Inestable (Feng Xin x Mu Qing One Shot)

Inestable.

Mu Qing soltó una maldición mientras que Feng Xin solamente retrocedió.

La puerta había sido bloqueada por grandes rocas y escombros que se desprendieron del techo y paredes luego del estruendo provocado por Xie Lian, quien sí había logrado salir.

-¿Mu Qing, Feng Xin? -escucharon el llamado- ¿Se encuentran bien? ¿Están heridos?

A pesar de haber sido el responsable podía diferenciar preocupación en su tono.

Esa mañana Xie Lian había llegado pidiéndoles ayuda a Feng Xin y Mu Qing para ir a revisar un templo cerca de un monte, aunque ellos se habían negado excusándose de tener muchos asuntos por resolver, Xie Lian se las había ingeniado para lograr convencerlos de ayudarlos, al llegar revisaron todo el lugar junto al perímetro, pero ni encontraron nada inusual.

Más que sólo el mismo templo al borde del colapso y abandono, irritados por hacer que perdieran su tiempo, ambos se molestaron con Xie Lian, pero su enojo había crecido al darse cuenta que estaban atrapados en el interior del templo.

-No se muevan -les dijo Xie Lian- Iré por ayuda

Mu Qing resopló irónicamente.

-No veo lugar a dónde podríamos ir

-Esta bien -respondió Feng Xin- Sólo date prisa

El lugar era tan silencioso que lograron escuchar los pasos del chico mientras se iban.

Mu Qing resopló por segunda vez mientras giraba sus ojos se encaminó hacía el extremo más alejado que pudo.

-Quedare en ese lugar -se dirigió a Feng Xin- Y no me hables

-No hace falta que lo digas -se defendió Feng Xin cansado.

Las horas pasaron, sintiéndose eternas para ambos que hacían lo posible para ignorar la presencia del otro.

Feng Xin se incorporó estirando sus extremidades, mientras echaba un vistazo a la ventana, el sol comenzaba a ponerse.

-Me gustaría entender la definición de ayuda y rescate del torpe de Xie Lian -murmuró Mu Qing para sí.

Pero a pesar de ser un murmulló Feng Xin lo escuchó.

Feng Xin frunció el ceño.

-¿Puedes dejar de ser tan odioso? -le dijo. Mu Qing lo miró de mala gana- Claro es como un don, no podrás dejar de hacerlo

-¿Que diablos significa eso?

-Exactamente lo que quiero decir

Mu Qing se incorporó dando grandes zancadas hacía Feng Xin con su mano tomó el cuello de su uniforme.

-Dilo de nuevo en mi cara

-Eres un odioso

-Eres un ser detestable Feng Xin te odio demasiado

Pero en alguna parte de su subconsciente le decía que esa era una cruel mentira. Aunque de negará o no lo admitiera, desde hace mucho tiempo le hacía sentir y odiaba tanto sentirse de esa manera.

Así que su única forma de pararlos era si se convencía a si mismo que lo odiaba, algo similar pasaba con Feng Xin.

Sólo que a él no le importaba aceptarlos, pero el chico orgulloso y totalmente detestable frente a él le causaba un gran conflicto sobre si atreverse o no a avanzar.

Ninguno sabía cuanto tiempo habían permanecido así observándose directamente a los ojos, sintiendo el fuego del otro con sólo una mirada.

Feng Xin tomó la muñeca de Mu Qing apretándola levemente pero parecía que el chico frente a él no tenía la intención de soltarlo.