6-Pasado arrollador

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No entiendo nada de lo que está pasando, absolutamente nada. Todo parece tan confuso. No puedo enfocar nada a menos de un metro de mí y el mareo leve no se hace esperar. Al parecer mi subconsciente sí logra captar algo, porque estoy trabajando en una especie de modo automático.

A mí no me mires.

Papá tiene los ojos desorbitados, su pecho sube y baja con violencia y yo, sigo sin entender un carajo, sólo sé que desde entró y salió, fui directo a mi closet, zapatos deportivos, pantalones y una gran chaqueta oscura. Para en seguida salir tras mi padre. Me visto si siquiera pensar en lo que hago.

Entró a su cuarto como puedo luego de vestirme. — Papá ¿Qué está sucediendo? —Exijo parada en el umbral de la puerta mientras veo como guarda documentos y otras cosas en una maleta. Mi voz suena ronca.

—Están aquí. —Susurra y lo repite un par de veces más . No se ve bien, de hecho, se ve muy mal.

—¿Quiénes? —Pregunto en un tono solo un poco alterado al mismo tiempo que el pasa por un lado de mí, corriendo hacia la habitación de Bryo.

Ahora viene saliendo. —Sapphire, prepárate, ¿si? Anda a empacar lo necesario. —Dice apresurado con apenas aire en un segundo que me tomó por los hombros y me miró directo a los ojos, todo el entendimiento se posó en mi, haciendo que mi corazón diese un vuelco, un mortal hacía atrás y concluyera con caer diez metros lo cual lo dejó sumamente desorientado. Sé lo que está pasando, pero apenas y lo puedo reconocer, aceptar, o puede sí, Solo que no quiero.

Asentí, ya que no salía ni para un susurro y me dirigí a mi cuarto corriendo. En un bolso grande parecido a los de un campamento, coloco toda la ropa que alcanzo de primera mano. No es la mejor pero es la necesaria. Luego un álbum de fotos, mi tablet y un pequeño botiquín con cosas básicas. El momento llegó, imposible de atrasar más. ¿Tomamos las previsiones correctas? Eso lo veremos. Aunque yo me siento peor que nunca.

Bajo corriendo las escaleras, aún siento mis ojos pegados por las lagañas, pero ya no hay rastro de sueño. Mi corazón bombeando sangre a mil por segundo se ha encargado de ello.

Cuando llego abajo papá está saliendo con un bolso en mano. Ese se supone que es el de la comida.

—¿Y Bryo? ¿Dónde está él? — Le pregunto apresuradamente cuando me percato de que él no está en la sala.

—Tranquila, está en el auto— Me sorprende su respuesta ya que se haya preparado tan rápido no es tan normal en él. Largo un suspiro que me devuelve un poco de calma, la poca claro. Supongo que la situación lo amerita —, y también la fórmula …

Susurro un bien y me dirijo al auto.—Sapphire. —Me llama mi papá a lo que yo me volteo en seguida. —Busca el dinero, ya sabes dónde está. Necesito encender el auto.

Asiento y me dirijo a su cuarto corriendo por las escaleras. Busco en un compartimiento secreto que está debajo de una especie de escritorio. Todo se ve sumido en una profunda oscuridad, enciendo la luz y voy directo allí. Con manos temblorosas, siento que no soy del todo dueña de mis propios actos, delatado por el temblor incontrolable.

Tomo una respiración profunda para conseguir algo de calma. Pongo la clave, una combinación entre la fecha de nacimiento de Briony y mía. Cuando se abre, hay una bolsa de tela negra que abarca todo el compartimiento, es donde de se supone, hay farros de billetes. El trabajo de mamá. Todo por lo que mamá trabajó tanto tiempo.

Más abajo en la gaveta, hay una fotografía, de mamá y una mujer que jamás había visto en mi vida. Las dos se ven muy felices abrazadas, están fuera de lo que parece un hospital, uno muy moderno, o eso creo, no estoy segura. La confusión se asiento en mí en seguida. Jamás he sabido de alguna amiga de mi madre. Claro, tampoco es como si hablara tanto de su pasado.

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