۫ ּ 𔓕Saturday 𔓕 ׅ ۫

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Era raro, definitivamente todo lo que ocurría era rarísimo.

Luego de tener ese raro sueño despertó de un salto de su cama, con una capa de sudor cubriendo completamente su cuerpo acompañado de aquella sensación de adrenalina en su cuerpo.

Se sentía denso y su respiración era agitada, pero restregó sus ojos para luego abrirlos de manera lenta para poder adaptarse a la luz que se colaba por la ventana de la habitación.

A decir verdad, nada había cambiado.

Sus ojos volvieron a picar, tal vez era estúpido, pero en su interior tenía aquella esperanza que decía que podría volver a su universo, pero el mundo parecía darle cualquier señal menos una positiva.

El pelinegro se levantó de su cama para acercarse a su ventana y cerrarla, era invierno, por lo tanto el frío era bastante presente en la ciudad de seúl por lo que no era bueno tener la venta abierta mucho tiempo.

El horario en su reloj marcaban las ocho en punto, por lo que tomó un suspiro al recordar que era sábado y por su suerte no tendría prácticas.

Con su mirada recorrió toda la habitación, aquella habitación la cuál estuvo viviendo los anteriores dos años con sus compañeros de grupo. Definitivamente no era la habitación más linda del mundo, su pared era totalmente blanca mientras que algunos cuadros, que sabe destacar; Yeonjun y Beomgyu lo obligaron a colgar decoraban un poco la monótona habitación.

Su mirada se centró en aquéllos peluches qué estában encima de la silla la cual generalmente se sentaba a escribir algunas letras de canciones las cuales jamás lograban terminar.

Se sentía extraño,por más raro que sonara, sus compañeros de grupo no tenían peluches, nisiquiera Taehyun siendo el "maknae" de su "nueva" agrupación le gustaban los peluches, era algo muy extraño a su parecer. O tal vez era el simple hecho de que se acostumbró a que un extranjero con cara de masita tuviera un increíble obsesión hacía ellos.

Sonrió algo triste al ver aquéllos peluches, por lo que tomó uno que tenía forma de molang y lo acarició de manera suave, para luego sentir el perfume de aquel tierno animal de felpa. Abrió sus ojos al sentir aquel aroma, quizás su olfato no era el más sensible del mundo, pero podría distinguir aquel aroma a vainilla y bebé en cualquier parte.

El alto parecía un animal buscando a su dueño en todas partes, no le bastó con recorrer toda la sala en busca del extranjero, si no que también entró en cada habitación de los miembros, llevándose una riña de yeonjun, el cual dormía plácidamente en su cama. Pero terminó por llevarse una decepción al ver qué no el extranjero ni beomgyu y Taehyun se encontraba en la casa.

¿Qué mierda te pasa?—Está vez hablo el mayor, con un tono de somnolencia presente.

No hubo ninguna respuesta.

El azabache regreso a la sala, sentándose en el sofá mientras observaba aquel peluche el cual aseguraba que no se encontraba el día anterior en su habitación.

¿Me quieres explicar que te ocurre?—Yeonjun entró a la sala con unas pantuflas de pollito y una cara de pocos amigos.

Yo...—No logró acabar de hablar ya que la puerta principal de el departamento fue abierta sin previo aviso.

Beomgyu y Taehyun entraron en el departamento, tampoco con caras muy felices que podría describir.

¿Lo encontraron?—Ambos negaron con la cabeza— ¿Dónde puede ir un niño de quince años por tanto tiempo?—Yeonjun comenzó a morder sus uñas en forma de desesperación.

A one week without Hueningkai ✧ 𝐒𝐁  𖬺 𝐇𝐊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora