CAPITULO NUEVE

12.1K 1.3K 266
                                    

Holaaaa mis quieredisim@s!!! Espero que con toda esta locura que estamos viviendo (entre el confinamiento, crisis económica, crisis de salubridad, violencia intrafamiliar, feminicidios, ansiedades, y protestas en todo el mundo por la injusta muerte de George Floyd- que en paz descanse) pase pronto y cosas mejores vengan. Pero mientras tanto... ¡aquí les dejo un nuevo capitulo!. 


"El universo no tiene la obligación de tener sentido para ti" -NDT

POV DE HADES

Recorrí su mirada ruborizada. Decidí que nunca la había visto tímida hasta este instante. Mientras intentaba sostenerme la mirada y fallaba, decidiéndose por mirar justo debajo mis labios. Se relamió sus propios labios rosados al observarme con una mezcla de curiosidad y deseo.

Supe que podía quitarle sus ropas y las mías solo con el pensamiento. Transportarnos a mi cama de postes y sabanas de seda en un abrir y cerrar de ojos. Podría abrirle las piernas y colocarme entre ellas y penetrarla. Pero mi necesidad de poseerla se veía apocada por otra que me tenía completamente vulnerable: deseaba amarla con mi cuerpo, recorrerla entera y lamerla hasta hacerla gritar, no se trataba solo de un rollo de una sola noche lo que yo quería. Algo que me decía que lo que teníamos ella y yo. Lo que estaba naciendo y llevaba forjándose a fuego lento desde que la vi por primera vez... no me iba a saciar ni en un millón de siglos.

Si fuera del tipo de los que se casan, como mi querido hermano Poseidón, ya estaría por buena voluntad frente a algún altar improvisado. Pero no, después de todo, tenía una reputación que mantener.

Podía ofrecerle una noche de placer.

No, mentira.

Podía ofrecerle todo el placer que quisiera, tenía la experiencia suficiente para quitarle la virginidad sin que se diera cuenta o parpadeara de dolor. Claro que, si dolor era lo que ella deseaba... eso también podía arreglarse.

Pero nunca tomaría una esposa, menos una tan frágil e inocente como ella. Nunca podría enseñarle mi lado más ocultos. Si la llevaba a mi calabozo saldría chillando por las colinas.

Sacudí la cabeza, mejor olvidarse de eso y concentrarse en el presente. Y dicho presente tenía a una Perséfone jadeante y bien dispuesta.

La tome en brazos intentando ser suave, pero ella envolvió con rapidez sus piernas a mi cadera y y sus brazos usaron mi nuca para no perder el equilibrio mientras continuaba besándome con intensidad. Con sus poderes transformó su atuendo por una fina camisola blanca, estaba algo desgastada, probablemente era la que convocaba para dormir. Gruñí de placer al sentir la suavidad de sus muslos repentinamente desnudos. Los apreté entre mis manos.

Sus gemidos de placer me estaban volviendo loco. No podía pensar claro, mi mundo se convirtió en su piel. Su suave, tersa y se erizaba y calentaba en contacto con mis labios. Repasé mi lengua por los huecos de su garganta chupando y tomándome mi tiempo. Sus pequeñas manos intentaron acercarme más a ella pero parte del juego era hacerla rogar por más. Tome su muñeca apretando para dejarle claro quién mandaba y ella se revolvió contra mi provocando llamas y pulsaciones de deseo que me hicieron gemir de pura necesidad. De repente ya no me parecía tan claro quién estaba al mando de la situación.

Deténte, hermano. Gruñí como un animal al que le alejan lo que es suyo.
Si mi hermano, el todopoderoso tenía un problema con lo que estaba pasando en mi reino, bien podía venir a evitarlo. Continué con mi lento asalto, disfrutando de sus gemidos de placer. Me froté contra ella intentando armarme de paciencia y conseguir algo de alivio en el proceso. Su centro estaba caliente incluso a través de la delgada tela. Se me hizo la boca agua imaginando mi lengua dándose un festín con su sexo.

El Deseo De PerséfoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora