7

180 11 1
                                    


No te reprimas los sentimientos, sé humana, sé tú.

Aveces ni yo misma creo las cosas que hago, y esta es una de ellas.

Derek me empuja delicadamente para recostarme y el ponerse encima mio, me besa con tanto cariño, me toca con tanta delicadeza como si fuera una muñeca que se podría romper, y ahí es cuando me di cuenta que en verdad yo reprimía mis sentimientos hacía él.

Estabamos en el suelo besándonos hasta que el se separó de mis labios.

—¿Por qué me terminaste?

—Por tonta.

La verdad es que en los últimos dos años me he convertido en una persona más cariñosa de lo que era, antes detestaba los abrazos y se me hacia muy raro saludar con un beso en la mejilla, decirle a mi madre que la amo o abrazarla, nunca me nacía. Pero he cambiado, aunque siempre quedan rastros.

Nunca me dí cuenta que reprimir mis sentimientos lo hacía inconscientemente y es que ahora me doy cuenta que puede ser el peor error de mi vida ¿Cuándo podré amar intensamente como adolescente si es que no es ahora?

Tal ves sea el trauma que me dejaron mis padres, su relación nunca fue buena y mi padre siempre me hablaba de los hombres y que solo buscan a las mujeres para sexo, prácticamente me hizo creer que el amor no existe, y hubo un momento en que de verdad lo creí porque la relación que el mantiene con mi madre tiene todo menos amor y tuve todo menos un verdadero padre que me diga que soy su princesa, solo tuve un tipo que me daba todo lo que le pedía y así el pensaba que ya me dió la atención adecuada, él fue el primer hombre en mi vida y me lleve una gran decepción, no sé que puedo esperar de los otros.

Pero hoy me doy la tarea de explorar de experimentar, buscar el amor y si es que no lo encuentro sabré concretamente que no existe porque no lo encontré y no por las vacías palabras de un viejo amargado.

Y ahora es cuando me doy cuenta que en verdad quiero a Derek pero me obligaba a no hacerlo y aveces la mente es más poderosa de lo que te imaginas que llegué a creermelo y en mi momento más débil terminé la relación que mantenía con él.

Aunque me encantaría volver con el no puedo, no quiero que vuelva donde tanto daño sufrió. No quiero ser una hija de puta.

—¿Quieres comer algo?— preguntó ignorando la respuesta a su pregunta anterior.

—Me encantaría pero ¿Dónde están mis cosas?

El rió.

—Tú ropa esta lavandose y tu celular esta ahí, lo puse a cargar porque no tenías batería y supuse que lo necesitarías.

¡Qué lindo! Se me escapó una sonrisa.

—Gracias...¿Qué pasó ayer?

—¿No lo recuerdas? Bajemos a desayunar y te cuento.

—Almorzar dirás por que ya son las dos de la tarde— dije mirando la hora en mi celular.
—¿Y tú mamá?
—Se fue a pasar con su novio el año pasado y me dejó "a cargo de mi padre" pero sabes como es él.

Hizo enfásis cuando mencionó a su padre y es que ellos no se llevan bien tampoco.

—Entonces estamos solos supongo— exclamé antes de llegar a las gradas y pude ver que no, habían tres chicos durmiendo en los sofás de la sala. Suerte la camiseta de Derek me tapaba unos cuatro dedos más abajo de mis pompis.

Toda la casa estaba hecho un desastre, ya luego le ayudaría a arreglar, después de todo debo pagarle el favor.

Entramos a la cocina y me encontré con Jack, el chico que preguntó por mi en la fiesta haciendo el desayuno y la cocina a medias limpia.

Travesura ProhibidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora