ᴇʟ ᴘʟᴀɴᴇᴛᴀ ᴅᴇʟ ᴛᴇsᴏʀᴏ [𝐉𝐢𝐦 𝐇𝐚𝐰𝐤𝐢𝐧𝐬]

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Dos niños se encontraban jugando en la alfombra de una casa.

El niño, propietario de aquella casa, cuyo nombre es:
Jim Hawkins.

La niña, amiga de infancia, con el nombre de:
Leslie Sullivan.

Actualmente tienen 8 años de edad, su amistad es grande, ya que prácticamente se conocen desde el vientre de su madre. Ellos sin problemas ni preocupaciones, niños inocentes que no tienen ni idea de lo que pasaba en su alrededor.

Si, sus padres.

- Cariño, vámonos a casa - Avisó el padre de Leslie. Nick Sullivan.

- Claro papi - Miró a Jim, quien se encontraba ya junto a su madre. Sarah Hawkins - Hasta mañana Jim, gracias por aceptarme en su hogar Señora Hawkins - Realizó una reverencia.

- No agradezcas cielo, puedes venir cuando quieras - Hablo amablemente la Señora Hawkins.

- Hasta mañana Leslie - Agitó su mano, despidiéndose.

- Nos vemos.

Nick y Leslie se dirigían a su casa, cómo de costumbre, hablaban sobre lo que hicieron ese día.

La conección que había entre ellos era muy grande, no se comparaba con la relación que tenía con su madre.

Ya que ella solo se dedicaba a ignorarla. Causando un gran daño en la pobre niña de tan solo 8 años.

Al llegar a la casa, miraron a una señora parada justo en la puerta de entrada, en su rostro se mostraba molestia y desagrado, si, hablamos de la madre de Leslie, Brigitte Brown, actualmente, Brigitte Sullivan.

- ¿Ya vieron la hora que es? - Preguntó enojada viendo pasar a su lado a su esposo y a su hija.

- Cariño, ve a tu habitación ¿Si? En un rato subo y juego contigo. Hablaré con mami - Palmeo la cabeza de Leslie, la cuál asintió frenéticamente y subió corriendo las escaleras, sin antes decirle "Hola" a su madre, la cuál la ignoró completamente.

La niña llegó a su habitación, y enseguida se acostó en su cama, tapándose completamente el cuerpo con sus cobijas, tomando fuertemente aquel collar que su padre le regaló en su cumpleaños número 7 (cómo el de Sarah). Ya sabía lo que venía. Discusiones.

En los últimos meses, sus padres discutían, y no entendía el por qué.

Realmente se sentía mal, ya que pensaba que era su culpa. De tanto pensar, cayó profundamente dormida.

>>Al Día Siguiente<<

Se despertó sobresaltada, había tenido una pesadilla, una dónde unos piratas la raptaban después de escapar de casa.

Debería de dejar de leer tanto su libro favorito: El Planeta Del Tesoro.

Trato de recuperar la respiración, y se levantó en busca de su papá o su mamá. Aunque está última no sería de mucha ayuda, seguramente la ignoraría como siempre.