𝕾 𝖊 𝖒 𝖕 𝖎 𝖙 𝖊 𝖗 𝖓 𝖔 (𝖑&𝖍 // 𝖔𝖒𝖊𝖌𝖆𝖛𝖊𝖗𝖘𝖊)

𝕮𝖗𝖊𝖆𝖙𝖚𝖗𝖆𝖊 𝖆𝖚𝖙𝖊𝖒 𝕷𝖔𝖚𝖎𝖘

El paraíso nunca se sintió igual, todos en algún momento volvían a sentir como su corazón se rompía cuando recordaban a su bello ángel caído. incluso Dios, quien, aunque lo negara, sentía que un inmenso fuego lo quemaba como el día que vio a su hijo caer. ¿Y quiénes eran los ángeles para cuestionar los sentimientos del Señor? . El nombre del Portador de Luz no se volvió a nombrar en aquel firmamento.

Los planes del Misericordioso son perfectos, casi siempre, pero esa tarde de invierno, si lo fueron. E l señor, no podía vivir con el sentimiento de culpa, la derrota se colaba por sus poros, algo había hecho mal cuando creó a su bello ángel.

Así que decidió crear a más bellas almas, creyendo que con esa acción, enmendará su falla al momento de forjar a Lucifer. traería nuevos ángeles al cielo para que suplantaran la tristeza del destierro.Y traer aún más paz. Esta vez, iba a hacer las cosas aún mejor, ya no habría ángeles caídos, creyó.

Mientras el cielo entero reposaba en los brazos de Morfeo. Dios se dedicaba fabricar. Y una noche fría de invierno. Quiso intentarlo una vez más. Uno mejor que los demás, sólo quería poner a prueba su habilidad, y, tal vez sabría cuál fue su falla la ultima vez que creó una figura con tanto encanto.

Un poco de mármol fue su base, los rasgos de su cara los definió con el más puro cincel. Tomó las nubes más suaves y con ellas, forjó sus mejillas, su cabello lo pinto con el oro más brillante del olimpo, pero al final decidió que un castaño era lo ideal. El invierno le rozó los labios, y así, estos tomaron un tono rojizo. Dios tomó el agua más pura del océano para sus ojos, eran azules.Y que solidaria fue la señora noche al brindarle los más brillantes luceros para que posaran orgullosos en sus orbes. El sol, le acarició su fina piel, y le dio un tono bronceado. El señor universo también participó y le obsequió constelaciones para colocarlas en su cuerpo como lunares. El material de sus blancas alas fue obsequiado por las bellas aves que habitaban el Jardín del Edén, y, el viento suspiro sobre ellas para darles resistencia. Era perfecto. Era una divinidad en persona, era una de las más bellas creaciones del Señor. Lo nombró: Louis, El Salvador de las Almas Perdidas.

Y despertó.

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Titulo del capítulo: La Creación de Louis. 

- Love, T.