paso de un gigantesco asteroide con una enorme estela morada, al cual le apodaron "El ultimo", el mundo a dejado de ser como era, la vida no es como alguna vez fue, la naturaleza del ser humano dejo de existir y ahora...