capitulo 27

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el final de esta saga sera publicado mañana, gracias por su paciencia :) lamento la tardanza.

NARRA EMILY

Seguimos volteando por todo el centro comercial, bailábamos algunas canciones de navidad y seguíamos sujetos de la mano, íbamos a salir del centro comercial pero él se detuvo a comprarme un helado.

—Vainilla chips por favor—dijo pagándole a la chica mientras me sostenía mi mano y cargábamos cosas juntos para subir al auto, aun teníamos las naricitas y todo puesto.

Empecé a tambalearme sobre mis pies, de atrás hacia adelante repetidas veces, mientras miraba como preparaban el helado.

—Emily, sé que es pronto y que no hemos hablado demasiado, pero es que, jamás me he sentido con una persona como me siento contigo, de alguna manera siento que todo lo que surge entre nosotros es sincero, que cada vez que estas nerviosa es porque en verdad sientes lo mismo que yo, y te estoy empezando a querer—le sonreí mientras él tomaba el helado y decía gracias—y sé que es demasiado rápido para una confesión pero se lo prometí a mi madre, le prometí que si alguna vez encontraba a alguien que creía que era la indicada yo no la dejaría ir, y le diría lo que siento cada día, para recordarle lo linda que se ve, para decirle que vale la pena cada maldito segundo que este con ella, mi vida era una porquería, conocí a Ian y todo fue mejorando, luego te conocí a ti, y mejoraron más, empezamos a hablar por mensajes después de la fiesta era raro que jamás no hubiéramos visto si eres hermana de mi mejor amigo, pero ya sabes lo que quiero decir y la verdad es que también me pones nervioso y...

Lo bese, no deje que terminara y lo bese.

—También te estoy empezando a querer Apolo—solté mis bolsas y lo abrace—y mucho, y lo hago de verdad.

Salimos del Centro comercial y guardamos todo en el auto, entramos y el empezó a conducir mientras yo terminaba mi helado, algo llamo mi atención, mire el retrovisor y luego el espejo que estaba a mi lado, había tres autos negros, uno de ellos acelero y golpeo la parte de atrás de nuestro auto.

—MALDICION APOLO ACELERA—dije viendo que el otro auto nos iba a golpear.

NARRA VICTOR

RECUERDO 19 AÑOS ATRÁS

—Amor, Apolo está jugando en el Jardín, míralo por favor que no se cruce la calle, yo ire a tomarme los medicamento.

Asentí y fui a ver a nuestro pequeño Apolo.

—Mira papa, un barco de papel—dijo el pequeño mostrando su barco con mucha emoción.

—Nada mal, está perfecto—dije sonriendo—eres muy inteligente para tener cuatro años.

El solo rio y grito de alegría mientras seguía arrancando hojas de una vieja revista.

Escuche pasos rápidos a mi dirección, saque mi estaca y voltee para ver quién era.

— ¿Cómo fuiste capaz? ¿Quién te crees? ¿Por qué le hiciste eso a nuestro hijo?—dijo Cristina mi esposa mientras grandes lagrimas mojaban sus mejillas.

— ¿de que estas hablando Cristina?

—Te haces el que no sabes, le aplicaste sangre de Vampiro a nuestro hijo, como lo hizo tu abuelo contigo, no eres nadie para hacerlo, NO ERES DIOS.

—No metas a ese sujeto en esta discusión.

—Tienes una obsesión loca por esos seres, y conviertes a tu hijo en la mitad de uno de ellos, eres un enfermo.

La tome del brazo pero se zafo de mi agarre.

— ¿Cómo lo sabes?

a—Tu fiel amigo me lo dijo—dijo Cristina con odio, tomo a Apolo en sus brazos y paso por mi lado sin dejar que la tocara.

La seguí, entro a la habitación de apolo y secando sus lágrimas empezó a cambiarlo de ropa.

— ¿Qué haces cristina?

—Apolo se ira de aquí, ira conmigo, viviremos en un ambiente adecuado para él, donde su padre no le haga experimentos locos, y donde si crea en un Dios.

—No, los mataran Cristina, afuera hay peligro, por favor no te vayas, ustedes firmaran su condena de muerte cuando pongan un pie fuera de esta casa.

—Sal del cuarto—dijo con su voz cargada de odio.

—No, no te dejare sola

—Si lo harás, vete ahora

Negué pero ella me saco a empujones y cerró la puerta para luego ponerle seguro, pegue mi oreja en la puerta para escuchar que estuviera bien.

—Apolo, no seas como tu padre, se cómo un chico normal a tu edad lo es, no dejes que la sangre de Vampiro te dañe, o el odio de tu papa hacia los vampiros lo haga—escuche un quejido salir de su garganta—Apolo si amas a alguien díselo todos los días, recuérdale que tan hermosa es dile que la amas y así no perderás el juicio, sabrás que eres humano y que debes amar y creer en algo, no te apartes de Dios nunca—escuche otro quejido—A mami no le pasa nada, mami está jugando con el señor, es un juego, eso no es sangre es pintura roja—su voz se iba escuchando cada vez más lejos, rompí la puerta, cuando entre estaba Cristina tirada en el suelo y un vampiro terminando la poca sangre que estaba en sus venas.

—Que te quede claro que con nuestra raza nadie se mete Victor, Mátateme, mi venganza ya está hecha— detuve al sujeto y le clave la estaca con odio y sin tiempo de defenderse.

—CRISTINA NO—dije tomándola de sus delicados hombros mientras mis lágrimas caían en su pecho y un niño asustado miraba la escena.

—Los amo—fueron sus últimas palabras antes de que se fuera y yo quedara sin fuerza. El amor de mi vida había muerto por culpa de esos malditos.

FIN RECUERDO.

—Jefe los estamos perdiendo—Dijo el conductor.

—Que todos los hombres vengan conmigo—di la orden recordando cada detalle de mi hermosa cristina—Los mataremos todos juntos y llegare a darle la buena noticia a mi hijo.

—Si señor—Dijo el sujeto que estaba de copiloto.

—Llevemos ese auto acorralado hasta la cima del Relf

—Pero es la carretera más peligrosa de la ciudad, un mal movimiento y estarás muerto—dijo aterrado Will por la radio.

—Nosotros no moriremos, ellos si—dije tomando más wisky—Hazlo como venganza de las muertes humanas en mano de esos superiores, ellos son los últimos en la familia de el superior.

—El pájaro está llegando a la jaula—dijo Will.

PROYECTO 905 ( OCV #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora