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La luz ingreso por la ventana, una clara evidencia de que amanecio. Milk dejo que la luz brillara sin hacerle caso en lo absoluto, no estaba preocupada por nada en especial. No existía nadie apurado por desayunar, ni nadie que dependiera de Ella para iniciar su dia; no era imprescindible para nadie en absoluto.

Milk suspiro y se despego lentamente de la cama. Ella tenia que reconocer que la cama del hotel era suave. Encontrar el lugar, después de su pelea con Black, no fue un reto, considerando que sus instintos de orientación estaban intactos.

Aunque el bastardo no lo merecía, Ella dejo la credencial en la recepción para que pudiera registrarse.

- Un equipo eh- Black menciono, rompiendo el silencio que flotaba en la habitacion de la pelinegra.- No funcionara si no me obedeces.

La pelinegra se quedo viendo a Black que estaba sentado en la mesa mientras parecia beber una infusion en una taza delicada. La Milk de antes, no solo gritaria horrorizada por encontrar a Black alli, tambien rogaria en su interior que Goku apareciera magicamente y la salvara. Pero La Milk del presente, sabia que Goku jamas aparecería, ni por Ella ni por la Milk que fue su fiel esposa.

Black permanecia con sus ojos cerrados mientras disfrutaba del aroma y el sabor de aquel delicioso tè. En cierto y contradictorio modo, aquella constumbre aun lo remitia a su tiempo como aprendiz de Gowasu. El tiempo en el que aprendio que aun en el trabajo duro, pueden existir imperfecciones, como lo son los humanos.

Los ojos negros de Black se abrieron y se posaron en la mujer que estaba sentada en la cama, observándolo con desinteresada. La sensación de querer atacarla se agazapó sobre Èl.

Aquello era malditamente desesperante. Èl deseaba que verlo alli, la asustara y empezara a dimensionar a quien se estaba enfrentando, pero en cambio lo observaba como si no fuera nadie.

- Crei que te darian tu propia habitacion.- Milk se deslizo de la cama. Su ropa estaba bien, una remera larga y unos pantalones de algodon, nada revelador.

- Crei que entenderias cuando dije que obedecerias mis ordenes.- Black volvio su vista a su taza de tè y bebio cerrando los ojos.- Despierto temprano, antes que el sol salga. Debes estar despierta antes que yo. Bebò una clase de tè especial, llamado Yuhan sei. Lo prefiero caliente. No me gusta que la taza se revalse, eso aumenta la posibilidad de manchar mi ropa.

- Bien por ti, diles en la recepcion que anoten tus preferencias personales, porque a mi no me interesan.- Milk camino hasta un mueble que contenia toallas y tomo una grande.

- Sera tu trabajo preparar el tè antes de que despierte.- Black explico.

- Lo siento, no tengo experiencia siendo la sirvienta personal de alguien, desde hace al menos un tiempo.- Milk ingreso al baño ignorando por completo a Black, aquel bastardo se marcharia de alli y Ella podria estar tranquila y pensar que plan de accion llevaria adelante.

El cuello de Ella sintio una electricidad recorrerle, haciendo que su cabeza se inclinara a tiempo para evitar el corte de una espada de Ki. El hombro no tuvo la misma suerte, y un corte profundo empezo a sangrar. El brazo de Black se cerro desde atras de Ella, apretando su cuello con fuerza.

El susto fue algo que no pudo disimular la pelinegra. Los dientes se apretaron en un chasquido y un castañeo involuntario haciendo que el ruido sonara fuerte.

- Puedo soportar tu capacidad de drenar mi poder.- Black cerro el brazo mas fuerte, mientras el cabello suelto de la mujer se pegaba en su cara, pero antes de que pudiera terminar lo que iba a decir, una imagen extraña paso por su mente haciendo que soltara de repente a Milk.

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