- capítulo 2 -

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Y ahí tenemos a nuestro queridísimo rubio sumamente confundido ya que hace un momento aquella chica estaba a unos pocos metros de él y ahora había desaparecido de la nada.

Tras estar un rato caminando en busca de Elizabeth finalmente se rindió asique decidió tomar camino a su casa, y aunque quisiera negarlo se le veía en la cara lo cansado que estaba.
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Y así los días pasaron, el no hacía otra cosa más que pensar en la chica que había conocido aquella noche. ¿Y cómo no hacerlo?. Había quedado cautivado. Sus cabellos plateados, esos ojos heterocromaticos, su dulce voz, todo de ella le parecía perfecto.

Suspiros.

Si, suspiros de amor eran lo único que salían de su boca cada que pensaba en ella.
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Rato después el intento buscarla por redes sociales, pero no encontró nada, sin nada más que hacer se dirigió al cementerio solo por mera curiosidad y por si alguna casualidad del destino se volvía a encontrar con esa chica.

Paz.

Paz y felicidad era lo que sentía Meliodas de solo imaginar a aquella chica.
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Después de estar un rato caminando ya estaba cerca del cementerio, visualizo la entrada a este y se fue adentrando, había un gran silencio, este cementerio al ser antiguo ya casi nadie andaba por allí.
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Tras recorrer por un rato el cementerio sintió un extraño presentimiento y se metió en alguno de los pasillos, en ellos estaban sepultados las grandes leyendas de la ciudad, pero una en especial le llamó la atención, estaba al fondo de todo.
Al llegar vió una estatua y para su sorpresa la chica de la estatua era la misma que su Elizabeth, leyó el nombre y quedó estupefacto, se veía claramente el nombre de su amada, "Elizabeth Goddes".

Él alarmado intentó excusar eso con que solo era una GRAN casualidad, aunque en el fondo el sabía que eso no era cierto.
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Aún en shock salió de ahí repitiéndose para si mismo una y otra vez que eso no podría ser cierto, que ella no estaba muerta.

Al parecer lo dijo en voz alta ya que una voz desconocida lo sacó de sus pensamientos.

- Asique .. tú estás en la misma situación en la que estuve hace años, ¿eh?

Eso lo desconcertó, ¿Cómo que la misma situación que la de el?
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La dama peli-plata Donde viven las historias. Descúbrelo ahora