—¿Y eso lo llaman talento? —me quejo frente a la tele —Que vengan acá para que vean lo que puedo hacer yo con 5 fósforos y una pistola.
Escucho la risa de Dean desde la cocina y poco tiempo después llega a mi lado con palomitas, se dispone a sentarse juntos a mí.
—Si la culpa es tuya por ver esos programas de mierda —me dice pasando un brazo alrededor de mi cintura para acomodarnos mejor en el sofá.
Mi teléfono suena a mi lado en señal de una llamada.
"Número desconocido"
—¿Si? —respondo el móvil.
—Tenemos otra misión para ti. Te mandaremos la información por mensaje. El jefe lo quiere todo resuelto para mañana, así que te puedes ir apurando. —dicho esto se cae la llamada.
Segundos después suena el de Dean.
Es increíble que nos manden todas las misiones juntos y no sepan nada de nuestra relación. Aunque ya nos lo habían dicho el día que nos dejaron volver: "Los equipos son de a dos, estarán organizados según el rendimiento que tuvieron este tiempo en su entrenamiento"
Como resultado, terminamos siendo el Equipo A. Las misiones más importantes nos las orientan a nosotros, que no han sido las más difíciles, pero es normal porque somos novatos en esto.
Después de que a Dean le avisaran por teléfono, nos llegan los mensajes con las especificaciones de la misión.
—Esta dirección no es la de... —comienzo a decir.
—Sí, lo es.
—No, no puede ser. —comienzo a negarme. —No pienso hacer esto.
—Mei, debemos hacerlo. —intenta convencerme. Pero no, me rehuso a muerte.
—Dean, no lo voy a hacer. —me levanto del sofá —¿Me dirás que tú sí? ¿En serio quieres hacer esto?
—Sabes que no...
—¡Entonces no lo hagamos!
—¿Prefieres que lo haga otro equipo? —me pregunta, pero él sabe mi respuesta.
—Prefiero que no lo haga nadie. Dean, si hacemos esto, te pesará la consciencia por el resto de tu vida, pero aún así, sé que no eres capaz de esto y por mucho que me estés diciendo que es nuestro deber, sé que cuando llegue el momento tampoco podrás.
—¿Entonces que propones? —me dice rindiéndose.
Vamos en la camioneta, camino a la misión. El nerviosismo me consume y comienzo a apretar mis manos encima de mis muslos y a morderme el labio. Siento la mano de Dean colocarse encima de las mías intentando tranquilizarme.
—Todo estará bien. —me dice mientras conduce.
—Eso espero.
—Confío en ti. —lleva su mano al volante.
En cuestión de minutos llegamos a la dirección. Bajamos del vehículo no sin antes agarrar la mochila con todo lo necesario. Dean agarra una pistola y yo saco la mía de la funda. Llegamos hasta la puerta, respiro ondo y toco.
No pasa mucho tiempo hasta que abren. Sin tiempo a reaccionar apuntamos a nuestro objetivo.
—Danielle, en serio no queremos hacer esto, necesito que confíes en nosotros. —le digo aún apuntándole.
—¿Qué está pasando? —levanta las manos en señal de paz.
—¿Confías o no? —le repito un poco apurada.
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🍭Lo Dulce del Silencio🍭
Teen FictionDean es un chico callado por el peso de un gran secreto. Mei, aún con una infancia marcada por la muerte de sus padres, es curiosa por naturaleza. Su amor, aunque puro, se verá afectado por los secretos, los misterios y el suspenso, todos intensif...