La sala de informática se sentía caliente por los treinta equipos en funcionamiento, aunque solo tres puestos estaban ocupados. Todo era sofocante y oscuro, había olor a las papas de camarón y a los fideos instantáneos que se vendían como bocadillos
cHOI Beomgyu amaba eso. Hacia clic con sus dedos ágiles. Su mano izquierda estaba pegada a las teclas de acceso rápido, mientras que la derecha deslizaba el mouse sobre la pantalla.
-Si no nos vamos ahora, llegaremos tarde - dijo Kang Taehyun, agitando sus manos, tal como lo harían unas mariposas ansiosas que no tienen ningún lugar donde posarse. Ya hacía un tiempo que se había desconectado por haber perdido en su propio juego.
-Entonces, lleguemos tarde.- ejércitos digitales marchaban por la pantalla de Beomgyu.
-No puedo retrasarme otra vez.- Taehyun frunció el cejo mostrando sus rasgos exagerados. Sus orejas eran demasiado grandes y su nariz, bastante larga. Era como un cachorro que aún no había crecido hasta alcanzar su verdadera apariencia.
Beomgyu sabía que el problema de Taehyun no era llegar tarde.
El problema era su timidez y su familia era muy rica para preocuparse. Al ser el hijo mayor, no tenía que sostener el peso del apellido Kang en sus hombros, el cual se duplicaba por la riqueza. No es algo que le sentaba bien a Taehyun, ya que era propenso a la ansiedad y a la mediocridad en todo lo que intentará. Beomgyu estaba agradecido de haber nacido pobre.-Taehyun-ah, siempre te preocupas por el futuro en vez de disfrutar el presente. Debes aprender que la vida no tiene sentido si no te diviertes un poco. -beomgyu entrecerró los ojos con un gruñido triunfante; después de eso, en la pantalla se anunció su victoria del juego en resplandecientes letras verdes, flotando sobre su ejército Protoss
-Genial, ya ganaste. ¿Nos vamos?- pregunto Taehyun.
Beomgyu se puso de pie y se encogió de hombros, moviendo su chaqueta del colegio azul marino.
-Taehyun-ah, a nadie le gusta la gente fastidiosa.
Taehyun frunció el cejo y Beomgyu le dedico una sonrisa amistosa. Una que decía que no tenía intensiones de lastimarlo, pero que sabía que estaba siendo sincero. La apuñalaba como si fuera un arma, con esa inclinación torcida en sus labios que revelaba dos hoyuelos profundos. Nadie podía enojarse ante esa sonrisa. De hecho, le funcionó porque Taehyun le estaba sonriendo, aunque reacio.
Una vez afuera, Beomgyu respiró hondo e inhaló el olor que salía del caño de escape de un vehículo y el de una sopa de rabo de buey hirviendo, proveniente de un restaurante seolleongtang al final de la acera. Pasó un brazo alrededor del hombro de su amigo mientras el sol los deslumbraba cada vez que asomaba entre edificios altos.
- ¿Soy yo, o las mañanas siempre huelen más frescas luego de una emocionante virctoria?
-Huele como si alguien nececitaria limpiar sus tanques de peces. - Taehyun arrugó el rostro al pasar por la tienda de mariscos.
Beomgyu siguió su mirada hacia uno de los acuarios gigantes de cristal, enfocándose en los ojos saltones de un pez platija que miraban hacia atrás.
El autobús se detuvo y Beomgyu golpeó el hombro de Taehyun amistosamente.
-Vanos, no quiero llegar tarde.
Y llegaron tarde :v
Cuando llegaron al colegio, la puerta principal estaba cerrada, señal de que las clases habían empezado sin ellos. Beomgyu ayudo a Taehyun a cruzar la pared lateral antes de trepar él mismo. No cálculo bien la distancia y una de sus piernas quedó trabada.
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La maldición de la Gumiho {Beomgyu y la rayis v:}
Fiksi Penggemaresta historia está basada en una novela coreana q leí y les aviso q en el medio de la historia hay otra mini historia q explica algunos hechos ok? ok :3