Taehyung cepilla sus dientes con rudeza. La lluvia apenas choca contra los cristales de su habitación. Está solo en casa y le pone de mal humor.Una semana ha pasado ya desde la boda. Seguro Hoseok y Hyorin estaban disfrutando de su Luna de miel en alguna playa del Caribe o turisteando a las orillas de Egipto. Solo espera que sus vacaciones se vean arruinadas por la llovizna.
Lava bien su boca y revisa en el espejo que no tenga ningún resto de comida entre sus dientes. Sale del baño y se tira a su cama, envolviéndose en una frasada demasiado vieja. La tiene desde la secundaria. Le gusta porque es demasiado suave, aunque ya no cubre para nada el frío.
El timbre suena por toda la casa. Decide hundir su rostro en la almohada. Seguro era un testigo Jehová. Pronto se cansaría y se iría. Pero no es así, ahora suena con más insistencia y con pesadez, se para.
- ¡Ya va! - grita desde las escaleras, arrastrando sus largas piernas - maldita gente desesperada.
Abre la puerta y fresco viento golpea su blanquecino rostro. En una velocidad exagerada sus mejillas se tornan rojas.
- Hoseok...
Susurra para él mismo.
El azabache está parado ahí, vistiendo de la manera más informal que puede, con una sudadera adidas azul, con el gorrito puesto sobre la cabeza y un jogger haciéndole juego. Hasta llevaba tenis, lo cual era raro en él. Entre sus dedos colgaba un cigarrillo a medio fumar.
- Hey - dice en tono bajo. Cala el cigarro, profundamente, ahuecando sus mejillas.
Taehyung lo ve tan pequeño e indefenso. Parece un pobre perrito abandonado. Justo ahora solo quiere acunarlo entre sus brazos, hasta que el dolor desaparezca en sus facciones.
- Eh, pasa. Hace frío, debes estar congelándote. ¿Se te ofrece algo? Puedo hacerte un café o algo.
Hoseok niega con su cabeza, su cabello se mueve sobre su frente, como si estuviese danzando. Tira el cigarro y lo pisa.
- ¿A que has venido, Hoseok? ¿No deberías estar en tu Luna de miel o atendiendo a tu esposa? - pregunta y siente la amargura en su boca.
- Debería, tal vez. Pero no... no me casé, Taehyung.
Algo dentro del estómago del castañito se remueve. El cree que es esperanza.
- Oh, lo siento, entonces. ¿Puedo saber por qué, sin embargo?
- Hyorin dijo que no me amaba y que no podía hacerlo - encoge sus hombros -. Me dejó la casa y el trabajo.
- Bueno, me alegro. Podrás seguir ayudando a tu familia.
La cabeza pelinegra de Hoseok se mueve de arriba a abajo, lentamente, mientras suelta un suspiro lleno de cansancio.
- Taehyung... yo, yo quiero hablar contigo.
- Pensé que eso hacíamos - trató de bromear, para tal vez así, aligerar el ambiente.
- Sabes a lo que me refiero. Quiero que vuelvas a mí, Taehyung.
- Hoseok, no es así de simple... yo...
- Por favor, Taehyung. Te necesito, mucho. Muchísimo más de lo que me gustaría. No puedo hacer nada sin ti. Te lo dije ese día y te lo repito hoy: te necesito.
- Yo también, Hobi, pero...
- ¿Pero qué? Te estoy rogando, y sabes que no hago eso. Haré lo que sea, sólo, por favor.
Taehyung mordisquea su labio inferior, viendo a sus pies desnudos. Pensando en sus opciones. Merecía ser feliz, y ahora que Hoseok estaba libre de compromisos parecía que al fin podría serlo.
- ¿Ya no pondrás al dinero sobre nosotros?
Hoseok sonríe de lado, con la mirada brillante.
- Jamás.
El castaño abre sus largos brazos y el más bajo no tarda en entrar en ellos. Guarda su rostro en el suave cuello del menor y solloza bajamente.
- No llores, Papi. Hoy te cuidaré ¿vale? ¿por qué no subes a la habitación mientras te preparo un té? Creo que tienes temperatura.
El mas alto ofrece y Hoseok acepta, caminando a su habitación. Cuando entra, el dulce olor de Taehyung lo atrapa. Lo había extrañado tanto.
Cuando Taehyung entra a su cuarto, hay una pequeña sonrisa surcando su delicado rostro. Deja la taza en su buró. Hoseok está recostado en la cama, al parecer durmiendo. Hay bolsitas debajo de sus ojos, éstas son más pronunciadas que las que normalmente tiene. Las acaria, junto a su bonita nariz respingada. El azabache se remueve en por la caricias. Abre sus ojos e irradian calidez.
- ¿Hace cuántas noches que no duermes, Papi? - Taehyung pregunta, acostándose al lado de Hoseok, enrrollándose él solito entre los brazos del otro.
- Como, un mes, bebé.
- Oh, Dios. Perdón.
- No te disculpes, amor. Yo fui el culpable de todo. Tú... tú no hiciste nada malo, al contrario.
Taehyung acerca su rostro al del más bajo, tiene esa piel tersa que le encanta. Roza sus narices juntas y ríe tiernamente.
- Eres muy pequeño, Papi.
- ¿Vas a empezar con eso otra vez? Ya lo hemos hablado. Fui prematuro, entiéndelo.
- Pero es que mira, mis pies rozan el final del colchón y los tuyos apenas llegan a mis tobillos.
- ¿Eso importa mucho, bebé?
- Para nada, Papi. Al contrario, hace que me gustes más - muerde tiernamente la mandíbula de Hoseok.
Alza la vista y los ojos del mayor están cerrados nuevamente, obviamente no duerme.
El castañito, muy temeroso, acerca sus labios a los de Hoseok y los deja ahí unos segundos, cuando se aleja hay un chasquido.
- Tae... - le llama en un suspiro, aún con los ojos cerrados. Cuando los abre, sus pupilas están totalmente dilatadas.
Alarga su brazo para apartar ciertas ondas traviesas que le tapan el rostro al menor. Sonríe.
- ¿Qué pasa, Hobi? - él se deja acariciar por el otro.
-Te amo, Taehyungie. Mucho.
La sonrisa de Taehyung es grande, ni siquiera sabe como es que cabe en su rostro. La rectangular forma sale a relucir, adornando tiernamente sus expresiones. Besa nuevamente los labios del mayor, deteniéndose a disfrutar el sabor de estos. Gime cuando el mayor atrapa su labio inferior con sus blancos dientes.
- Mmm... también te amo, Hobi.
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todo por papi ✦ hopev
Fiksi Penggemar( 爹地 ) : 𝐇𝐎𝐏𝐄𝐕 - ¿harías eso por mí, bebé? - todo por papi. • adaptación. • autora original: @louiskt • historia corta.