22 || Noche de Amor.

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Ha pasado un año desde que tuvieron el mismo sueño y se conocieron en una tienda de té y pasteles. Todavía recuerdan todo lo que sucedió, pero no del todo. Aun así, se aseguraron de recordar la conexión romántica que mantenían en el sueño, ambos se preguntaban si podrían tener la misma relación en la realidad.

Un niño de ojos azules se preparó para el descanso nocturno. Agarró su pijama de su mochila azul y se lo colocó. Cuando terminó de arreglarse, se tumbo en la cama cómodamente y esperó a que su amigo saliera del baño.

Ciel escuchó el cerrar de la ducha y decidió fingir que ya estaba dormido. No por algún aspecto pervertido, pero, quería escuchar las acciones de Sebastian antes de irse a dormir.

Escuchó la puerta del baño abrirse, revelando a un hombre con el pelo empapado y brillante, y el estómago en forma que puede hacer que cualquier mujer (y posiblemente un hombre) babee mientras mira aquella impresionante parte de su cuerpo. Ciel vio que la parte inferior de Sebastian solo estaba siendo cubierta por una toalla blanca, lo que hizo que su rostro se tornara de un color rojo.

El hombre de cabello negro pensó que su amigo ya estaba durmiendo, así que se vistió lo más silenciosamente que pudo. Cuando terminó, se acostó al lado del niño, sin dejar que su cabeza tocara las almohadas. Ciel estaba frente a él, y Sebastian pensó que la imagen del chico durmiendo de forma pacifica era de lo más adorable. Sonrió.

Sebastian no pudo evitar rozar suavemente sus dedos contra la regordeta mejilla de Ciel, eso, seguramente, hizo que el sonrojo del niño incrementará. Trató de cubrirlo fingiendo sentir calor a su lado y enterrando su rostro en el firme pecho de Sebastian.

El hombre se sintió complacido de tener al niño tan cerca de él. Este momento era algo que siempre apreciaría. Envolvió su brazo alrededor del niño en silencio, de manera protectora. Comenzó a recordar un suceso de su sueño del año pasado, donde sucedieron las mismas cosas.

—Ciel— susurra, susurro que el joven escuchó a la perfección por la cercanía. —Ha pasado exactamente un año desde que nos conocimos— continúa, aún con el mismo volumen —Espero que aun recuerdes todo acerca de nosotros; el sueño, nuestra amistad... Simplemente, todo. Han pasado muchos meses y todavía somos amigos. Puede que te guste o no lo que voy a decir a continuación, pero... Quiero que tengamos una relación de más que amigos.

Al escuchar las palabras amigables y sinceras del hombre, el corazón de Ciel se derritió. Una pequeña, oculta, dentro de él deseaba escuchar una confesión de parte de Sebastian, y ahora lo estaba escuchando. No estaba consciente, pero la forma en que le sonreía a su amigo, la forma en que se reía cada vez que el otro hacía una pequeña broma y la forma en que se sentía cómodo al estar junto a él; todas eran evidencias de que  realmente tenía sentimientos por él.

—Puedo ser un cobarde por decirte esto mientras te encuentras dormido, pero yo quiero... Yo te quiero, Ciel. Quiero escuchar esas tres palabras especiales saliendo de tus labios. Quiero estar contigo, sólo contigo, hasta el final de los tiempos. Yo... Te amo, Ciel.

—Sí, eres realmente un cobarde por decírmelo mientras duermo, Sebastian— Dice el niño con firmeza, el tono contrasta con el significado real de la oración. Le devolvió el abrazo con total autenticidad y afectó. Se sintió bien para él dar la bienvenida al amor una vez más en su corazón, después de años de frío debido a ese incidente hace siete años...

—¿Q-Qué? ¿Estuviste escuchando todo el tiempo?— Pregunta Sebastian de forma retorica.

—Por supuesto que sí, bobo.

—O-Oh... Está bien... Yo...

Ciel procedió a soltar a Sebastian y se acomodó de forma en que su rostro quedara frente al de el mayor. Puede que sea su primera vez, pero estaba demasiado enamorado como para demostrar timidez.

Junto sus labios con los del hombre de manera tierna. Sebastian se sorprendió de que el chico hiciera el primer movimiento, pero le devolvió el beso apasionadamente, llevándolo a un nuevo nivel. Comenzó a rozar sus dedos contra el azulado cabello del chico, y Ciel envolvió sus delgados brazos alrededor del cuello del hombre. Fue puro placer para ambos.

Minutos después, Sebastian estaba encima de Ciel, mientras continuaba besándolo. Sus labios viajaron al cuello del niño, encontrando un punto dulce y sensible. Cuando lo hizo, Ciel intentó mantener sus gemidos en silencio, debido a que los padres de Sebastian se encontraban durmiendo en la otra habitación.

Sebastian volvió a los labios del chico, pero esta vez dando sólo “un pico”. Había algo de lo que aun no estaba seguro.

—¿Realmente te gustaría hacerlo?

—S-sí, por supuesto— Ciel respondió tímidamente, con una capa rojiza extendiéndose por sus mejillas.

Sebastian mostró su característica sonrisa, la que mantenía esa perfecta combinación de amor y excitación. Bajó la cabeza para burlarse un poco del joven y, posteriormente, depositar en sus labios otro beso lleno de amor puro e inocente, pero, a la vez, de lujuria peligrosa e intensa.

—Pero ambos olvidamos una cosa— Susurra de manera seductora, sintiendo como el aliento de Ciel golpea contra sus labios.

—¿Qué?— Cuestiona Ciel molesto, Sebastian solo rió.

—Di esas tres palabras.

Ciel se preguntaba como un hombre tan perfecto se enamoraría de un niño con un cuerpo delgado, un solo ojo y que ha experimentado un pasado cruel y oscuro. Se preguntó cómo el hombre del que soñaba con estar enamorado inesperadamente querría escuchar esas palabras de sus propios labios. Se preguntó cómo funcionarían las cosas entre ellos.

—No— él sacude la cabeza con una pequeña sonrisa.

—¿Por favor?

—Hazmelo.

Sebastian deja de lado su expresión suplicante y la cambia por una sonrisa burlona. Le encantaba cómo Ciel puede ser tímido al principio cuando se trata de tales cosas, y más tarde, cuando se acostumbra a pasar tiempo con la gente, puede ser irresistible de alguna manera.

El azabache picoteó suavemente los labios del otro hombre y le susurró al oído derecho con aquella voz sensual que casi nadie lograría resistir. Pensó en una respuesta, algo que surgió de la falsa visión del año pasado que nadie olvidaría jamás.

Yes, my Lord.





¡Hey! Como ya se dieron cuenta, esta historia a llegado a su fin.

Gracias a todos aquellos que la siguieron hasta el final, quiero decir que me divertí bastante traduciendo la historia, y, realmente, me gustaría que fueran a apoyar la historia original.

Sin nada más que decir, yo paso a retirarme.

—Satan Josh.

Those Actors, In Love || SebaCiel AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora