7 hermanos

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Imagina

...celebrar tu cumpleaños en el Reino de los Demonios

Tachaste el número 15 del calendario. Al fin había llegado tu cumpleaños. Esta vez sería la primera que pasarías tu cumpleaños fuera de casa, en el Reino de los Demonios. Extrañabas bastante a tu familia y a tus amigos a pesar de que casi siempre se olvidaban de tu cumpleaños, incluso algunas veces hasta se habían olvidado de tus regalos. Esta vez no sería diferente, no le habías contado a nadie esa fecha "especial", sería un día más de clases. Saliste de tu habitación, sintiendo una oleada de calor golpear tu rostro. Hacía mucho calor, era normal para ser mediados de julio. Odiabas el calor, era muy pegajoso al contrario del frío en el cual solo tenías que ponerte una manta más para estar bien. En cambio en verano no podías arrancarte la piel. Al menos vestir con unos shorts y una camiseta de tirantes ayudaba bastante. La ventaja de ese instituto es que en verano eran más permisivos y no obligaban a los estudiantes a llevar el pesado uniforme con el que vestían el resto del año. Tras recorrer varios pasillos llegaste a tu aula.

-____ - Mammon se interpusó en tu camino, impidiendote entrar en la clase- Diavolo te ha llamado a su despacho. No se en que lío te habrás metido pero será mejor que te des prisa.

"¿Que?"-pensaste extrañada. Los últimos días habían sido extremadamente tranquilos, ni siquiera había sucedido ningun accidente con Mammon o Levi. Tampoco te habías saltado ninguna clase. Un mal presentimiento invadió tu cuerpo mientras llamabas  a la puerta.

-Pase

Entraste. Tus pasos eran lentos y tus piernas temblaban un poco. Te sentías muy nerviosa, como si hubieses matado a alguien y supieran la verdad. Pero no habías matado a nadie, ni siquiera habías golpeado a Beel cuando te robó el chocolate. 

-Siéntate- ordenó Diavolo. Su voz sonaba más grave y sería de lo habitual. Apenas te habías cruzado un par de veces con el demonio. Le habías visto hablar con Lucifer desde la distancia pero ahora que estabas mucho más cerca su aspecto era mil veces más intimidante. Era mucho más alto que tu, te pasaba dos o tres cabezas (maldita altura de medio metro, a su lado parecías diminuta). Además se hallaba en su forma de demonio, dejando ver sus musculosos brazos y su cuerpo digno de un dios griego más que de un príncipe del infierno. No era momento para tener esa clase de pensamientos. Obedeciste, sentándote enfrente de  él. Tu corazón estaba agitado debido a los nervios, latiendo con fuerza dentro de ti.

-Supongo que ya sabes por que estas aqui- su mirada inquisitiva se clavó en ti. Ya no había rostros de ese demonio serio pero afable que veías desde la distancia.

- ¿E..es por mi ropa? Si no es apropiada puedo cambiármela aquí mismo- tartamudeaste con la mirada baja. "Cambiartela aquí mismo? Enfrente de él? Maldito cerebro, siempre jugandotela en los peores momentos. Ahora estabas aún más nerviosa y avergonzada.

-No, el reglamento es muy flexible para esas cuestiones- replicó soltando un suspiro, un suspiro demasiado largo para tu gusto- Tu comportamiento estos últimos días ha sido inaceptable. Hoy no asistirás a tus clases, estas expulsada.

- Pe...pero si no he hecho nada, señor. He asistido a todas las cla-

-¿Tienes alguna objeción? He sido benevolente ya que eres una estudiante de intercambio. Cualquier estudiante normal estaría toda la semana expulsado- su tono denotaba decepción y tristeza a pesar de que una sonrisita traviesa se formaba en su rostro- Al menos que desees un castigo más severo, claro

- No..no por supuesto que no, señor- tus mejillas se tornaron aún más rojas imaginándote toda clase de castigos. Genial, menudo día de cumpleaños te esperaba encerrada en tu cuarto. Ni siquiera habías tenido tiempo de saludar a Lucifer y Asmo. 

Imaginas (Obey me! x reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora