爱情信✧- 𝓛𝓸𝓿𝓮 𝓛𝓮𝓽𝓽𝓮𝓻. ◜𝐇𝐮𝐚𝐧𝐠 𝐑𝐞𝐧𝐣𝐮𝐧

𝒄𝒉𝒂𝒑𝒕𝒆𝒓 3

–¿A qué vienen esas caras? –les pregunté, cerrando la puerta detrás de mí.

–Nada. –dijo Mark notablemente nervioso.

–Este... Estábamos jugando a ver quién aguantaba más sin reírse.

Sabía que estaban mintiendo, los conocía demasiado bien, pero preferí ignorarlo.

•••

Me desperté con el sonido de la alarma retumbando en mi cabeza. Tan solo di un bufido y me levanté para hacer la misma rutina de cada mañana.

Me puse el uniforme después de mi desayuno y por supuesto mis zapatitos blancos.

Athenea y yo salimos de la habitación y como siempre fuimos a la de nuestros hermanos.

–Zapatitos blancos. –dijo mi hermano al verlos, sonriendo por saber el significado.

Andamos al aula, como de costumbre dejé mis cosas en mi taquilla y fui a la clase junto a mis mejores amigos, por suerte no habían muchos alumnos.

–Hola Jun. –saludé a Renjun, quién se había sentado a mi lado.

–Hola Noah. –dijo él con su preciosa sonrisa adornando su hermoso rostro. –Al final si te pusiste los zapatos blancos. –mencionó mirándolos.

–Claro que sí. –respondí con una sonrisa.

Estuvimos hablando hasta que Jeno llegó y se fue con él, poco después Athenea se sentó a mi lado.

–¿De qué hablaban? –preguntó la castaña dándome un codazo en forma de juego.

–Nada en especial. –dije algo fría.

No solía responderles así a Mark o Athenea, pero sabía que ayer me mintieron y que además me ocultaban algo, así que no pensaba contarles nada hasta que obtuviera respuestas.

–¿En serio? –preguntó de nuevo ella algo desconcertada. –¿Te pasa algo?

–A mí nada. –respondí sin devolverle la mirada que ella me estaba dando.

Mi amiga iba a responder pero la voz de la profesora la interrumpió así que no le quedó más que quedarse callada.

Las clases pasaron algunas más aburridas que otras, por lo que me levanté rápido al escuchar la campana que anunciaba la hora del receso.

Con mis amigos detrás mío salí de la clase, yendo hasta la cafetería, sentándome en la mesa donde estaban mi hermano y nuestros amigos, solo que hoy Renjun no estaba y por lo tanto Jeno tampoco.

–Oye Hendery ¿dónde están Renjun y Jeno? –pregunté

–Aún no llegaron. –respondió él encogiéndose de hombros.

No pasó mucho tiempo hasta que Renjun y Jeno llegaron, algo agitados a decir verdad.

–¿Dónde estaban? –preguntó mi hermano.

–Oh... En el baño, si. –dijo Renjun con un tono nervioso.

–¿Todo bien Jun? –preguntó Hendery a su hermano.